ANTELIBRO o Introducción
Amor significa colocar la propia
felicidad
en
la felicidad de los otros.
p. j. Pierre Teilhard de
Chardin
Me siento reconfortado al realizar y dar a conocer este escrito que culmina una trilogía en la que quise mostrar --junio de 2001 con el escrito # 65, luego en noviembre con el # 76 y ahora en febrero de 2002 con el # 82-- a tres grandes hombres que de una u otra forma marcaron mi vida. Gracias padre Giordano Bruno el Nolano mártir, gracias padre Manuel Lacunza el milenarista y gracias padre Pierre Teilhard de Chardin por la orientación de Luz que vosotros habéis dado a las tinieblas de mi sendero.
Este nuevo escrito no representa para nada con su título "Sacrificio de Amor" a una novela sentimental o algo que se le parezca. La palabra Amor posee una connotación Cósmica que trasciende el concepto de relación pasional de pareja hombre-mujer. En este caso puntual representa a un hombre iluminado de un Amor Cósmico, en cuya veneración sacrifica el poder mundano y el parafernálico halago para permanecer fiel a su credo sustentado en la Fuente de su transpersonal Amor. Lo hace dejando, durante cuanrenta años una serie de ensayos, por lo general de manera significativamente velada, con el fin de preservar lo recibido de Potencias Cósmicas, quedando sus escritos para ser desarrollados cuando él ya no estuviera...
Pierre Teilhard de Chardin, sacerdote jesuita, pasó por la vida como un connotado investigador que unió la ciencia con la fe. Su mensaje no fue del agrado de la Jerarquía de su Iglesia y debió partir hacia China donde lo encontró la Segunda Guerra Mundial, y ello, según decían, por contradecir la interpretación ortodoxa del pecado original y la gratuidad de la vida sobrenatural, lo que le significó no lograr dar a conocer sus libros. Regresa a París donde se dedicó a la actividad académica hasta que la molestia de su visión transpersonal de la vida hizo que lo enviaran a Nueva York donde murió como el sintetizador de la evolución cósmica y humana. Siento que su mensaje velado en una palabra compleja, la LUZ inicial del tercer milenio lo mostrará en plenitud en el sentido de su palabra inspirada, gracias a que sus libros fueron editados por su familia junto al alto patronato presidido por la reina madre de Bélgica, poco después de él haber dejado la forma física en 1955.
Varias Sagradas Leyes debemos, vida a vida, desarrollar en nuestras terrenales encarnaciones, una es la Ley del Sacrificio. Pienso que Teilhard de Chardin completó esta Ley. Siento que, en el 2002, primer año capicúa del milenio, debo dejar un humilde testimonio en homenaje a este gigante del pensamiento nacido a su vez el año capicúa 1881, lo haré en un escrito que para nada pretende ser documento literario u obra de consulta sino, como los precedentes títulos, un simple aporte al Despertar de quienes, más una vez en forma misteriosa, anclaron por el CiberEspacio en este CiberPuerto MUNDO MEJOR. Recordaré lo expuesto en pasados títulos personales, rememoraré lo destacado en libros del sacerdote por años guardados en algún estante de mi personal biblioteca y, subiremos a la Nave CiberEspacial Google.com que nos llevará por el amplio CiberEspacio buscando referencias de un p. j. llamado Pierre Teilhard de Chardin. Con ello habrá suficiente material para que cada uno piense por sí mismo qué quiso decirnos el inspirado padre jesuita.
Quizá, para entender el cósmico concepto del fenómeno humano que Teilhard desarrolló, conviene tener presente cómo él se definió al decir en 1951-52:
Nuestra investigación que se sitúa en el plano de las apariencias, no aborda el problema de la causalidad. Yo no soy ni un filósofo ni un teólogo, sino un estudiante del "fenómeno", un físico en el antiguo sentido griego.
DESARROLLO
Nos decían que Dios bendijo a
Jesús. Pero ¿cómo podía ser esto si Jesús era ya parte de la
Divinidad?
¡Y
todas esas novelerías pazguatas acerca de los santos y de los
mártires!
¿Qué
muchacho normal desearía pasarse una eternidad en tan aburrida
compañía?
Quelle
fantaisie!
p. j.
Pierre Teilhard de Chardin
A
La espera del Cielo no puede
existir más que si se encarna.
¿Qué cuerpo podremos darle a nuestra espera
de hoy?
p. j.
Pierre Teilhard de Chardin
Lo escrito en "La Respuesta es:"
En un capítulo de mi primer libro de 1982 expuse:
Ciencia, Filosofía y Religión
convergen
necesariamente cuando se aproximan al TODO.
p. j. Pierre Teilhard de
Chardin
DE LA LUZ DE TEILHARD DE CHARDIN
Necesitaba en forma imperiosa una
renovada luz la Teología para no naufragar prematuramente. Nace en 1881 Pierre
Teilhard de Chardin en una noble familia cristiana de Auvernia, Francia. Ingresa
al Colegio Jesuita de Mongré, ordenándose de sacerdote. Su deseo de máxima
perfección lo hace comprender su misión. Reconcilia en su mente la Ciencia con
la Religión, la enseñanza de Oriente con la de Occidente, extremos
irreconciliables para su época. Puede desarrollar sus inquietudes sin llegar a
ser separado de la orden sacerdotal como ya había ocurrido con otros buscadores
de la Verdad. En un período en que Religión y Ciencia eran absolutamente
antagónicos, logra él nivelarlas en su intelecto, al hacerlo concluye que: El
Universo se encuentra en constante evolución. Evolución que sigue un sentido
regido por Leyes. Destaca dos aspectos tabú para la Teología:
Evolución y Leyes que rigen el Universo. Fue paleontólogo,
antropólogo, filósofo y teólogo. Descubre al hombre sinantropo y elabora una
genial Cosmovisión basado en la Sagrada Enseñanza. Gracias al equilibrio logrado
entre sus inquietudes de hombre científico y religioso a la vez, nivela sus dos
cerebros. Era intuitivo e imaginativo, la inspiración le permitió encontrar la
Verdad Revelada. Sin embargo esa Verdad debe entregarla en sus escritos, que no
fueron autorizados para ser editados, lo hace de manera velada por no estar sus
hermanos de sendero religioso preparados para recibirla y por no desear él
abandonar su hábito. Formula una fenomenología dentro de la evolución, en ella,
todo es pensado evolutivamente. Llega más lejos al decir que en la Tierra existe
una capa pensante, la NOOSFERA, que es el reservorio de toda la energía
psíquica colectiva y que esta energía puede ser desarrollada y usada por el
hombre. Destacó que evolucionamos hacia una mayor Consciencia Colectiva y que
nos encontramos en los Umbrales de una Superhumanidad. Muere en 1955 como
sacerdote jesuita y destacado paleontólogo, antropólogo, filósofo y teólogo. En
su modesto funeral de Nueva York sólo fue acompañado por unos escasos amigos o
conocidos a pesar de haber sido uno de los más grandes pensadores del siglo XX.
¿Sería acaso por algunos de sus comentarios? Veamos:
El pecado original se opone a cada instante a la expansión de nuestra religión en el nivel natural... ¡Qué cosa tan absurda es la vida!, si se la mira superficialmente; tan absurda que se ve uno lanzado a una fe testaruda y desesperada en la realidad y en la supervivencia del espíritu... Dios nos deja sufrir, pecar y dudar porque no puede de una sola vez curarnos y mostrársenos a sí mismo y porque nosotros nos somos capaces todavía de recibirle... El Cristianismo es universalista, mientras que los cristianos se adhieren a una cosmogonía medieval... Pero ello no tiene importancia si consigo, aunque sea en una medida exigua, apresurar el nacimiento del nuevo cristianismo que el mundo está necesitando... La originalidad de mi creencia consiste en que tiene sus raíces en dos campos de la vida habitualmente consideradas antagonistas. Por educación y formación intelectual, yo pertenezco a los "hijos del Cielo". Pero por temperamento y por estudios profesionales, yo soy "un hijo de la Tierra"...Él no puso en tela de juicio ningún artículo de la fe católica, sino que puso estas creencias en una perspectiva tan nueva y tan personal que sus defensores oficiales se alarmaron. Agregaba: Yo pido a Dios que me permita ser las cenizas de las que brote esta gran expansión que ha faltado a los hombres de nuestra generación.
Es difícil sintetizar un pensamiento tan amplio, complejo y velado dejado en sus libros, que en parte una hermana recibió y editó después de él estar muerto, conociéndose entonces su obra en la que el pensador se preocupa del futuro del hombre pues no podemos quedarnos en la pura contemplación del mundo: Hemos de empujar a la naturaleza hacia la construcción de lo venidero. Pensó y visionó la estructura del universo y la vida en sus dimensiones históricas, con una previsión del Porvenir basado en un minucioso examen del Pasado. Aborda la Sagrada Ley de Evolución, en ella plantea:
El Universo en su totalidad se mueve y cambia, en él nada permanece fijo o estático. La Evolución es una sola Gran Evolución en la cual todo está interrelacionado y coordinado en el tiempo y en el espacio. Esta Gran Evolución tiene un sentido que va desde lo más simple hacia lo más complejo. Cada partícula de materia posee un exterior material y un interior de siquismo, siendo a mayor complejidad de los organismos mayor su siquismo interior. Cuando el cerebro en su evolución llega a la complejidad necesaria, ese día el hombre traspuso el Umbral y entró en la etapa de la reflexión, se dio cuenta que sabía que sabía. Al saber que sabe se diferencia definitivamente del resto de los animales. El hombre ha continuado su evolución y vislumbra una meta o un Punto Final al que se dirige. Partió del punto Alfa y camina en su evolución hacia el punto Omega que es el centro al que aspira la humanidad toda. Las raíces del Ser se pierden en el insondable pasado. Encuentra la vida el alma en un determinado Punto en el universo y se siente compenetrada por las influencias cósmicas que debe ordenar y asimilar. El alma en su nacimiento y maduración es inseparable del universo que dirige desde arriba hacia abajo a todos los elementos y en el que etapa tras etapa todo termina por unirse en el Centro Supremo. Es el Amor la superior forma de Atracción Universal, el amor es la misteriosa y formidable energía cósmica que une a la humanidad en el Punto Omega. DIOS que no es producto de la evolución atrae el Amor como un Divino Imán, consolidando los esfuerzos de la humanidad toda. Cristo es quien en DIOS tomó carne y se hizo inmanente al mundo. Nuestras almas van a DIOS por Cristo, alcanzando su plenitud Cristo en cada criatura que recibe. Nuestra evolución nos lleva a Cristo y por Cristo a Dios.Es bueno ubicarse entre los año 1920 - 1950 y contemplar cómo Teilhard de Chardin escribe:
El mal es una falta de ser, en un cosmos en evolución, que aún no alcanza su plenitud. Pero el avance de la evolución está en manos del hombre y éste, por tanto, no tiene asidero para una evasión... Nada es profano, aquí en la Tierra, para quien sabe ver. Todo es sagrado, por el contrario, para quien distingue, en cada criatura, la parcela de ser elegido sometida a la atracción de Cristo en vías de consumación...¿Dónde queda el infierno eterno, entonces un dogma fundamental de esa época y no se si actual? Señaló además:
El hombre, no centro estático del mundo, como creyó serlo por largo tiempo, sino eje y flecha de la evolución; lo que es mucho más hermoso... Ha llegado el momento de comprender que una interpretación del universo, aunque sea positivista, para ser satisfactoria, debe abarcar tanto el interior como el exterior de las cosas, el espíritu tanto como la materia. La verdadera física es aquella que logrará, algún día integrar al hombre total en una representación coherente del mundo... ¿Cómo va a reaccionar el ser, una vez puesto en presencia, y para toda la vida, de un fin en el que parece que tiene que sumergirse enteramente?: ¿Resignación? ¿Estoicismo? Nada de esto, sino rebeldía y deserción legítimas, a menos que la muerte no se descubra como la forma o condición de un nuevo progreso... Si el mundo, tomado en su totalidad, es algo infalible; y si, por otra parte, se mueve hacia el espíritu, entonces debe ser capaz de proporcionarnos lo que es parcialmente requerido para la continuación de un movimiento semejante: Quedo decir, un horizonte sin límites delante. Sin lo cual, impotente para alimentar los progresos que suscita, se encontraría en la inadmisible situación de tener que desvanecerse en el hastío cada vez que la conciencia nacida de él llegara a la edad de la razón.Imagina Teilhard un universo que:
Progresivamente se eleva hacia la Unidad gracias a una Fuerza Externa y porque lo Trascendente se ha vuelto parcialmente Inmanente. Todo espíritu va hacia DIOS, nuestro cuerpo es la Universalidad misma de las cosas centradas en un espíritu animador del que emerge la energía humana por la evolución, llevando en sí cada hombre el universo. Todos los seres participan de un mismo Ser, el Ser es Uno Solo, es una Totalidad concreta que todo lo envuelve e implica. DIOS es Alfa el principio de todas las cosas y Omega la meta de todas las cosas.Tuvo el mérito este visionario de conocer, aceptar y entender la Sagrada Enseñanza y desarrollarla de tal manera que con sus velos no causara daño a la mentalidad que por cuna le dio la Fe. La semilla dejada da sus frutos y puede el teólogo salir del laberinto cuyo puente le tiende Teilhard de Chardin. Estuvo en la Primera Guerra Mundial. Siendo sacerdote pidió ir al frente sin armas, lo hizo en las trincheras como camillero. Destacó por la audacia al ir a buscar heridos, y a los inquietos porque podía morir les decía que la muerte es tan sólo un cambio de estado, desde uno inferior a uno superior. Los soldados marroquíes que combatían por Francia, señalaban que al padre Teilhard nada malo le sucedería pues estaba rodeado de la "Baraka" o energía espiritual que protege a los escogidos. El 22 de Diciembre escribió Forma Christi:
Todo aquel que posee el don de ver a Cristo más real que todas las realidades del mundo, a Cristo presente en todas partes y en constante crecimiento, a Cristo como determinación última y Principio plasmático del universo, vive verdaderamente en una zona libre de perturbaciones propias de cualquier multiplicidad, en la que se realizan, sin embargo, de la forma más activa, la obra del perfeccionamiento universal. Y si alguien le muestra alguna inexactitud o algún error en los términos con los que intenta expresar su "experiencia", buscará pacientemente otra fórmula. Pero su visión permanecerá... El fin del mundo es el tiempo del nacimiento de una Humanidad Nueva y de la cosecha.Se puede señalar que Teilhard intentó hacer comprender en forma velada que el mundo está pre-adaptado a su fin sobrenatural, es un mundo en gestación en el que los dolores del parto son fecundos. La Parusia no es un hecho catastrófico. El llamado Fin del Mundo es el natural tiempo de nacimiento de una nueva humanidad donde actuaremos como superhombres ya que el hombre es el eje y flecha de la evolución. La cosecha de lo sembrado es el paso a la Superhumanidad. Supone Teilhard que llegada la humanidad a un cierto punto crítico evolutivo de maduración colectiva, entonces está preparada para recibir a Jesucristo. Es decir, se debe alcanzar el cielo por el perfeccionamiento de la Tierra. Veamos:
Lo que me da cierta seguridad, y al mismo tiempo me salva, es que si por una parte se levanta ante mi todo un muro de representaciones y convenciones eclesiásticas, y de manera más que definitiva, por otro lado jamás me he sentido más cerca de lo que creo son los profundos ejes del cristianismo: el valor tiene que venir del mundo, primado del espíritu y de la personalidad, personalidad divina... Lo que intento es relatar, tal como yo los entiendo los desarrollos de una experiencia personal y no fijar una apologética general. Yo creo que el universo es una evolución. Yo creo que la evolución va hacia el espíritu. Yo creo que el espíritu se completa en el aspecto personal. Yo creo que el aspecto personal supremo es el Cristo universal. Creer significa realizar una síntesis intelectual. Creer significa desarrollar un acto de síntesis cuyo primer origen es inalcanzable. De esta doble proposición se sigue que para demostrarme a mí mismo mi fe cristiana, no sabría emplear otro método que el de verificar en mí mismo la legitimidad de una evolución psicológica.Robert Speaight, uno de sus biógrafos escribe en su extensa Biografía dedicada al sabio sacerdote en la que señala que quizás su última carta fue la dirigida al Provincial de la Compañía de Jesús, donde le dice: Lo que el mundo espera de la Iglesia de Dios es una generalización y una profundización del significado de la Cruz. En un universo que está en camino de la unificación con Dios, la Cruz se convierte cada vez más en el símbolo y expresión de la evolución toda entera... Esto es lo que yo creo y lo que yo deseo tanto confesar públicamente antes de morir. Con sentidas palabras Speaight al finalizar su libro agrega:No parece que el cristianismo crea en el progreso humano. O bien no ha evolucionado, o bien su sentido de la tierra se ha adormecido... Siendo así, ¿cómo podría yo dejar de sentir-cuando toda mi semilla radica en la propia materia-que mi adhesión a su moral y a su teología no es sino algo forzado y convencional? Mis supremas esperanzas, las mismas que los panteístas de Oriente y de Occidente no han podido satisfacer, se ven más que colmadas por la fe en Jesús; pero, por otro lado, ¿no constituye esto el único lazo para que me retire del mundo y sobre el que yo podría alzarme para alcanzar una inmortalidad divina: la fe en el mundo? ¿Presenta mi religión individual exigencias tan excepcionales como nuevas que no pueden ser satisfechas por ninguna de las antiguas fórmulas?
El Cristo universal, tal y como yo lo entiendo, es una síntesis de Cristo y del universo. Nada de una nueva divinidad, sino la inevitable explicación del misterio en el que se resume el cristianismo: la encarnación... A primera vista el catolicismo ya me había decepcionado, tanto por sus insípidas representaciones del mundo como por su incomprensión del papel que desempeña la materia. Ahora me doy cuenta que además del Dios encarnado, que me ha revelado el catolicismo, mi único camino de salvación es el de incorporarme al universo. Simultáneamente, quedan satisfechas, dirigidas y aseguradas mis más profundas aspiraciones "panteístas". El mundo que me rodea se convierte en algo divino.
Y sin embargo, ni me destruyen estas llamas, ni me disuelven estas mareas, ya que, al revés de los falsos monismos que la pasividad empuja hacia la inconsciencia, el "pan-cristianismo" que yo descubro emplaza el lugar de unión en el término de una laboriosa diferenciación. No conseguiré convertirme en el otro si no es siendo absolutamente yo mismo. No conseguiré llegar hasta el espíritu si no es extrayendo al máximo la potencialidad de la materia. El Cristo total sólo se consuma y se hace asequible al término de la evolución universal. La única conversión posible del mundo y la única forma imaginable para una religión del futuro me parece que sería una convergencia general de las religiones en un Cristo universal que en el fondo satisficiese a todas ellas.
El cuerpo fue embalsamado y colocado en la capilla de San Ignacio. Estaba revestido con una casulla blanca, con un crucifijo y un rosario entre las manos. El martes de Pascuas el Padre de Breuvery celebró una misa rezada de Requiem y la sencillez casi descuidada de estos ritos no parecían sino subrayar la oscuridad en que Pierre Teilhard de Chardin creía que estaba destinado a morir, Para Valensin ( su amigo Augusto Valensin no bien visto por la amistad con de Chardin) se llenó la catedral de Niza y en sus funerales ofició el obispo. Pero para Teilhard ni el "In Paradisum" se cantó, y no había presentes más que un puñado de personas... Cuando se le enterró a 60 kilómetros río arriba de Nueva York, en las orillas del Hudson. En virtud de una extraña ironía, la "materia" que Teilhard había amado tanto por su consistencia, estaba demasiado blanda para recibir su cuerpo. Así se le dejó en una capilla hasta que la tierra endureciese. Cuando al fin pudo ser enterrado junto a sus hermanos de la Compañía de Jesús, no había nadie presente. Pero su sepulcro no tardaría mucho en empezar a reunir gran número de gentes.
B
El Dios esperado por el siglo
veinte tiene que ser una deidad
"tan vasta y misteriosa" como el cosmos
mismo,
tan
"inmediata como la vida" y tan "vinculada con nuestro
propio esfuerzo como la
humanidad" misma.
p. j. Pierre Teilhard de Chardin
APUNTES DE BIBLIOTECA
Buscando entre los libros de mi biblioteca, encontré, y entre lo encontrado quiero resaltar someros aspectos de la línea de pensamiento que Teilhard de Chardin nos legó y que hace algunos años destaqué:
1
GÉNESIS DE UN
PENSAMIENTO
Cartas
de Pierre a su hermana Marguerite
(1914 - 1919)
* Debo ser bueno con lo
"vulgar" y estar en contacto con ello. Ruega a Dios para que me ayude.
Ahora más que nunca creo que
la vida es bella, incluso en las peores circunstancias -cuando se ve a Dios, que
siempre está en ellas presente-... (28 de mayo de 1915)
* Si quieres sentirte cada vez
más en equilibrio, en medio de los mil tropiezos de la vida libre, aplícate en
aumentar tu impulso personal, tu empuje hacia el bien que has de realizar en
derredor tuyo.
El mayor
sacrificio que podemos, la mayor victoria que podemos alcanzar sobre nosotros
mismos es vencer la inercia, la tendencia al menor esfuerzo.
* Cada universo posible tiene un matiz especial de belleza, incomunicable, por el cual es más perfecto que los demás.
* Hay que dejar que los demás se apoyen en nosotros, incluso cuando nos sentimos vacilantes y preocupados por encontrar un apoyo para nosotros mismos. Nosotros después.
* Dios sabe si yo creo en el éxito final del Mundo y en el progreso, a pesar de todo, de la Vida, yo tengo fe en la Vida.
* Para un cristiano, la reina de las virtudes es la humildad.
* Cuanto más renuncia uno a preocuparse excesivamente de sí mismo, cuanto más se deja pasar a los otros por delante, más manso y más bueno se hace uno, más feliz y poderoso sobre los otros seres.
* Tengo más bien la naturaleza del taladro que horada que la del aceite que hace más suave la marcha del Progreso.
* No se qué clase de monumento elevará más tarde el país sobre la costa de Froideterre en recuerdo de esta gran batalla (1916). Uno sólo sería el adecuado: un gran Cristo. Solamente la figura del crucificado puede recoger, expresar y consolar el horror, la belleza, la esperanza y el profundo misterio que hay en semejante desencadenamiento de lucha y de dolores... Puntos dolorosos, pero donde se elabora un gran porvenir.
* Ha llegado la hora de tomar directamente aparte la materia, la vida orgánica y la vida colectiva, y de dominarla, experimentarla y hacerle dar sus secretos y su potencia.
* Me parece que es una obligación fundamental para el hombre, extraer de sí mismo y de la tierra todo lo que ella pueda dar, y esta obligación es tanto más apremiante cuanto que ignoramos absolutamente los límites, quizá todavía lejanos, que Dios ha puesto a nuestro conocimiento y a nuestras potencias naturales. Crecer y realizarse lo más posible, tal es la ley inmanente del ser. No puedo creer que Dios, al abrirnos las perspectivas de una Vida más divina, nos haya dispensado de proseguir, incluso en su plano natural, la obra de la Creación. Me parece que sería "tentarle" dejar al mundo seguir su curso, sin tratar de dominarlo y de comprenderlo mejor. Hay que esforzarse por disminuir la muerte y el sufrimiento. Hay que hacer progresar en su sentido el dogma revelado, por medio de una crítica más profunda de la verdad. Me atrevería casi a decir que la fe religiosa sólo es legítima en una Humanidad que realiza constantemente un apoyo tal sobre lo Desconocido, que cualquier otra Divinidad distinta a Nuestro Señor adorado, aparecería, si, cosa que es imposible, permaneciese todavía oculta... ¡Sería una objeción a la verdad de la Iglesia poder reprocharla que hace perezosos!...
* Siempre se desprende la misma conclusión: el reino de Dios utiliza todo, el éxito y el sufrimiento, las simpatías y las repugnancias. Triunfa sobre todo en éstas, pero se apoya igualmente sobre aquéllas,
* Mientras yo hablaba de los ritos, de la práctica y de las instituciones externas, cuya necesidad es menos evidente que la de los dogmas, no podía dejar de sentirme seducido por esta forma más espiritualizada, aparentemente, de una religión que estaría toda contenida en el corazón y en la intención.
* Ninguna luz nos es dada para nosotros solos, y se alimenta en nosotros cuando la comunicamos.
* No olvides que Nuestro Señor ha venido sobre todo para los que encuentran la vida difícil de sobrellevar, y que con ellos se muestra más acogedor.
* Esto me incita a seguir precisando mis puntos de vista acerca de la conciliación que entreveo entre la pasión de la tierra y la pasión de Dios, en el terreno del esfuerzo humano, incluso natural.
* Cuanto más pienso en ello más me convenzo que la muerte es una liberación y un alivio, por la invasión e intrusión de todo lo nuevo que ella representa en nuestro desarrollo individual, a despecho, incluso, de lo que tiene de esencialmente doloroso... Sería tan asfixiante sentirse irremediablemente confinado en esta cara superficial y experimental de nuestro Cosmos... La muerte libera, y si no existiese la muerte, la tierra parecería asfixiante.
* ¡Qué difícil resulta para el alma soportar el peso del Mundo al que está soldada, y al que no puede animar en su conjunto!
* Es cierto, mi gusto por la Tierra es muy extraño y, a primera vista, anticristiano... La verdadera tierra, para mi, es la porción elegida del Universo, dispersa todavía un poco por todas partes, y en vías de lenta segregación, pero que, poco a poco, toma cuerpo y figura en Cristo.
* La moralidad es la culminación del pensamiento y de la libertad, lo mismo que éstas lo son del despertar síquico de la vida. Desde un punto de vista puramente científico, hay que decir que la moralización de las almas es lo que más directamente prolonga el trabajo de la evolución. De este modo, se sueldan en nuestra naturaleza los supremos deberes de la renuncia, la caridad y la pureza.
* Evidentemente, el camino donde coordinar el esfuerzo disperso de los seres humanos hay que buscarlo en el perfeccionamiento natural de las almas, que se consigue mediante el esfuerzo combinado de toda ciencia, de toda estética y de toda moral.
* Lo he dejado así por no poder expresarme mejor y porque me parece que, bajo unos términos un poco falsos o contradictorios, se esconde "una dirección de verdad", que resultaría empobrecida por un lenguaje más correcto en su lógica o en su ortodoxia superficial.
* Estoy fielmente convencido que la sustancia de nuestros estados de conciencia, es decir, la materia del Universo, en tanto que es experimentada por nosotros, representa lo absoluto. Lo absoluto no está solamente en la percepción de las verdades y de los principios; está, sobre todo, en la corriente vital que sentimos en nosotros, matizada y modelada por el contacto con los innumerables fenómenos.
* La fe es el elemento que estabiliza y diviniza nuestro futuro.
* Creamos, y entonces el Futuro se disciplinará y se hará inofensivo.
* La confianza en Dios no suprime la muerte, sino que la convierte en un acceso a una vida superior.
* He adquirido hasta tal punto el hábito de vivir en mi "universo", que he perdido sensiblemente la noción de lo que es extraño o familiar a los demás.
* El viaje ha sido excelente y
lo he pasado meditando en todo lo que hemos dicho y leyendo a Schuré (Los
grandes Iniciados). La introducción me ha entusiasmado. Por el contrario,
Rama me parece terriblemente imaginativo y de una ciencia más que
superada. Pero como tú has advertido es el alma de Schuré lo interesante,
tanto al menos como las de sus iniciados. (4 de noviembre de
1918)
Ayer, junto a
la estufa, escribí en un cuaderno de notas, que exigirían precisamente ahora un
esfuerzo de redacción. Schuré sirve para tonificar el espíritu; hace sentir y
pensar en el orden de las realidades que a ambos nos interesan.
Desgraciadamente, es una lástima que sea tan fantástico y, por otra parte, dé
tan pocos medios para controlarle. Leyéndole, me he percatado, una vez más, del
peligro que amenaza a los místicos naturalistas que buscan los misterios en el
plano mismo de nuestras experiencias y de nuestro Universo sensible, y no en un
círculo del Universo más profundo que nuestro mundo. Este error de perspectiva
da a las más bellas iniciaciones un aire infantil, o una nota de iluminismo, de
las que hay que protegerlas y liberarlas a toda costa. El verdadero esoterismo,
la verdadera Gnosis, no afecta en modo alguno al orden científico, y no nos
permiten hacer que se desvanezca ante nosotros el velo irritante que encubre los
fenómenos. El Misterio, para cada círculo del Mundo, está en el
Círculo siguiente: he aquí el principio que debe proteger a mi mística de
todo ensueño y de todo ridículo. (20 de noviembre de 1918)
* Es preciso que tengamos una fe absoluta en la potencia de esa Virtud Divina para propagarse y transformar las almas; y es preciso, igualmente, que el mayor interés de nuestra vida esté en sentirla crecer dentro de nosotros y en irradiarla.
* La Iglesia, o más exactamente, sus administradores, ignoran actualmente lo que es la vida real.
* Por de pronto, he podido
ponerme de nuevo a leer a Schuré. Me ha proporcionado un gran placer, bastante
complejo: alegría de encontrar un espíritu extraordinariamente simpático al mío,
-excitación espiritual al tomar contacto con el Mundo, -satisfacción de
comprobar las cuestiones que me preocupan, que son precisamente las que han
animado la vida profunda de la humanidad, -placer de ver que mis intentos de
solución están, en suma, perfectamente de acuerdo con los puntos de vista de los
"grandes iniciados" sin alterar el dogma, y tienen al mismo tiempo su fisonomía
particular y original. Esta clara visión de lo que me conviene, por el
contrario, es artificial o insuficiente en la concepción de Schuré no te costará
trabajo comprender que ha sido para mí una gran satisfacción y un motivo de
aliento: me ha hecho sentir mis fuerzas redobladas.
De la lectura de esas páginas
que aún no he terminado de leer, tengo conciencia de haber sacado un
afianzamiento mayor en mi convicción de la necesidad que tiene la Iglesia de
presentar el dogma de una manera más real, más universal, -más "cosmogónica",
por así decir. La conciencia humana y la conciencia misma del dogma así lo
exigen. He sentido crecer aún más en mi espíritu la importancia del problema de
la creación considerada no en su fase actual evolutiva, sino primera involutiva.
¿Cuál es el origen de la multiplicidad inferior? ¿A qué "necesidad" responde esa
dispersión fundamental del ser, arrojado de su fuente antes de volver a ella? En
tanto que ese problema no sea esclarecido, aunque sea de manera vaga, creo que
será posible comprender el valor de las almas y de la Encarnación... (13
de diciembre de 1918)
* Lo que cada vez me resulta más evidente, es que no sabré llevar el Evangelio más que "a los que buscan", y solamente predicándoles "que sigan buscando".
* La transfiguración se está convirtiendo para mí en una fiesta predilecta, porque expresa exactamente lo que yo más amo en Nuestro Señor y lo que más ardientemente espero de Él. Que la bienaventurada transformación de todas las cosas se haga en nosotros y ante nosotros.
* El mejor método de propagar nuestras ideas es el de partir, ante todo, de la teología, de las escrituras y de la práctica de la Iglesia en mística. Al mismo tiempo que he precisado mis puntos de contacto con mis amigos, he tomado más clara conciencia de lo que me separa de ellos en el sesgo espiritual. Me preocupa mucho menos que a ellos el lado metafísico de las cosas, lo que hubiera o no podido ser, las condiciones abstractas de la existencia: todo esto me parece irremediablemente falaz o frágil. Veo que soy asensible hasta la médula a lo real, a lo que es de hecho. Lo que me preocupa es hallar las condiciones del progreso tal como se ofrece a nuestros ojos y no un supuesto desarrollo teórico del Universo partiendo de los primeros principios. Por esta tendencia yo seré siempre un filisteo para los filósofos de profesión: pero yo siento que mi fuerza está en mi fidelidad a seguirla.
* Pero el futuro es más bello
que todos los pasados. Esa es mi fe, tú lo sabes. (5 de septiembre de
1919)
¿Sabría él (mi hermano Pierre), revelar algún día lo que había visto, sentido y pensado durante este período extraordinario, del cual salió transformado? En la víspera de su desmovilización se plantea ansiosamente la pregunta:
¿Seré escuchado alguna vez?
Claude
Aragonnes
(Marguerite Teilhard-Chambon)
Julio de 1959
2
ESCRITOS DEL TIEMPO DE GUERRA
* La persona, la mónada humana, como toda mónada es esencialmente cósmica.
* La continuidad del Éter no puede llegar a ser rota por la fuerza ni descompuesta por el análisis: no se le debe comparar con la textura de un líquido en el que se adensa la multitud sin número de mil variedades de partículas, sino con la condición inimaginable de un centro infinitamente distendido en el espacio, siempre el mismo y siempre diferente de sí mismo.
* En virtud de su materia
común, todos los vivientes no son más que uno.
A través y a favor de la
Metria que se deshace, la Vida asciende acompañando al trabajo de
organización exterior que lleva a cabo a través de los individuos, de un
repliegue interno especial gracias al cual aparece, en el corazón de la Materia,
una figura cada vez más consciente.
La misma pluralidad de las
tentativas llevadas a cabo para plegar la Materia a la espontaneidad, para
organizarla en centros receptores de energías cósmicas, se funde en la unidad de
una misma dirección general, la que conduce a la libertad y a la luz.
¡Qué importan estos fracasos
secundarios! El trabajo y el logro del conjunto es lo que cuenta. A través y por
encima de los fracasos parciales prosigue el esfuerzo ascensional... Asciende,
infaliblemente, hacia un sistema nervioso mejor trabado, hacia el cerebro sobre
todo, donde el pensamiento podrá hacerse cargo de sí mismo puntualmente, sin
aberración.
¡Qué ciegos e
"inhumanos" son, por tanto, aquellos que mientras contemplan el Universo
pretenden ignorar todo eso!
* Descendemos dentro de
nosotros mismos, vuelvo a decir, y nos quedamos aterrados de encontrar allí,
por debajo del hombre de las relaciones y de la reflexión superficiales,
un desconocido, apenas desprendido del inconsciente, todavía medio adormecido, a
falta de excitante apropiado, cuyos rasgos, en la penumbra, parecen tener que
ver con la figura del Mundo.
No, no hay choque tan brutal
ni roce de caricia que sean comparables a la vehemencia y a la sugestión de esta
toma de contacto de nuestro individuo con el Universo cuando, bajo la
banalidad de nuestras experiencias más familiares, advertimos
súbitamente, poseídos de un terror sagrado, que el inmenso Cosmos aflora en
nosotros.
* El vidente seguirá su camino con la certidumbre que muchos comprenderán su lenguaje y que le esperan, dolidos y disminuidos, porque dentro de ellos gritan aspiraciones secretas y que no son capaces de formulárselas. He aquí la fórmula liberadora: no basta al hombre, venciendo su egoísmo, vivir socialmente. Tiene necesidad de vivir con todo su ser, en unión con el conjunto del mundo que le sostiene, cósmicamente.
* Para crecer en la verdad hay que caminar con la espalda vuelta a la Materia y no trabajar por alcanzarla para fundirse con ella.
* Bajo el esfuerzo combinado de la ciencia, de la moralidad, de la asociación, se está formando una Superhumanidad, cuya fisonomía, tal vez, tendrá que ser buscada por el lado del Espíritu.
* Porque la Materia es oscura, pesada, pasiva, dolorosa, nociva, mientras que el Progreso se aventura hacia la luz, la espontaneidad, la libertad, la felicidad, la purificación del ser... El sentido y el interés del trabajo del Mundo consisten quizá en espiritualizar a la Materia, o, si ésta se muestra como incapaz de tal transformación, en eliminarla.
* Todo lo que existe se basa en el pensamiento, no en el Éter.
* Por medio de un
adiestramiento mental sui generis combinado con una mejor organización de
las relaciones entre mónadas, el individuo puede concurrir a conseguir que la
conciencia y la agilidad refluyan en la multitud atómica y en la multitud
humana, en la Materia inorgánica y viviente, y en la Metria social. Tal es la
tarea cósmica, que conduce a la Humanidad a la liberación y a la dicha.
Cuando reine por todas partes
la armonía final... entonces ni el dolor, ni la maldad, ni las tinieblas,
desfigurarán ya el Cosmos regenerado. Todo lo que había venido siendo
embrutecimiento secundario, relaciones falsas o culpables, todo el mal físico y
moral, toda la parte mala del Mundo, habrá desaparecido; el resto habrá
florecido de nuevo, el Espíritu habrá absorbido la Materia.
* Dios se halla en el nacimiento, en el crecimiento, en el final de todas las cosas. Todo vive y se eleva, en consecuencia todo es uno. ÉL y por ÉL...
* Cuanto más desciendo dentro de mí más encuentro a Dios en el corazón de mi ser.
* Desde el momento que el Progreso inmanente es el Alma natural del cosmos, y que el cosmos, a su vez, se halla centrado en Jesús, ha de admitirse como demostrado que, de una u otra manera, la colaboración del Devenir cósmico constituye una parte esencial y primaria de los deberes del cristiano.
* El Mundo ha salido de Dios para volver, enriquecido y purificado, a Dios: tal es el plan del Universo.
* Admito, en primer lugar, que
el Universo se halla sometido a un Devenir, que le constituye poco a poco
en lo que debe ser, formándose sucesivamente los elementos más perfectos del
Mundo en medio de los menos perfectos, a partir de los estados inferiores de la
existencia. Ningún postulado me parece hallarse establecido sobre una superficie
de experiencia y de crítica más extensa que el de la Evolución. Lo adopto, por
tanto como resolución.
Admito, en segundo lugar, que la evolución universal tiene un sentido
absoluto, el cual se dirige hacia el Espíritu. Este segundo postulado
es resultado, como el primero, de inferencias y de inducciones demasiado
extensas para ser aquí pormenorizadas. Me limitaré a decir que, lo mismo a
priori que a posteriori, la espiritualización progresiva de las
conciencias aparece como el único carácter variable que permite seguir, en
dirección y en volumen, la curva esencial del Devenir, en medio del dédalo de
las evoluciones particulares. El afinamiento del psiquismo de las mónadas fija
su posición verdadera, absoluta, en la serie ascendente de los seres.
* La unión de una pléyade en una mónada de orden superior exige una verdadera refundición, y acaba por formar una sustancia nueva, formada en cada caso por un principio de unión completamente nuevo (alma) que envuelve un agregado de unidades antiguas. La unión ontológica es propiamente creadora. La creación se realiza al unir; y la unión verdadera no se obtiene más que al crear.
* En el Hombre, por el
contrario, los componentes orgánicos consiguen centrarse, y desde ese
instante aparece por primera vez en el mundo una sustancia espiritual, a saber,
el centro mismo de la unificación. En el Hombre, el cuerpo puede desaparecer;
pero siendo el principio de su unión rigurosamente puntiforme, le sobrevivirá...
Aparte de hallarse el alma humana con certeza incompletamente espiritualizada
(hay grados innumerables en el mundo del espíritu), continúa teniendo necesidad
de la materia como de un medio fisiológico o nutritivo, en el que se prolonga
por mediación del cuerpo..
Lo Múltiple es la cara inferior separable del alma racional; y el alma es el
punto de convergencia desprendible de la Materia.
* Indudablemente, tenemos conciencia de llevar en nosotros algo más grande y más necesario que nosotros mismos; algo que existía ya antes de nosotros y que hubiera podido continuar existiendo sin nosotros; algo en lo que vivimos y que no agotamos; algo de lo que nos beneficiamos, pero cuyos dueños no somos; algo que habrá de acogernos cuando escapemos a nosotros mismos por la muerte y parezca que va a disiparse todo nuestro ser.
* El alma se siente realmente cogida entre dos absolutos: el de experiencia o Universo y el de la Revelación del Dios trascendente.
3
HIMNO DEL UNIVERSO
* Ya que, una vez más, Señor, ahora ya no en los bosques de Aisne, sino en las estepas de Asia, no tengo ni pan, ni vino, ni altar, me elevaré por encima de los símbolos hasta la pura majestad de lo real, y te ofreceré, yo, tu sacerdote, sobre el altar de la Tierra entera, el trabajo y el dolor del Mundo.
* A aquellos, sobre todo, que, en la verdad o a través del error, en su despacho, en su laboratorio o en su fábrica creen en el progreso de las Cosas y perseguirán apasionadamente hoy la luz.
* Estamos dominados por la tenaz ilusión de que el Fuego, ese principio del ser, surge de las profundidades de la Tierra, y que su llama se enciende progresivamente a lo largo de la brillante estela de la Vida. Me has concedido la gracia, Señor, de comprender que esta visión era falsa y que, para poder descubrirte, tendría que invertirla.
* Al principio no existían el
frío y las tinieblas; existía el Fuego. Esta es mi Verdad.
Así, pues, lejos que de
nuestra noche brote gradualmente la luz, es la luz precisamente la que, con
paciencia e infaliblemente, elimina nuestras sombras.
* Mi amigo (él mismo
Teilhard) ha muerto, aquel que bebía en toda vida como en una fuente
santa. Su corazón le abrasaba por dentro. Su cuerpo ha desaparecido en la
Tierra, delante de Verdún. Ahora puedo repetir algunas de sus palabras, aquellas
palabras con que una tarde me iniciaba en la visión intensa que iluminaba y
pacificaba su vida.
¿Quieres saber, me decía, cómo el Universo potente y múltiple ha adquirido para
mí la figura de Cristo? Esto sucede poco a poco, y es difícil analizar con
palabras intuiciones tan renovadoras como éstas. Eso no obstante, puedo contarte
algunas de las experiencias que allá arriba han introducido la luz en mi alma,
como si se levantara, por etapas, un telón...
* Esta vez se posesionó de mi un sentimiento nuevo, el cual dominó muy pronto toda otra preocupación de recogimiento y de adoración. Experimenté repentinamente cuánto hay de extraordinario y de engañoso en tener tan cerca de sí la Riqueza del Mundo y la Fuente de la Vida, sin poder poseerlas interiormente, sin llegar a penetrarlas ni asimilarlas. ¿Cómo podía ser que Cristo estuviese a la vez tan cerca de mi corazón y tan distante? ¿Tan unido a mi cuerpo y tan distante de mi alma?
* No digas nunca, como hacen algunos: "la Materia está gastada, la Materia está muerta". Hasta el último instante de los Siglos, la Materia será joven y exuberante, resplandeciente y nueva para quien quiera.
* No, la pureza no consiste en
la separación, sino en una penetración más profunda del Universo. Consiste en el
amor de la única Esencia, incircunscrita, que penetra y actúa en todas las cosas
por dentro, más allá de la zona mortal en que se agitan las personas y los
números. Radica en un casto contacto con aquel que es "el mismo en
todos".
¡Qué
hermoso es el Espíritu cuando se eleva adornado con las riquezas de la
Tierra!
¡Báñate en la
Materia, hijo del Hombre! ¡Sumérgete en ella, allí donde es más impetuosa y más
profunda! ¡Lucha en su corriente y bebe sus olas! ¡Ella es quien ha mecido en
otro tiempo tu inconsciencia; es ella quien te llevará a Dios!
* Energía Material y Energía
Espiritual, sin duda alguna, se sostienen y se prolongan una en otra por
medio de algo. En el fondo, de alguna manera, no debe haber actuado
en el Mundo más que una Energía única. Y la primera idea que nos viene a la
mente es la de representarnos el "alma" como un foco de transmutación, hacia el
cual, a través de todas las avenidas de la Naturaleza, la fuerza de los cuerpos
convergerían para interiorizarse y sublimarse en belleza y en verdad.
Ahora bien, esta idea, tan
seductora, de una transmutación directa de una en otra de las dos
Energías, debe abandonarse ya, apenas entrevista. Y ello porque, tan claramente
como su ligazón, se manifiesta su mutua independencia en cuanto se intenta
acoplarlas.
"Para pensar
hay que comer", insisto. Pero, como contrapartida, ¡cuántos pensamientos
distintos para el mismo trozo de pan! Como las letras de un alfabeto, del cual
pueden salir tanto la incoherencia como el más bello poema nunca oído, las
mismas calorías parecen tan indiferentes como necesarias a los valores
espirituales que alimentan...
* Pero ¿qué será de nuestros espíritus, Dios mío, si no tuvieran por alimento el pan de los objetos terrestres, el vino de las bellezas creadas para embriagarlos, el ejercicio de las luchas humanas por fortificarlos? ¡Qué menguadas energías, qué corazones exangües te ofrecerían tus criaturas, si llegaran a separarse prematuramente del seno providencial en las que las has situado! Señor, explícanos cómo, sin dejarnos seducir, podemos mirar a la Esfinge.
* El mundo se construye. He aquí la verdad fundamental que es preciso comprender en primer lugar, y comprender tanto que se convierte en una fuerza habitual y como natural de nuestros pensamientos. A primera vista, los seres y sus destinos corren el riesgo que se nos aparezcan como distribuidos al azar, o, al menos, de una manera arbitraria, sobre la superficie de la Tierra. Por un momento podríamos pensar que cada uno de nosotros hubiera podido nacer indiferentemente más pronto o más tarde, aquí o allí, más felices o menos afortunados: como si el Universo formase, desde el comienzo hasta el final de su historia, en el Tiempo y en el Espacio, una especie de vasto jardín en el que las flores son intercambiables a voluntad del jardinero. Esta idea no parece justa. Cuanto más se reflexiona, sirviéndose de todo lo que nos enseñan, cada una en su línea, la ciencia, la filosofía y la religión, más se convence uno que el Mundo debe compararse, no a un haz de elementos artificialmente yuxtapuestos, sino más bien a algo así como un sistema organizado, animado de un amplio movimiento de crecimiento que es peculiar suyo. Hay un plan de conjunto que parece estar realizándose a nuestro alrededor en el curso de los siglos. Hay un plan en marcha en el Universo, un resultado en juego, que no admite mejor comparación que con una gestación y un alumbramiento: el alumbramiento de la realidad espiritual formada por las almas y por lo que ellas encierran en sí de materia. La Tierra nueva se concentra, se desglosa y se purifica laboriosamente a través y a favor de la actividad humana. No, nosotros no somos comparables a los elementos de un ramillete, sino a las hojas y a las flores de un gran árbol, sobre el que todo aparece a su tiempo y en su lugar, a la medida y a los postulados del Todo.
* En el Universo, el Espíritu,
y en el Espíritu, la región moral, son por excelencia el sujeto
actual del desarrollo de la Vida. Ahí es, en esa médula plástica de
nosotros mismos, donde la gracia divina se suma a los impulsos de la Tierra,
hacia donde hay que conducir vigorosamente el poder de la Fe.
Ahí es, sobre todo, donde la
Energía creadora nos espera, seguramente, pronta a transformarnos más allá de
todo lo que el ojo humano ha visto jamás o escuchado su oído.
* Es necesario haber experimentado profundamente la pena de verse sumergido en lo múltiple, que revolotea y se esfuma entre nuestros dedos, para merecer gustar el entusiasmo que se apodera del alma cuando ve, bajo la acción de la Presencia universal, que lo Real se ha hecho no sólo transparente, sino sólido. Ahora ya el principio incorruptible del Cosmos ha sido hallado, se ha derramado por todas partes. El Mundo está lleno, y está lleno de lo Absoluto. ¡Qué liberación!
* Si, es el hecho de hallarse en sí mismo "reflexivo" lo que hace al ser verdaderamente "inteligente", ¿podemos dudar seriamente que la inteligencia sea el atributo evolutivo del Hombre solo? ¿Y podemos, en consecuencia dudar en reconocer, por no sé qué falsa modestia, que su posesión no representa para el Hombre un avance radical sobre toda la Vida anterior a él? El animal sabe no lo dudamos. Pero ciertamente no sabe que sabe; de otra manera, hace tiempo que hubiera multiplicado las invenciones y desarrollado un sistema de construcciones internas que no se podrían escapar a nuestra observación. Por consiguiente, un sector de lo Real le está cerrado, un sector dentro del cual nos movemos nosotros, pero en el cual él no podría entrar. Un foso -o un umbral- infranqueable para él nos separa. En relación con él, por el hecho de ser reflexivos, no sólo somos diferentes, sino otros. No sólo simple cambio de grado, sino cambio de naturaleza, resultado de un cambio de estado.
* Para quien percibe el Universo bajo la forma de una subida laboriosa en común hacia la conciencia suprema, la Vida, lejos de parecer ciega, dura o despreciable, se carga de gravedad, de responsabilidades, de nuevas ligazones.
* El Mundo jamás será lo bastante vasto, ni la Humanidad lo bastante fuerte como para ser digna de Aquel que los ha creado...
* Si realmente el Mundo representa una obra de conquista actualmente en curso, si realmente, merced a nuestro nacimiento, nos encontramos inmersos en plena batalla, entrevemos que, para lograr la culminación del esfuerzo universal del que somos a la vez colaboradores y prenda, es inevitable que exista el dolor. El Mundo, visto experimentalmente, a nuestra escala, es un inmenso tanteo, una inmensa búsqueda, un inmenso ataque: sus progresos no pueden cuajar sino al precio de muchos fracasos y de muchas heridas. Los que sufren... no hacen sino pagar el precio de caminar hacia adelante y del triunfo de todos. Son los caídos en el campo de honor.
* Lo que la Pureza opera en el interior del ser individual, la Caridad lo realiza en el seno de la colectividad de las almas.
* Al vivir en un Mundo, al cual podemos decir con justicia que revolucionó la Ciencia, hemos aceptado el papel social de ésta, incluso su culto mismo. A pesar de todo ello, la dejamos todavía crecer al azar, casi sin ningún cuidado, como estas plantas salvajes cuyos frutos recogen los pueblos primitivos en el bosque.
* Esto equivale a decir que la
Trama del Universo, al hacerse pensante, no terminó aún su ciclo evolutivo y
que, por consiguiente, estamos avanzando hacia adelante, en la dirección de
algún nuevo punto crítico. La Biosfera, a pesar de sus relaciones orgánicas,
cuya existencia se nos ha revelado por todas partes, no formaba aún sino un
conjunto de líneas divergentes y libres por sus extremos. Bajo los efectos de la
Reflexión y de los repliegues que ésta comporta, las cadenas se cierran, y la
Noosfera tiende a constituirse en un único sistema cerrado, en el cual cada
elemento, por sí mismo, ve, siente, desea y sufre las mismas cosas que todos los
demás simultáneamente.
Una
colectividad armonizada de conciencias, equivalente a una especie de
superconciencia, la Tierra cubriéndose no sólo de granos de pensamientos,
contándose por miríadas, sino envolviéndose en una sola envoltura pensante hasta
no formar funcionalmente más que un solo amplio Grano de Pensamiento a escala
sideral. La pluralidad de las reflexiones individuales agrupándose y
reforzándose en el acto de una sola Reflexión unánime.
* La muerte es la encargada de practicar hasta el fondo de nosotros mismos la abertura requerida. Nos hará experimentar la disociación esperada. Nos pondrá en el estado orgánico que se requiere para que penetre en nosotros el Fuego divino. Y así, su poder nefasto de descomponer y de disolver se hallará puesto al servicio de la más sublime de las operaciones de la Vida. Lo que era por naturaleza vacío laguna, retorno a la pluralidad, puede convertirse, para cada existencia humana, en plenitud y en unidad con Dios.
* En este amor tiende a borrarse toda distinción entre egoísmo y desinterés. Cada cual se ama y se continúa en la consumación de todos los demás, y el menor gesto de posesión se prolonga en esfuerzo por alcanzar, en el más lejano futuro, lo que será lo mismo en todos.
* Sólo el amor, por la sencilla razón de ser el único que toma y reúne a los seres por el fondo de sí mismos, es capaz de dar plenitud a los seres, como tales, al unirlos.
4
LA ENERGÍA HUMANA
* Observaremos cualquiera de las unificaciones de convergencia que se operan en el campo de nuestra experiencia: agrupación de células en un cuerpo viviente, agrupación de individuos y de funciones en un organismo social, agrupación de almas bajo la influencia de un gran amor. Y llegamos a una conclusión de hecho que justifica fácilmente la teoría: los fenómenos de fusión o de disolución no son en la Naturaleza más que el signo de un retorno a la dispersión dentro de lo homogéneo. La unión, la verdadera unión hacia lo alto, en el espíritu, acaba por constituir, en su perfección propia, los elementos que domina.
* La marea humana lo ha cubierto todo. La Tierra está definitivamente cercada por el espíritu. Y, bajo el progreso constantemente acelerado de los medios de comunicación aéreos y etéreos, disminuye a ojos vistas, hasta convertirse en un ámbito irrisoriamente pequeño. Paralelamente a esta reducción geográfica, el mundo sufre claramente otros géneros de agotamiento bajo nuestras continuas investigaciones.
* La unión diferencia. En virtud de este principio fundamental, las personalidades elementales pueden, y no pueden otra cosa, afirmarse al tener acceso a una unidad psíquica o Alma más elevada. Pero esto, sin embargo, con una condición: que el Centro superior al que ellas van a unirse sin mezclarse, tenga su propia realidad autónoma. Puesto que no hay fusión ni disolución de las personas elementales, el Centro en que éstas se unen debe necesariamente ser distinto de ellas, tener su propia personalidad.
* El mundo está en vías de reunir en sí los elementos de un cuerpo superior y nuevo. Toda la cuestión reside en que emerja pronto el alma que, con su aparición, vendrá a organizar, a aligerar, a vitalizar este cúmulo de materia estancada y confusa. Pero esta alma, si existe, no puede ser más la "conspiración" de los individuos, asociándose para elevar un nuevo piso al edificio de la Vida. Los recursos de que disponemos hoy, los poderes que hemos desencadenado, no podrán ser absorbidos por el sistema estrecho de los cuadros individuales o nacionales de que se han servido, hasta ahora, los arquitectos de la Tierra humana. Hemos sido conducidos a reunir piezas demasiado grandes para el uso que queríamos darles la edad de las naciones ha pasado. Se trata ahora para nosotros, si no queremos perecer, de sacudir los antiguos prejuicios y de construir la Tierra.
* Demasiado hierro, demasiado trigo, demasiados automóviles; y, además, demasiados libros, demasiadas observaciones; y también demasiados diplomas, demasiados técnicos y demasiados peones, o, incluso, demasiados hijos. El Mundo no puede funcionar sin producir seres vivos, alimentos, ideas. Pero su producción sobrepasa, cada vez más, su poder de consumo y asimilación.
* Nos encontramos, por el juego de nuestro crecimiento, en la doble necesidad de profundizarnos nosotros mismos y simultáneamente de pasar, de alguna manera, a lo que nos rodea. Sucede, pues, sin duda, que estos dos gestos no son tan opuestos como parecen, sino que se encuentran ligados en la armonía de un solo movimiento profundo. El hombre evita comunicarse con otro hombre porque teme disminuir su personalidad al compartirse. Intenta crecer, aislándose. Pues bien: si el universo es orgánicamente posible, lo contrario es lo verdadero. El don que hacemos de nuestro ser, lejos de amenazar nuestro yo, debe tener por efecto perfeccionarlo.
* Viene el tiempo (y llegará) en que la masa se dará cuenta que los verdaderos éxitos humanos son los que triunfan de los misterios de la Materia y de la Vida. Se aproxima el momento en que el hombre de la calle comprenderá que hay más poesía en un instrumento destinado a desintegrar los átomos que en un cañón. Sonará, entonces, para el hombre, una hora decisiva: aquella en que el Espíritu del Descubrimiento absorberá toda la fuerza viva contenida en el Espíritu de la Guerra. Fase capital de la Historia en la que, al sumarse el poder transformado de las armadas y los ejércitos con este otro poder que la máquina habrá liberado, una marea irresistible de energías libres avanzará hacia los círculos más progresivos de la Noosfera.
* Es, evidentemente, muy difícil intentar adivinar lo que será la Tierra después de la duración de un período geológico. Pero un punto, al menos, parece estar fuera de duda por el análisis del hecho presente: es que, a menos que nos resolvamos a admitir que el Cosmos es algo intrínsecamente absurdo, el crecimiento del Espíritu debe ser tenido por irreversible.
* Esta energía cósmica se transforma en el hombre y se manifiesta en él de una triple manera: La energía incorporada es aquella que la lenta evolución biológica de la Tierra ha acumulado y armonizado gradualmente en nuestro organismo de carne y nervios: la sorprendente "máquina natural" del cuerpo humano. La energía controlada es aquella a la que, a partir de sus miembros, el Hombre llega a dominar ingeniosamente a su alrededor con un poder físico, por medio de "máquinas artificiales". La energía espiritualizada, en fin, es aquella que, localizada en las zonas inmanentes de nuestra actividad libre, forma la materia de nuestras intelecciones, afecciones, voliciones... La Evolución cósmica prosigue una obra de naturaleza personal.
* Todo sucede, en suma, como si cada individuo humano representara un núcleo cósmico de naturaleza especial, irradiando alrededor de sí ondas de organización y de alertamiento en el seno de la materia. Un núcleo semejante, tomado con su aureola de animación, es la unidad de la Energía Humana.
* Las energías humanas elementales no actúan en desorden, a capricho de las leyes estadísticas... Tienden a componer sus radiaciones individuales en una pulsación única, es decir, a constituir un conjunto organizado.
* No podemos alcanzar ningún progreso decisivo en nuestras concepciones del mundo animado mientras que, permaneciendo en la escala "celular", no sepamos emerger por encima de los seres vivos para ver la vida, por encima de los hombres para descubrir la humanidad: la realidad física, poderosa, en la que se bañan y se influencian todos los pensamientos individuales hasta formar, por su multiplicidad ligada, un solo espíritu de la Tierra. Flotando por encima de la biosfera, cuyas capas fluyen gradualmente por él, el mundo del pensamiento, la Noosfera, comienza a dejar irradiar su corona.
* La Noosfera es una película casi imperceptible si se la compara con las magnitudes astrales. En realidad, esta delgada superficie es nada menos que la forma más progresiva bajo la que nos es dado comprender y contemplar la energía universal. En esta envoltura tenue pasa la esencia de las inmensidades que bordea: la nota superior alcanzada por la vibración de los mundos.
* La ley de conservación de lo Personal expresa que el ascenso del Espíritu en el Universo es un fenómeno irreversible. De cada nueva cima de conciencia a la que se llega, afirma dicha ley, el Mundo no vuelve a descender ya. Habiendo aparecido la vida una vez en la Materia, el Cosmos no puede ya "desvitalizarse", del mismo modo que el Pensamiento, habiendo nacido una vez en la Vida, no podrá jamás "deshominizarse". Tomada en su conjunto, la Conciencia puede avanzar, pero no retroceder.
* En la riqueza creciente de su formulación, el amor no solamente totaliza las disposiciones psicológicas del Mundo en un momento dado, sino que aclara y resume en él todos los esfuerzos del Pasado: las dos condiciones esperadas por las que podríamos reconocer que representa realmente la forma buscada por la Energía Humana... De donde, finalmente, la sugestión siguiente: Por dos puntos críticos, la Energía Humana ha tomado ya la forma que le conocíamos en este momento: aparición, primero, de la Vida, de donde ha salido la Biosfera; aparición, después, del Pensamiento, terminando en la Noosfera. ¿No estaría en curso, desde el nacimiento cristiano del amor, una metamórfosis ulterior, la última: la toma de conciencia de un "Omega" en el corazón de la Noosfera, el paso de los círculos a su centro común: la aparición de la Teosfera?
* La historia del Mundo se presenta como una vasta cosmogénesis, en el curso de la cual todas las fibras de lo real convergen, sin confundirse, en un Cristo a la vez personal y universal. Rigurosamente y sin metáfora, el cristiano que comprende a la vez la esencia de su Credo y los lazos espacio-temporales de la Naturaleza, se encuentra en la bienaventurada situación de poder, en toda la variedad de sus operaciones, y en unión con la multitud de los demás hombres, manifestarse en un gesto único de comunicación. Viva o muera por su vida y por su muerte, consuma de alguna manera a su Dios, al mismo tiempo que es dominado por él. En suma, perfectamente comparable al punto Omega que nuestra teoría hace prever. Cristo tiende a producir exactamente la totalización espiritual que nosotros esperábamos.
* Para sostener y prolongar el inmenso, incoercible y legítimo ímpetu de investigación en el que se encuentran comprometidos en manera incomparable en nuestra época la mayor y la más viva parte de la actividad humana, es necesaria una fe, una mística. Tanto si se trata de guardar para el hombre el gusto sagrado de su esfuerzo, como si se trata de darle el desinterés requerido para una siempre indispensable colaboración con sus semejantes, una religión es el alma biológicamente necesaria al porvenir de la ciencia. Ya no hay humanidad concebible sin ciencia. Pero no hay ciencia posible sin una religión que la anime. De esta religión en la ciencia, el cristianismo es una fórmula ejemplar. ¿Habrá que añadir que está en ella la fórmula necesaria, como si la Tierra no pudiera ir hasta el final en los desarrollos auténticos de sus actividades más que convirtiéndose? Nos inclinaríamos a creerlo así, a juzgar por la náusea y la desesperación ante el esfuerzo, tan francamente confesadas a nuestros días por no creyentes particularmente lúcidos. No me atrevería a decidir. Queda que el sabio cristiano se presente ante todos como el mejor situado y el mejor armado para desarrollar en sí mismo, y para propagar alrededor de sí, el tipo humano nuevo que hoy parece esperarse para hacer avanzar más lejos la Tierra: el investigador que se consagre, finalmente, por amor, a las tareas de la investigación. No el adorador del mundo, sino que el adorador de algo mayor que el mundo, a través, y más allá, del mundo en progreso. No el Titán orgulloso y frío, sino Jacob luchando apasionadamente con Dios.
* ¿Cómo va a reaccionar el ser, una vez puesto en presencia, y para toda su vida, de un fin en el que parece que tiene que sumergirse enteramente? ¿Resignación? ¿Estoicismo?... Nada de esto -diría yo-, sino rebeldía y deserción legítimas, a menos que la muerte no se descubra como la forma o condición de un nuevo progreso. Obrar es crear, y crear es para siempre. Acción reflexiva y desaparición total prevista son, pues, cósmicamente incompatibles. La asociación, desde ese momento, en una misma corriente evolutiva, de un Pensamiento y de la Muerte, suscita un conflicto fundamental que debe terminar por la destrucción de uno de los términos en presencia.
5
LA ACTIVACIÓN DE LA ENERGÍA
* Así, pues, hemos presenciado
la Guerra en dos ocasiones durante una vida humana. ¿Dos veces? O quizá -peor
aún- ¿no continúa la misma Gran Guerra? ¿El mismo y único proceso de un mundo en
vías de refundición... o de desintegración? Todo parecía perfectamente terminado
en 1918. Y de aquí que todo vuelve a empezar.
En primer lugar, no, una y mil
veces. Por muy trágico que sea el conflicto actual, no tiene nada que deba
conmover en nosotros las bases de una fe en el porvenir. Lo he escrito aquí
mismo y lo repetiré con la misma convicción que hace dos años. Allí donde un
grupo de voluntades aisladas puede desfallecer, la suma total de las libertades
humanas no puede perder a su dios. ¡Cómo! Desde centenas de millones de años, la
Consciencia ascendía sin cesar en la superficie de la Tierra; y ¿podríamos
pensar que el sentido de esta marea potente va a invertirse en el momento
preciso en que comenzábamos a percibir su flujo...? En verdad, las razones,
incluso naturales, que tenemos para creer en un éxito final del hombre son de
orden superior a todo lo que pueda ocurrir. Por consiguiente, frente a todo
desorden, lo primero que tenemos que decirnos a nosotros mismos es que no
pereceremos. No es una enfermedad mortal, sino una crisis de crecimiento. Nunca
-es posible- ha parecido el mal tan profundo, ni los síntomas tan graves. Pero,
en cierto sentido, ¿no es acaso justamente esto un motivo para esperar? La
altura de una cúspide mide la profundidad de sus precipicios. Si las crisis no
se hicieran, de siglo en siglo, cada vez más violentas, quizá entonces habría
que empezar a dudar.
Así,
pues, aunque el cataclismo presente fuera incomprensible, por principio
tendríamos que seguir tenazmente creyendo y avanzando hacia adelante. ¿No nos
basta con saber que, desde lo más remoto en que aparece ante nosotros, la Vida
no ha llegado nunca a elevarse más que a través del sufrimiento, a través del
mal, siguiendo el camino de la Cruz?
Pero ¿nos es verdaderamente
tan imposible comprender el sentido de lo que ocurre?
En la raíz de las conmociones
principales en las que se encuentran actualmente comprometidas las naciones, me
parece advertir las señales de un cambio de era en la humanidad.
La guerra no representa un
accidente residual, destinado a decrecer con el tiempo, sino que es el agente
primero y la expresión misma de la evolución.
El porvenir nos espera al
final de las selecciones sucesivas. Coronará al individuo más fuerte en la
nación más poderosa. El Superhombre aparecerá entre el humo y la sangre de las
batallas.
O bien un solo
pueblo conseguirá destruir y absorber a todos los demás. O bien todos los
pueblos se asociarán en un alma común, a fin de ser más humanos.
Fuertes en nuestro corazón,
porque ya no combatiremos resignados, como lo haríamos al luchar contra el
fuego, la tempestad o la peste, sino por una cosa hermosa que hay que descubrir
y que hay que edificar: También nosotros lucharemos como conquistadores. Fuertes
en nuestra inteligencia, porque habremos comprendido el principio que debe
regular, en esas condiciones más generales, la paz de mañana.
La fuerza se desarmaría en su
propio corazón, porque por fin habríamos llegado a algo más fuerte que ella para
sustituirla.
Y el Hombre,
transformado en algo grande, habría encontrado su camino.
* El mejor método para avanzar
no es tropezar de frente con las dificultades, sino más bien buscar a derecha y
a izquierda la ligera fisura que, por vía indirecta, puede llevarnos sin
esfuerzo al corazón del problema.
Desde que el hombre
reflexiona, y cuanto más reflexiona, no deja de plantearse ante él la oposición
entre Espíritu y Materia, cada vez más elevada a través del camino que asciende
hacia una mejor consciencia del Universo.
* Estamos probablemente ya desde ahora, y sin dudar de ello, en condiciones de llegar a la cumbre, que considerábamos inaccesible, tras de la cual nos espera quizá la Tierra Prometida.
* Hacia lo alto, lo Inmenso. Hacia abajo, lo Ínfimo. Desde siempre el Hombre ha tenido consciencia oscuramente de encontrase aprisionado en este marco sin bordes.
* Nuestro Universo no es el mismo en su ecuador que en sus extremos. Se divide zonalmente en varios campos específicamente diferentes.
* Combinaciones moleculares en la base; pero combinaciones "micelares", granulares, celulares, histológicas, etc., de toda índole, más arriba. Todas estas ordenaciones se superponen y se ordenan en progresión geométrica cuya simple idea confunde a nuestro espíritu.
* Una escala cualitativa que se eleva a través de la escala cuantitativa de las partículas cósmicas. Esta es la figura de conjunto que adopta lo real en torno nuestro.
* El porvenir del Mundo está completamente supeditado al brote en nosotros de una Consciencia moral del Átomo, que culmine en la aparición del amor universal.
* ¡Todo ello porque somos demasiados sobre demasiado poco sitio!
* Gracias a la claridad proyectada por ese rayo de luz, ¿no se desprende acaso toda una nueva perspectiva, la de un mundo al que su tensión interna hace ascender en lugar de ahogarle?... Esa energía enorme, al demostrar que es de origen cósmico, cambia de naturaleza y deja de oprimirnos, puesto que, en la medida misma en que nos obliga a un reacercamiento psíquico, puede convertirse en el día de mañana en el factor más activo de nuestra verdadera y final liberación.
* Nuestra tierra pensante,
sometida a partir de ahora a una presión que ninguna fuerza parece capaz de
impedir que siga surgiendo desde dentro, se encuentra biológicamente frente al
dilema siguiente:
-O bien
permanecer psicológicamente en el estado de agitación alérgica y ser
triturada.
-O bien
desarrollar en sí misma una fe en el porvenir lo suficientemente precisa y
ardiente como para que, por exceso mismo de reacercamiento sobre sí misma,
emerja de la prueba mental y afectivamente unanimizada.
* Reconozcámoslo una vez más. En nosotros, Hombres, no solamente la Vida no está estancada; no solamente ha dejado de dividirse en phyla divergentes, sino que, replegada sobre sí misma por la necesidad de conocer, acaba de llegar, por juego de convergencia, a un paroxismo de la facultad que la caracteriza de hacer ascender, simultáneamente y la una por la otra, en el universo, Organización y Consciencia, es decir, de interiorizar a la materia a fuerza de complejificarla.
6
EL MEDIO DIVINO
* Sic deus dilexit mundum
Para
quienes aman al mundo
* No se dirige este libro precisamente a los cristianos que sólidamente instalados en su fe podrían aprender de él. Está escrito para los inquietos de dentro y de fuera, es decir, para quienes, en vez de entregarse plenamente a la Iglesia, la bordean o se apartan de ella con la esperanza de superarla.
* Querría enseñar a ver a Dios por todas partes: verlo en lo más secreto, en lo más consistente, en lo más definitivo del mundo.
* Si, acomodando la mirada de vuestra alma, sabéis percibir esta magnificencia, os prometo que olvidaréis vuestros vanos temores frente a la Tierra que asciende.
* ¿Las raíces de nuestro ser? En primer lugar se hunden en el más insondable pasado. ¡Qué misterio el de las primeras células que un día animó el soplo de nuestra alma! ¡Qué síntesis indescifrable de sucesivas influencias, a la que nosotros nos hallamos ya incorporados por siempre! En cada uno de nosotros repercute parcialmente, a través de la Materia, la historia entera del Mundo. Por autónoma que sea nuestra alma, hereda una existencia anteriormente trabajada de una manera prodigiosa por el conjunto de todas las energías terrestres: se encuentra y se une con la Vida a un determinado nivel. Ahora bien, apenas se halla comprometida en el Universo en este punto particular, cuando ya a su vez se siente cercada y penetrada por la marea de influencias cósmicas que ha de ordenar y asimilar. Miremos en torno a nosotros: las olas llegan de todas partes y desde el fondo del horizonte. Por todas las aberturas nos inunda lo sensible con sus riquezas: alimento para el cuerpo y nutrimento para los ojos, armonía de sones y plenitud de corazón, fenómenos desconocidos y verdades nuevas, todos estos tesoros, todas estas excitaciones, todas estas llamadas, salidas de los cuatro puntos cardinales, atraviesan en todo instante nuestra conciencia. ¿Qué vienen a hacer en nosotros? ¿Qué harán incluso si, semejantes a malos trabajadores, los recibimos pasiva o indiferentemente? Se mezclarán a la vida más íntima de nuestra alma para desarrollarla o para envenenarla... No hay en nosotros un cuerpo que se alimente independientemente del alma. Todo cuanto el cuerpo ha admitido y ha comenzado a transformar es preciso que a su vez el alma lo sublime.
* En la Iglesia vemos toda clase de agrupaciones, cuyos miembros se aplican a la práctica perfecta de tal o cual virtud particular: misericordia, desasimiento, esplendor, ritual, misión, contemplación. ¿Por qué no ha de haber también hombres entregados a la obra de dar, con su vida, el ejemplo de la santificación general del esfuerzo humano? ¿Hombres cuyo ideal religioso común fuera explicitar consciente y completamente las posibilidades a las exigencias divinas que encierra cualquier ocupación terrestre? En una palabra, ¿hombres que en el campo del pensamiento, del arte, de la industria, del comercio, de la política, etc..., se entregasen a realizar, con el sublime espíritu que exigen, las obras fundamentales que son la armazón misma de la sociedad humana?
* Ojalá llegue el tiempo en que los Hombres, alertados al sentido de ligazón estrecha que asocia todos los movimientos de este Mundo en el único trabajo de la Encarnación, no puedan ya entregarse a ninguna de sus tareas sin iluminarla con la visión precisa que su trabajo, por elemental que sea, es recibido y utilizado por un Centro divino del Universo.
* El problema del Mal, es decir, la conciliación de nuestras decadencias, incluso simplemente físicas, con la bondad y la fuerza creadora será siempre, para nuestros espíritus y nuestros corazones, uno de los misterios más inquietantes del Universo.
* La doctrina de la Cruz, tomada en su grado superior de generalidad, es la doctrina a que se adhiere todo hombre que esté persuadido que frente a la inmensa agitación humana se abre un camino hacia alguna salida y que este camino es ascendente. La vida tiene un término; por tanto, impone una dirección de marcha, que se halla orientada, en realidad, hacia la espiritualización más alta mediante el mayor esfuerzo.
* La Materia no es, ante todo, únicamente el peso que arrastra, el limo que traba, el espino que cierra el camino. Tomada en sí, anteriormente a nuestra posición y a nuestra elección, es simplemente la pendiente que lo mismo puede subirse que bajarse, el medio que sostiene lo mismo que cede, el viento que abate lo mismo que levanta... La verdad completa sobre nuestra situación aquí abajo, por nuestra inserción en el Universo, es que cada uno de nosotros se halla colocado, en sus capas o sobre su pendiente, en un punto particular determinado a la vez por el instante presente del Mundo, el lugar humano de nuestro nacimiento y nuestra vocación individual. Y, a partir de este punto, diversamente situado y elevado, la tarea asignada a nuestra vida es la de subir a la luz franqueando, para llegar a Dios, una serie dada de criaturas, que no son precisamente obstáculos, sino puntos de apoyo que hay que superar, intermediarios que pueden ser utilizados, alimento que tomar, savia que depurar, elementos que hemos de asociarnos y arrastrar con nosotros.
* El Medio Divino, por inmenso que sea, es en realidad un Centro. Tiene, por tanto, las propiedades de un centro, es decir, ante todo, poder absoluto y último de reunir a los seres en el seno de sí mismo.
* Alegrías, progresos, dolores, sueños, faltas, obras, oraciones, bellezas, potencias del Cielo, de la Tierra o del Infierno, todo se curva al paso de las ondas celestes. Y todo la parte de energía positiva que contiene su naturaleza para contribuir a la riqueza del Medio Divino.
* Era tanto más importante poner de relieve este dogma cristiano de la salvación individual, cuanto que las perspectivas aquí expuestas son más unitarias y más universalistas. No hay que perder nunca de vista que los hombres, de la misma manera que, en las zonas experimentales del Mundo, por muy envueltos que se hallen por dicho Universo representan cada uno de ellos para este Universo un centro de perspectiva y de actividad independiente, análogamente, en el campo de las realidades celestes, por penetrados que nos hallemos del mismo poder creador y redentor, constituimos cada uno un centro particular de divinización.
* La resistencia del Mundo al Bien han venido a desconcertar nuestra fe en el Reino de Dios. Cierto pesimismo, acaso sostenido por una idea exagerada de la caída original, nos ha llevado a creer que, decididamente, el Mundo es malo y no tiene remedio... Y así dejamos que el fuego se apague en nuestros corazones adormecidos.
* Nos olvidamos de ello constantemente. Lo sobrenatural es un fermento, un alma, no un organismo completo. Viene a transformar "la naturaleza"; pero no puede prescindir de la materia que ésta le ofrece.
* Ya no me perturban los sortilegios de la Tierra desde que, para mí, se ha hecho allende ella misma Cuerpo de Aquel que es y Aquel que viene.
7
EL FENÓMENO HUMANO
* Estas páginas representan un
esfuerzo para ver, y hacer ver y hacer ver lo que es y exige el
Hombre si se le coloca, enteramente y hasta el fin, dentro del cuadro de las
apariencias. ¿Por qué intentar ver? ¿Y por qué dirigir especialmente nuestra
mirada hacia el objeto humano?
Ver. Se podría decir
que toda la Vida consiste en esto -si no como finalidad, por lo menos sí
esencialmente-. Ser más es unirse más y más: estos serán el resumen y la
conclusión misma de esta obra. Pero, así lo constataremos aún, la unidad no
crece más que sostenida por un acrecentamiento de conciencia, es decir, de
visión. He aquí por qué, sin duda, la Historia del mundo viviente se reduce a la
elaboración de ojos cada vez más perfectos en el seno de un Cosmos en el que es
posible ir discerniendo cada vez más. La perfección de un animal, la supremacía
del ser pensante, ¿No se miden según la penetración y el poder sintético de su
mirada? Intentar ver más y mejor no es una fantasía, una curiosidad, un lujo.
Ver o perecer. Tal es la situación, impuesta por el don misterioso de la
existencia, a todo lo que es elemento del Universo. Y tal es, por consiguiente,
en un grado superior, la condición humana.
Pero, si es verdaderamente tan
vital y beatificante conocer, ¿por qué aún otra vez dirigir con preferencia
nuestra atención hacia el hombre? ¿No resulta el hombre suficientemente descrito
-y aburrido-? ¿No es, acaso, justamente uno de los atractivos de la ciencia el
de apartar y hacer descansar nuestros ojos sobre un objeto que al fin no seamos
nosotros mismos?
Bajo un
doble aspecto, que le convierte doblemente en el centro del Mundo, el hombre se
impone a nuestro esfuerzo por ver como clave del Universo.
En primer lugar, y de manera
subjetiva, resultamos ser inevitablemente centro de perspectiva con
relación a nosotros mismos. Habrá sido una ingenuidad, probablemente necesaria,
de la ciencia naciente, imaginarse que podía observar los fenómenos en sí, tal y
como se desarrollaban aparte de nosotros. Instintivamente, físicos y
naturalistas han operado, desde luego, como si su mirada se hundiese en un mundo
que su conciencia podía penetrar sin sufrirlo ni modificarlo. Ahora empiezan a
darse cuenta que sus observaciones más objetivas están completamente impregnadas
de convenciones elegidas en el origen, y también de formas o hábitos de
pensamiento desarrollados durante el despliegue histórico de la investigación.
Una vez llegados al fin de su análisis, no saben ya si la estructura que están
alcanzando es la esencia de la materia que estudian o el reflejo de su propio
pensamiento. Y simultáneamente se dan cuenta que, por un choque de retroceso de
sus descubrimientos, se encuentran ellos mismos comprometidos, cuerpo y alma, en
la red de relaciones que creían lanzar desde fuera sobre las cosas: cogidos en
sus propias redes. Metamorfismo y endomorfismo, diría un geólogo. Objeto y
sujeto se emparejan y se transforman mutuamente en el acto del conocimiento.
Quiéralo o no, desde ese momento, el Hombre vuelve a encontrarse a sí mismo y se
contempla en todo lo que observa.
He aquí una verdadera
servidumbre, la cual, no obstante, está inmediatamente compensada por una
grandeza cierta y única.
Es simplemente trivial e incluso penoso, para un observador, transportar
consigo, vaya donde vaya, el centro del paisaje que atraviesa. Pero, ¿Qué le
ocurre a uno que se pasea si el azar de su camino le lleva a un punto
naturalmente ventajoso (encrucijada de caminos o de valles), a partir del cual
no solamente la mirada, sino las mismas cosas irradian? Entonces, al encontrarse
coincidente el punto de vista subjetivo, con una distribución objetiva de las
cosas, se establece la percepción en su plenitud. El paisaje se descifra e
ilumina. Se ve.
Este
parece ser precisamente el privilegio del conocimiento humano.
No hay necesidad de ser hombre
para percibir los objetos y las fuerzas dispuestos circularmente alrededor de
uno mismo. Todos los animales lo hacen tanto como lo hagamos nosotros. Pero es
peculiar al Hombre ocupar en la Naturaleza una posición tal, que esta
convergencia de líneas resulta ser no sólo visual sino estructural. Por virtud
de la cualidad y de las propiedades biológicas del Pensamiento nos encontramos
situados en un punto singular, sobre un nudo, que domina la fracción entera del
Cosmos actualmente abierto a nuestra experiencia. El Hombre centro de
perspectiva, es al propio tiempo centro de construcción del Universo. Por
conveniencia tanto como por necesidad es, pues, hacia él donde hay que orientar
finalmente toda Ciencia. Si realmente ver es ser más, miremos al Hombre y
viviremos más intensamente.
Pero para ello es necesario
que acomodemos de una manera correcta nuestra visión.
Desde que existe el Hombre se
ofrece como espectáculo a sí mismo. De hecho, desde hace decenas de siglos no se
mira más que a sí mismo. Y, sin embargo, apenas si empieza ahora a tomar un
punto de vista científico de su significación en la Física del Mundo. No nos
asombremos de esta lentitud en el despertar. Nada es tan difícil de percibir con
frecuencia como lo que debería «saltarnos a la vista». ¿No le es necesaria al
niño una educación especial para aislar las imágenes que asaltan su retina
recién abierta al mundo que le rodea? Para descubrirse a sí mismo hasta el fin,
el Hombre tenía necesidad de toda una serie de "sentidos" cuya gradual
adquisición, llena y marca los hitos de la historia misma de las luchas del
Espíritu.
Sentido de la
inmensidad espacial, en lo grande y lo pequeño, desarticulando y esparciendo,
dentro de una esfera de radio indeterminado, los círculos de objetos que se
estrujan a nuestro alrededor.
Sentido de la profundidad,
rechazando trabajosamente, a lo largo de series ilimitadas, en distancias
temporales desmesuradas, acontecimientos que una especie de gravedad tiende
continuamente a reducir para nosotros a una delgada hoja de Pasado.
Sentido del número,
descubriendo y apreciando sin titubear la multitud enloquecedora de elementos
materiales o vivientes comprometidos en la mínima transformación del
Universo.
Sentido de la
proporción, realizando en la medida de lo posible la diferencia de escala física
que separa, en las dimensiones y los ritmos, al átomo de la nebulosa, lo ínfimo
de lo inmenso.
Sentido de
la cualidad, o de la novedad, consiguiendo, sin romper la unidad física del
Mundo, distinguir en la Naturaleza niveles absolutos de perfección y
crecimiento.
Sentido del
movimiento, capaz de percibir los desarrollos irresistibles ocultos en las
lentitudes más grandes -la extrema agitación disimulada bajo un velo de reposo-;
lo completamente nuevo deslizándose en el corazón mismo de la repetición
monótona de las mismas cosas.
Sentido de lo orgánico, por
último, descubriendo las conexiones físicas y la unidad estructural bajo la
yuxtaposición superficial de las sucesiones y las colectividades.
A falta de estas cualidades en
nuestra mirada, el Hombre seguirá siendo para nosotros, hágase lo que se haga
para hacernos ver, lo que es todavía para tantas inteligencias: objeto errático
en un mundo inconexo. Que se desvanezca, por el contrario, de nuestra óptica la
triple ilusión de la pequeñez, de lo plural y de la inmovilidad, y el hombre
adquirirá sin esfuerzo el puesto central que anunciábamos: cumbre momentánea de
una antropogénesis que corona una cosmogénesis.
El Hombre no sería capaz de
verse a sí mismo de manera completa fuera de la Humanidad, ni la Humanidad fuera
de la Vida, ni la Vida fuera del Universo.
Ha llegado el momento de darse
cuenta que una interpretación, incluso positivista, del Universo, tiene que,
para ser satisfactoria, ocuparse tanto del dentro como del fuera de las cosas
-del espíritu tanto como de la Materia-. La verdadera Física será la que llegue
a conseguir, algún día, integrar al Hombre total en una representación
coherente.
Ojalá consiga
hacer sentir aquí el que esta tentativa es posible, y que de ella depende, para
el que quiera y sabe ir al fondo de las cosas, la conservación en nosotros del
ánimo y de la alegría para actuar.
Dudo en verdad que exista para
el ser pensante otro minuto más decisivo para él que aquel en que, al caer las
vendas de sus ojos, descubre que no es de ninguna manera un elemento perdido en
las soledades cósmicas, sino que existe una voluntad de vivir universal que
converge y se hominiza con él.
El Hombre, pues, no como
centro estático del Mundo -como se ha creído durante mucho tiempo-, sino como
eje y flecha de la Evolución, lo que es mucho más bello.
* La historia y el puesto de la Conciencia en el Mundo permanecen incomprensibles a quien no haya visto previamente que el Cosmos en que el Hombre está comprometido constituye, por la integridad inatacable de su conjunto, un Sistema, un Totum y un Quantum: un Sistema por su Multiciplidad, un Totum por su Unidad, un Quantum por su energía; por lo demás, los tres dentro de un círculo ilimitado.
* Tejido de una sola pieza, según su único y mismo procedimiento "la ley de la conciencia y de la complejidad", pero que, punto por punto, no se repite nunca, el Material del Universo corresponde a una sola figura: forma estructuralmente un Todo.
* El átomo no es ya el mundo microscópico y cerrado que nos imaginamos. Es centro infinitesimal del Mundo mismo.
* Lo que se gana por un lado se pierde por otro, Nada se construye más que por el precio de una destrucción equivalente.
* Cualitativamente, la Evolución de la Materia se nos manifiesta, hic et nunc, como un proceso a lo largo del cual se ultracondensan e intercombinan los constituyentes del átomo. Cuantitativamente esta transformación se nos muestra ahora como una operación definida, pero costosa, en la que se va agotando lentamente un impulso original.
* Considerada bajo el
ángulo puramente experimental, la Conciencia se manifiesta como una propiedad
cósmica de magnitud variable, sometida a una transformación global.
Podemos estar seguros que a la
conciencia más desarrollada corresponderá, respectivamente, y cada vez más, un
armazón más rico y mejor ordenado.
* Perfección espiritual y síntesis material no son sino dos caras o partes conexas de un mismo fenómeno. Desde este punto de vista podría decirse que cada ser está construido como una elipse sobre dos focos conjugados: un foco de organización material y un foco de centración psíquica.
* Las dos Energías, física y psíquica, extendidas respectivamente sobre los dos haces, externo e interno, del Mundo tienen en conjunto la misma apariencia. Están constantemente asociados y pasan, de alguna manera, la una a la otra.
* Lo que el Pensamiento de los antiguos había entrevisto e imaginado como una armonía natural de los Números, ha sido captado y realizado por la Ciencia moderna por medio de la precisión de fórmulas fundamentadas sobre la Medida. De hecho es gracias a unas medidas cada día más minuciosas, más que por el camino de las observaciones directas, como debemos conocer la micro y la macro-estructura del Universo, y además, son estas medidas, cada vez más audaces, las que nos han revelado las condiciones calculables a las cuales se halla sujeta, con la misma potencia que ella misma pone en juego, cualquier transformación de la Materia.
* La Ciencia ha decidido ignorar provisionalmente la cuestión de entrelazar de manera coherente las dos Energías del cuerpo y del alma. Sería muy cómodo obrar como ella. Por desgracia o ventura, encerrados, como lo estamos aquí, en la lógica de un sistema en el que el Interior de las Cosas tiene tanto o más valor que su Exterior, tropezamos de lleno con la dificultad. Es imposible evitar el choque; es necesario avanzar.
* Actualmente, además del pan, que simbolizaba con su simplicidad el alimento de un Neolítico, cualquier hombre exige cada día su ración de hierro, de cobre, de algodón; su ración de electricidad, de petróleo y de radio; su ración de descubrimientos, de cine y de noticias internacionales. Ya no es un simple campo, por grande que sea, es la Tierra entera la que se ve requerida para alimentarnos a cada uno de nosotros. Si de verdad las palabras tienen un sentido, lo que está naciendo con sus extremidades, un sistema nervioso, sus centros de percepción, su memoria, ¿no es como un gran cuerpo, es decir, el cuerpo mismo del gran Algo que debía llegar con el objeto de colmar las aspiraciones suscitadas por la CONCIENCIA en el ser reflexivo, CONCIENCIA adquirida recientemente de ser solidario y responsable de un Todo en evolución?
* Nada más que el fenómeno. Pero también todo el fenómeno. Y he aquí lo que, sin contradicción con lo que acabo de decir, amenaza con dar a los puntos de vista que sugiero la apariencia de una filosofía.
* Explorando sin algún hilo director, hay que reconocer que el conjunto de los seres vivos constituye, cualitativamente, un laberinto inextricable.
* Desde un punto de vista puramente positivista, el Hombre es el más misterioso y el más desconcertante de los objetos descubiertos por la Ciencia. Y de hecho debemos reconocerlo, la Ciencia no ha encontrado todavía para él un lugar en sus representaciones del universo.
* En el curso de los largos desarrollos que preceden, es posible que una determinada particularidad haya intrigado o incluso haya escandalizado al lector. En ningún lugar, si no me equivoco, la palabra “dolor” o la de “pecado” fue pronunciada. Así, pues, desde el ángulo en que me he situado, el Mal y su problema ¿se evaporarían o no contarían ya en la estructura del Mundo?
* Objetáis que el Mal, por así decir, no ha sido citado en mi libro. De una manera explícita, quizás sea verdad. Pero, en cambio, este mismo Mal precisamente ¿no viene a salir, de manera inevitable, por todos los poros, por todas las junturas, por todas las articulaciones del sistema en el que me he colocado?
* Mal de crecimiento; por medio del cual se expresa en nosotros, con las angustias de un parto, la ley misteriosa que, desde el más humilde quimismo hasta las más altas síntesis del Espíritu, se hace traducir, en términos de trabajo y de esfuerzo, cualquier progreso en la dirección de una mayor unidad.
* Situado en una evolución interpretada como un aumento de Conciencia este "phylum", por su orientación hacia una síntesis a base de amor, progresa exactamente en la dirección presupuesta para la flecha de la Biogénesis. En el impulso que guía y sostiene su marcha hacia adelante, esta flecha ascendente implica esencialmente la conciencia de encontrarse en relación actual con un Polo espiritual y trascendente de convergencia universal.
* Observado en relación con el conjunto de todos los verticilos vivos, el phylum humano no es un phylum como los demás... El cambio de estado biológico conducente al despertar del Pensamiento no corresponde simplemente a un punto crítico traspasado por el individuo, o incluso por la Especia, Más amplio que eso, afecta a la Vida misma en su totalidad orgánica y, por consiguiente, marca una transformación que afecta al estado del planeta entero.
* Dolores y faltas, lágrimas y sangre: tantos subproductos (a menudo preciosos, por otra parte, y aún reutilizables) engendrados en ruta por la Noogénesis. He aquí, pues, a fin de cuentas, aquello que en un primer tiempo de observación y de reflexión nos revela el espectáculo del Mundo en movimiento.
* La historia de la vida es la historia de la lucha por la existencia: por la búsqueda del ser en expansión... Los principios básicos de la evolución de las especies residen fundamentalmente en dos fuerzas: en las capacidades de sobrevivencia de los seres frente a las condiciones ambientales externas, y en sus intentos y logros de desarrollo vital -supervivencia- nacidos del resorte de una ascensión de la conciencia interna.
* Para hacer lugar al pensamiento en el mundo, me he visto obligado a interiorizar la materia; imaginar una energética del espíritu; concebir a contrapelo de la entropía una noogénesis ascendente; dar un sentido, una flecha y puntos críticos a la evolución; hacer replegarse, finalmente, todas las cosas en Alguien.
* De capa en capa, por saltos masivos, el sistema nervioso va constantemente desarrollándose y concentrándose.
* En nuestra conciencia, en cada uno de nosotros, es la Evolución la que se percibe a sí misma reflejándose.
* El hombre entró sin ruido... emergió de un tanteo general de la Tierra. Nació, en línea directa, de un esfuerzo total de la Vida. He aquí la dignidad supraeminente y el valor axial de nuestra Especie... Por fascinante que sea, el problema de los orígenes no resolvería el problema humano, ni aun cuando aquel quedara resuelto en sus detalles.
* Evolución = ascensión de
consciencia.
Ascensión de
consciencia = efecto de unión.
* ¿Es la Evolución una teoría, una hipótesis, un sistema? Desde luego que no: mucho más que esto, una condición general a la que tienen que plegarse y satisfacer, de ahora en adelante, para ser pensables y verdaderas, todas las teorías, todas las hipótesis, todos los sistemas.
* En nuestros espíritus, desde hace siglo y medio, está a punto de realizarse el acontecimiento más prodigioso quizá que jamás haya registrado la Historia desde el paso de la Reflexión: el acceso, para siempre, de la Conciencia a un cuadro de dimensiones nuevas; y, por consiguiente, el nacimiento de un Universo enteramente renovado, sin cambio de líneas ni de pliegues, por simple transformación de su íntima estofa.
* ¿Quién de nosotros se ha atrevido, una sola vez en la vida, a mirar frente a frente, e intentar "vivir", un Universo formado por galaxias que se extienden a cientos de miles de años luz? ¿Quién que lo haya intentado no ha salido trastornado en una u otra de sus creencias? ¿Y quién no, incluso si intenta cerrar los ojos a lo que los astrónomos nos descubren implacablemente, ha sentido confusamente pasar una sombra gigante sobre la serenidad de sus alegrías?
* O bien la Naturaleza está
cerrada a nuestras exigencias sobre el porvenir: y entonces el Pensamiento,
fruto de millones de años de esfuerzo, ahogado, nacido muerto, en un Universo
absurdo, que aborta sobre sí mismo.
O bien existe una apertura, de
una super-alma por encima de nuestras almas: pero entonces esta salida, para que
nos dejemos comprometer en ella, tiene que abrirse sin restricción a espacios
psíquicos que nada limiten, a un Universo del cual podemos fiarnos
completamente.
* La Evolución, hemos reconocido y admitido, es una ascensión hacia la Conciencia.
* En Omega, por definición, se adiciona y reúne, en su flor e integridad, la cantidad de conciencia que se ha ido poco a poco desprendiendo sobre la Tierra por la Noogénesis.
* La idea que se estaría preparando, en la cúspide del Mundo, una cierta Alma de las almas, nos es tan extraña como pudiera creerse a los puntos de vista actuales de la razón humana.
* Todas nuestras dificultades y todas nuestras repulsiones se disiparían, en lo que hace referencia a las oposiciones entre el Todo y la Persona, si llegáramos tan sólo a comprender que, por su estructura misma la Noosfera y aun de una manera más general el Mundo, representaban un sistema no ya sólo cerrado sino centrado. El Espacio-Tiempo por el hecho de contener y de engendrar la Conciencia, debe ser de naturaleza convergente. Por consiguiente, seguidas sus capas desmesuradas en la dirección conveniente, deben confluir en algún lugar, en un Punto -llamémosle Omega- que las fusione y las consuma dentro de sí de manera total.
* ¿Pero qué, incluso para el interés mismo de la vida general, la obra de las obras humanas, sino el establecimiento, por cada uno en sí, de un centro absolutamente original, en el que el Universo se refleje de un modo único, inimitable: nuestro yo, nuestra personalidad, precisamente? Más profundo que todos los radios, el foco mismo de nuestra conciencia: he aquí lo esencial que tiene que recuperar el Omega para ser verdaderamente Omega.
* La concentración de un Universo consciente sería impensable si, al mismo tiempo que a todo lo Conciente, no reuniese en sí a todas las conciencias: permaneciendo cada una de éstas consciente de sí misma al término de la operación, e incluso, lo que es preciso entender bien, llegando a ser cada una tanto más ella misma, y por tanto más distinta de las demás, cuanto más se acerque al Omega.
* El punto Omega, para satisfacer a las exigencias supremas de nuestra acción, debe ser independiente de la caída de las fuerzas con las cuales se teje la Evolución.
* La verdad es que, situados en una época de transición, no tenemos aún conciencia plena, ni pleno gobierno, de las potencias nuevas que se han desencadenado.
* Vamos hacia una era humana de la Ciencia, esta será eminentemente una era de la Ciencia humana: el Hombre conociendo, dándose cuenta al fin que el Hombre "objeto de conocimiento" es la llave de toda Ciencia de la naturaleza.
* A partir de los granos de Pensamiento que forman los verdaderos e indestructibles átomos de su trama, el Universo -un Universo perfectamente definido por su resultante- va construyéndose por encima de nosotros en el sentido inverso de una Materia que se desvanece: Universo colector y conservador; es decir, no ya como lo pensábamos, la Energía mecánica, sino las Personas. Una tras otra, "las almas" se desprenden como un efluvio continuo, llevándose hacia arriba su carga intransferible de conciencia. De una a otra y, no obstante, nada de aislamiento. Y ello porque cada una de ellas no podría existir, dada la naturaleza misma de Omega, más que un solo punto posible de emisión definitiva: aquel por el que, bajo la acción sintetizadora de la unión que personaliza, al enrollar sobre ellos mismos a sus elementos al propio tiempo que ella misma se enrolla, la Noosfera alcanzará colectivamente su punto de convergencia en el "Fin del Mundo".
* De un modo u otro, nos queda el que, incluso a los ojos de un simple biólogo, nada se parece tanto como la epopeya humana al camino de Cristo.
8
EL PORVENIR DEL HOMBRE
* Es evidente que el Mundo, en su estado actual, es el resultado de un Movimiento... Esta génesis progresiva del Universo la perciben todos cuantos contemplan de frente la Realidad, de tal forma iluminada que hace imposible cualquier duda.
* En torno a nosotros, prosigue sin tregua un movimiento evolutivo prodigioso, pero ocurre que está localizado en el campo de la conciencia.
* La gran superioridad que hemos adquirido con respecto al Hombre primitivo, y que nuestros descendientes acentuarán en proporciones acaso insospechadas, es la de un mejor conocernos, y mejor situarnos en el espacio y en el tiempo, hasta el punto que hemos llegado a ser conscientes de nuestras conexiones y de nuestras responsabilidades universales.
* Nuestra realeza consiste en servir, en tanto que átomos inteligentes, a la obra que se realiza dentro del Universo. Hemos descubierto que había un Todo, y nosotros somos sus elementos. Hemos dado realidad al Mundo en nuestro espíritu.
* Una visión más realista y más cristiana nos muestra a la Tierra caminando hacia un estado en el que el Hombre, posesionado por completo de su campo de acción, de su fuerza, de su madurez, de su unidad, llegará a ser por fin una criatura adulta.
* Desde el punto de vista de la física, uno de los caracteres más extraordinarios de la vida es su "aditividad". La vida se prolonga añadiendo sin cesar a sí misma lo que va adquiriendo sucesivamente.
* Existe una auténtica memoria de la raza en donde se alimentan y en donde culminan nuestras memorias individuales.
* Para pasar más allá, el Mundo y sus elementos han de alcanzar previamente lo que podría llamarse "su punto de anihilación". ¡Ahora bien, a ese punto crítico nos conduce precisamente el esfuerzo por prolongar conscientemente en nosotros y en torno a nosotros el movimiento de convergencia universal!
* Quería mostrar en estas páginas que, por amargas que hayan sido desde hace algún tiempo nuestras decepciones en lo que concierne a la bondad humana, las razones científicas son más fuertes que nunca para pensar que avanzamos realmente, que podemos avanzar mucho todavía, con tal que definamos correctamente el sentido de nuestro avance, y que nos decidamos a emprender el buen camino.
* En el Universo todo se mueve; sólo que cuanto mayor es una cosa más lento es su movimiento... La Vida pertenece témporo-espacialmente a la categoría de los objetos inmensos. Pertenece a lo Inmenso. Si se mueve, se mueve, pues, como lo Inmenso.
* He aquí que, en nuestro moderno neo-antropocentrismo, el hombre, a la vez disminuido y engrandecido, se convierte en la cabeza terrestre de un universo en vías de desplazamiento psíquico: el Hombre, la última formada, la más complicada, la más consciente de las "moléculas". De donde esta consecuencia: al cabo de millones de años de psicogénesis, tenemos derecho a considerarnos como resultado de un Progreso, hijos del Progreso.
* La evolución, por el mecanismo mismo de su síntesis, cada vez se carga de más libertad.
* ¡Fuera los pusilánimes y los escépticos, los pesimistas y los tristes, los cansados y los inmovilistas! La Vida es un perpetuo descubrimiento. La Vida es movimiento.
* Buscar un espíritu nuevo para
un orden nuevo... ¿Emigrar fuera del Mundo desdeñándolo? O bien, ¿quedarse en el
Mundo para dominarlo y consumarlo? Entre estos dos ideales o místicas
antagónicas, la Humanidad escinde en este momento y debilita en consecuencia de
un modo desastroso su poder vital de adoración.
Tal es, a mi entender, la
naturaleza de la crisis que atravesamos, mucho más honda que cualquier conflicto
económico, político o social.
* Todos nosotros sentimos que en este momento "algo grande acontece" en el Mundo en torno a nosotros. Pero, ¿qué es exactamente?... La primera de estas transformaciones se realiza en el campo de nuestra visión: corresponde a la adquisición, por la inteligencia humana, de un sentido nuevo, a saber, la percepción del tiempo, o más exactamente, la percepción de lo que yo llamaría "la curva cónica del Tiempo". La segunda transformación concierne a nuestra acción: resulta del ajustamiento gradual del sistema de los valores humanos al Tiempo nuevamente percibido.
* El Mal, bajo todas sus formas, cesa teóricamente de ser un escándalo desde el momento en que, deviniendo la Evolución una Génesis, el inmenso dolor del Mundo aparece como envés inevitable, o, todavía mejor, como la condición, o más exactamente incluso, como el precio de un éxito inmenso.
* Para casar con la nueva curvatura adoptada por el Tiempo, el Cristianismo se ve llevado a descubrir por debajo de Dios los valores del Mundo, mientras que el Humanismo se ve llevado a descubrir por encima del Mundo el lugar de un Dios. Dos movimientos inversos y complementarios. o, más bien, dos facetas de un mismo acontecimiento que señalan acaso para la Humanidad los comienzos de una nueva Era.
* Si pensamos ahora en el
número de estrellas visibles sólo con el telescopio: 15.000x10.000.000,
comprenderéis que haya podido decirse que, hablando cósmicamente, nos hallamos
envueltos por una especie de gas monstruoso, gas formado por moléculas tan
pesadas como el Sol, que circulan a distancias mutuas que se cuentan por años de
luz: ¡un gas de estrellas!
Un gas de estrellas. La simple
asociación de estas dos palabras produce una sacudida en nuestro espíritu. ¿Pero
la sacudida no sería mucho mayor si nos dijeran que estas miríadas de soles
diseminados en el vacío no son más que granos que componen un super-grano
infinitamente mayor, y que a su vez este super-grano es sólo una simple unidad
entre miríadas de unidades semejantes? Nuestra imaginación se quedaría
absorta... Y, sin embargo, esto es lo que nos enseñan, sin lugar a dudas, la Vía
Láctea y las demás galaxias.
Un gas de galaxias, tras un
gas de estrellas... ¿no debemos imaginar, más arriba todavía, la existencia de
super-galaxias, formadas cada una de ellas por un sistema de nebulosas
espirales?... En ciertos niveles, el plan de la estructura cósmica se
interrumpe, y se pasa a "otra cosa".
* La tabla de las complejidades nos enseña que cuanto más complejo es un ser, más se centra sobre sí mismo y, por tanto, se hace más consciente.
* ¿No resulta concebible que la humanidad alcance, al término de su ajustamiento y totalización sobre sí misma, un punto crítico de maturación, al llegar al cual, dejando tras sí la Tierra y las estrellas vuelva lentamente a la masa evanescente de la energía primordial, y se despliegue psíquicamente del planeta para alcanzar el punto Omega, la sola esencia irreversible de las cosas? Fenómeno exteriormente semejante acaso a una muerte: pero, en realidad, simple metamorfosis y acceso a la síntesis suprema. Evasión fuera del planeta no espacial y por el exterior, sino espiritual y por el interior, es decir, tal como la permite una hiper-concentración de la materia cósmica sobre sí misma.
* En torno a nosotros, tangible y materialmente, la envoltura pensante de la Tierra -la Noosfera- multiplica sus fibras internas, estrecha sus redes, y simultáneamente, se eleva su temperatura interior, sube su psiquismo... Por la propia naturaleza de los elementos puestos en juego, el proceso no podrá alcanzar su equilibrio más que cuando, en torno al globo, el quantumhumano se halle no sólo circundado sobre sí mismo como acontece en este momento, sino también orgánicamente totalizado.
* Al interiorizarse bajo la influencia del espíritu de Evolución la Planetización no puede tener, físicamente, más que un solo efecto: personalizarnos cada vez más, y aun "divinizarnos" merced al acceso a algún Foco supremo de convergencia universal.
* ¡Cómo si el deber de todo hombre no consistiera, en definitiva, en llevar hasta el fin todas las fuerzas creadoras del conocimiento y la acción! ¡Cómo si, por lo demás, ninguna fuerza del mundo fuese capaz de detener al pensamiento humano en ninguna dirección por la que una vez se lanzó!
* El hombre que despierta a la conciencia de su fuerza por un primer éxito, se ve llevado a levantar su mirada por encima de todo mejoramiento mecánico de la tierra y por encima de todo acrecentamiento de sus propias riquezas externas, para no soñar ya más que en crecer y perfeccionarse biológicamente él mismo.
* En fin de cuentas, el último efecto de la luz proyectada por el fuego atómico en las honduras psíquicas de la tierra es hacer surgir, último y culminante, el problema de un término en la evolución, es decir, el problema de Dios.
* La humanidad no sólo puede conseguir la paz, sino que incluso, por estructura, no puede dejar de emerger un día en la paz... Y parece que nada puede impedir al universo el triunfar.
* Aludo a la formación, a partir de y por encima de la Biosfera, término creado por Suess para la propia capa de sustancia vitalizante que envuelve la Tierra, de una envoltura planetaria más, la envoltura de sustancia pensante a la que, por comodidad y simetría he dado el nombre de Noosfera, de Noos, espíritu: esfera terrestre de la sustancia pensante.
* Mas sólo hundiéndonos en el corazón de la Noosfera podemos esperar, podemos estar seguros que hallaremos todos reunidos, así como cada uno de nosotros, la plenitud de nuestra humanidad.
* Porque el hombre, en el acto de concentrarse "noosféricamente" sobre sí mismo, no sólo toma conciencia reflexiva de la corriente ontológica que le arrastra, sino que llega incluso a adueñarse de ciertos resortes que rigen precisamente esta marcha hacia adelante...
* Por su propia naturaleza de colectividad centrada, "reflexiva", la Noosfera, aun teniendo la misma amplitud espacial que la Biosfera, difiere de ella profundamente en su estructura y en su valor de perfeccionamiento vital. Mientras que, en efecto, la Biosfera es, por esencia, complejidad ligada, pero divergente y difusa , la Noosfera combina en sí misma las propiedades de una capa planetaria "esfera" y las de una especie de individualidad superior, dotada de una especie de superconciencia.
* Para aquellos que, mejor situados que yo, tienen a cargo el dirigir directa o indirectamente la Iglesia, querría, en unas pocas páginas, hacer resaltar cándidamente en dónde yace exactamente, a mi entender, la causa del malestar que padecemos, y cómo, mediante el simple reajuste de este punto bien localizado, existen probabilidades máximas que se produzca en breve plazo un rebote en la evolución religiosa y cristiana de la Humanidad en torno a nosotros.
* Para nuestros ojos, que al fin ven, ya no es el Universo un orden, sino un proceso. El Cosmos se ha trocado en Cosmogénesis.
* Apretados los unos contra los
otros por el aumento de su número y la multiplicación de sus relaciones, juntos
entre sí por el despertar de una fuerza común y el sentimiento de una angustia
común, los hombres del porvenir no formarán, en cierta manera, más que una sola
conciencia; y como habrá terminado su iniciación y habrán medido el poder de sus
espíritus asociados, la inmensidad del Universo y la estrechez de su prisión,
esta conciencia será verdaderamente adulta, mayor de edad. ¿No podemos imaginar
que en este momento se planteará por vez primera, en una opción final, un acto
auténtica y totalmente humano, el sí o el no frente a Dios, proferido
individualmente por seres en cada uno de los cuales se habrá desarrollado
plenamente el sentido de la libertad y de la responsabilidad humanas?
Cuesta trabajo representarse
lo que podrá ser un fin del Mundo. Una catástrofe sideral sería bastante
simétrica con respecto a nuestras muertes individuales. Pero acarrearía la
muerte de la Tierra, más bien que la del Cosmos, y es el Cosmos el que ha de
desaparecer.
Cuanto más
pienso en este misterio, mejor veo cómo va adquiriendo, en mis sueños, la figura
de un "retorno" de conciencia -de una erupción de vida interior-, de un
éxtasis... No hace falta que nos rompamos la cabeza para saber cómo podrá jamás
desvanecerse la enormidad material del Universo. Basta que se invierta el
espíritu, que cambie de zona, para que inmediatamente se altere la imagen del
Mundo.
Cuando se acerque
el fin de los tiempos, en los confines de lo Real se ejercerá una presión
espiritual pavorosa, bajo el esfuerzo de las almas desesperadamente tensas en su
deseo de evadirse de la Tierra. Esta presión será unánime. Pero la Escritura nos
enseña que al mismo tiempo se verá atravesada por un cisma profundo; los unos
querrán salir de sí mismos para dominar todavía más el Mundo, los otros, fiados
en la palabra de Cristo, esperarán apasionadamente que el Mundo muera para ser
absorbidos con él en Dios.
Tendrán lugar entonces, sin duda, la Parusía sobre una Creación llevada al
paroxismo de sus aptitudes para la unión. Revelándose al cabo la acción única de
asimilación y de síntesis que se perseguía desde el origen de los tiempos, el
Cristo universal brotará como un rayo en el seno de las nubes del Mundo
lentamente consagrado. Las trompetas angélicas no son más que un débil símbolo.
Agitadas por la más poderosa atracción orgánica que pueda concebirse (¡la fuerza
misma de cohesión del Universo!), las mónadas se precipitarán al lugar en que la
maduración total de las cosas y la implacable irreversibilidad de la Historia
entera del Mundo las destinarán irrevocablemente, las unas, materia
espiritualizada, en el perfeccionamiento sin límites de una eterna comunión; las
otras, espíritu materializado, en las ansias conscientes de una interminable
descomposición.
En este
instante, nos enseña San Pablo (1 Cor., XV, 23 s.), cuando Cristo haya
vaciado de sí mismas a todas las potencias creadas consumirá la unificación
universal entregándose, en un Cuerpo completo y adulto, con una capacidad de
unión al fin completa, a los abrazos de la Divinidad.
De este modo se hallará
constituido el complejo orgánico: Dios y Mundo, el Pleroma, realidad misteriosa
que no podemos decir sea más bella que Dios solo, puesto que Dios podía
prescindir del Mundo, pero que tampoco podemos pensar como absolutamente
accesoria sin hacer con ello incomprensible la Creación, absurda la Pasión de
Cristo y falto de interés nuestro esfuerzo.
Et tune erit finis.
Como una marea inmensa, el Ser
habrá dominado el temblor de los seres. En el seno de un Océano tranquilizado,
pero en que cada gota tendrá conciencia de seguir siendo ella misma, terminará
la extraordinaria aventura del Mundo. El sueño de toda mística habrá hallado su
satisfacción plena y legítima. Erit in omnibus omnia Deus.
9
LA APARICIÓN DEL HOMBRE
* Hubo un tiempo en que la Prehistoria merecía ser objeto de sospechas o burlas. Sus primeros adeptos, por sus vocaciones muchas veces fantaseantes, por la tendencia anticristiana de sus tesis, parecían empeñados en atraer sobre sí a un tiempo la desconfianza de los científicos y de los creyentes; y en verdad que lo lograron. Sin mayores distingos, se les trató de sectarios e iluminados. Hoy han sido ya superados esa frialdad y ese desdén. Ahora que los hechos reunidos son base firme para construcciones serias, y un modo más sosegado de contemplar las relaciones entre la ciencia y la fe deja la verdad religiosa al abrigo de los quebrantos que puedan acaecerle a la ciencia experimental del hombre, resultaría imperdonable ignorar los trabajos de los prehistoriadores o anatematizarlos.
* La letra de la Biblia nos presenta al creador moldeando el cuerpo del hombre con tierra. La observación atenta del mundo tiende a hacernos ver que por esta "tierra" habrá de entenderse una sustancia elaborada lentamente por la totalidad de las cosas; de manera que el hombre, habremos de decir, no ha sido sacado precisamente de un pedazo de materia amorfa, sino el esfuerzo prolongado de la "Tierra" entera.
* Una muchedumbre de seres han
vivido sobre el suelo que hoy ocupamos nosotros, de los que sólo podemos decir
que eran inteligentes.
¿De
dónde salían estos hombres? ¿Cuánto tiempo ha transcurrido entre la eclosión de
su tipo zoológico y el momento en que, llegados a ser lo bastante numerosos para
que el azar respetara uno de sus huesos, bastante ingeniosos para que sus
instrumentos fuesen más que piedras brutas o útiles de madera, pudieran
conservarse, a través de los siglos, por alguna brizna suya?
* Hasta donde alcanzamos a distinguir su huella, el Hombre no prolonga, en primer lugar, por su forma, nada de cuanto conocemos anterior a él.
* Ante los hombres del Paleolítico superior no sólo nos sorprendemos viendo aparecer de pronto, en su plenitud, el tipo zoológico del Homo sapiens, sino que sobre este tipo fundamental distinguimos, ya formados del todo, los matices que especifican las principales razas humanas actuales.
* Se engañan por completo quienes imaginan materializar al Hombre al hallarle raíces cada vez más numerosas y profundas hundidas en la Tierra. Lejos de suprimir el espíritu, lo mezclan al mundo como un fermento. No hagamos el juego a estas gentes creyendo, como ellos, que para que un ser venga del cielo es necesario que ignoremos las condiciones temporales de su origen.
* ¿Qué vemos? Abajo, primero,
en donde la rama emerge del Pasado invisible, he aquí a los Prehomínidos, con su
cráneo bajo y alargado, y su socialización rudimentaria. Y arriba del todo, por
el contrario, es decir, he aquí al Homo sapiens, con su cráneo alto y
recogido; al Homo sapiens llevado a una intensidad tal de organización
colectiva, que cabe preguntarse si no está acercándose al punto crítico de
alguna fase explosiva.
Aquí, en el origen, Hombres primitivos muy débilmente, y allí, al contrario,
en el término, otros Hombres muy fuertemente cerebralizados y
socializados.
* En lo que concierne al factor
"cerebralización", es muy posible que habiendo alcanzado el cerebro humano en el
Homo sapiens el máximo de complejidad físicoquímica permitido por las
leyes de la materia en un organismo aislado, no podamos ya avanzar mucho. En
este caso habría que decir que, anatómicamente e individualmente, el Hombre se
halla definitivamente estabilizado.
Pero con respecto a la
organización colectiva o socialización apenas si hemos hecho nada. En este
dominio, nuestro futuro físico y espiritual es casi ilimitado, y por su propia
naturaleza ello está en nuestra mente y en nuestras manos.
* ¡Qué extraordinario espectáculo ofrece al biólogo y al físico el grupo zoológico humano! Hace un millón de años no había ni un solo Hombre sobre la inmensidad de los continentes. Y hoy el Hombre está en todas partes... El hombre formando masa: masa compacta, ubicuista y subtotalizada; masa discordante con el resto de la vida animal y sede de actividades "dispositivas" extremadas; masa frondosa, revuelta, casi indescifrable en su anatomía.
* En la escala de lo cósmico (nos lo enseña toda la física moderna) sólo lo fantástico tiene posibilidades de ser verdadero.
* De este modo se constituye el
phylum, a saber: una unidad zoológica absolutamente natural, que en los
esquemas hay que reasignarse, muchas veces, a representar como una simple línea;
pero que en el análisis se resuelve en un haz de especies levemente desencajadas
y divergentes las unas con respecto a las otras.
Y así, al mismo tiempo, se
revela la estructura fibrosa de una Biosfera que, en fin de cuentas, no es más
que un tejido de elementos filéticos de todos los grosores y tallas,
estrechamente enlazados los unos con los otros en la superficie de la
Tierra.
* Paradójicamente, el Hombre, que con su aparición lo ha cambiado todo en toda la extensión de los continentes, parece haber aparecido sin un cambio notable del phylum sobre el que se halla insertado...
* "El hombre es una animal
racional", decía Aristóteles.
"El hombre es una animal
reflexivo", precisamos hoy, poniendo el acento sobre los caracteres evolutivos
de una conciencia todavía difusa a una conciencia lo bastante bien centrada como
para poder coincidir consigo misma. El Hombre es no sólo "un ser que sabe", sino
"un ser que sabe que sabe". Conciencia a la segunda potencia, como se ha
dicho con profunda exactitud. ¿Advertimos lo que hay de radical en esta
diferencia?
* A diferencia de los "simples" animales, que pueden muy bien ser ubicuistas pero sin jamás llegar a organizarse en una sola unidad biológica a través de los continentes, el Hombre, desde las primeras huellas de útiles y de fuego que conocemos, no ha dejado de tejer poco a poco por encima de la Biosfera, una membrana continua de lo Pensante alrededor de toda la Tierra: la Noosfera.
* Por el solo hecho de su paso a lo "pensante", el Hombre representa, en el campo de nuestra experiencia, algo completamente singular y absolutamente único.
* Hace unas centenas de miles de años, con la aparición del Hombre en medio de los "Póngidos", se produjo en la Tierra un acontecimiento sólo comparable a la emergencia de las primeras moléculas "vivientes", hace dos o tres billones de años, entre las proteínas "muertas".
* En el hombre no hay sólo un phylum más que se engarza en el frente de los Primates. Es el Mundo mismo el que, forzando la entrada de un dominio físico hasta entonces cerrado, vuelve a salir para realizar una nueva etapa.
* Comparado con la masa y lo
duración de lo Inorgánico, lo Orgánico y todavía más lo Pensante no ocupa en el
mundo sino un espacio y un tiempo irrisoriamente pequeños.
¿Cómo cabe atribuir
importancia estructural en el Universo a semejante cosa infinitesimal,
accesoria, secundaria?
Por
parsimoniosamente que se hallen extendidos en los galáctico, ¿por qué lo
Viviente y lo Humano habrían de perder por ello su calidad de coronadores
físicoquímicos de los esfuerzos de la Cosmogénesis?
En su verdadero y gran sentido
científico, la palabra singularidad no quiere decir accidente, ni
excepción, ni anomalía más o menos monstruosa. Significa, por el
contrario consumación en la expresión, paroxismo en el desarrollo,
terminación en la línea... Una serie de cosas por naturaleza siempre
raras.
Pues bien: siendo
esto así, ¿cómo no ver que, lejos de sobrecargar y de confundir el dibujo de
nuestro mundo en evolución, la aparición pliocena del pensamiento sobre la
Tierra constituye, al contrario, un acontecimiento que completa y a la vez
ilumina dramáticamente ante nosotros la historia inmensa de la Metria total?
* Considerados desde este punto
de vista, no solo astrófico o astroquímico, sino astrobiológico, los
planetas con Noosfera, lejos de ser una excentridad en la naturaleza,
representarían sencillamente el producto normal y último de una evolución de
la Materia llevada hasta el final.
Lo cual no es sino decir que
en este asunto nosotros los Hombres tenemos grandes probabilidades de no ser ya,
como pensábamos, los únicos corpúsculos pensantes que vamos derivando por el
firmamento.
Con lo que hoy
sabemos sobre las relaciones esenciales existentes entra Cosmo, Bio y
Noogénesis, debe haber, en realidad, "otros mundos habitados".
* No estamos perdidos, sino
todo lo contrario, en el Universo, puesto que, por espesa que sea la bruma en el
horizonte, la ley cósmica de "convergencia de lo Reflexivo" está ahí para
señalarnos, con la certeza de un radar, la presencia de una cima hacia adelante;
cima que representa para nuestro phylum una salida natural de los
trámites de la Especialización.
En verdad, no puede dudarse
ahora que el juego normalmente prolongado de las fuerzas planetarias de
complejidad-conciencia no nos llame y nos destine a tal cima cima de
Hominización o, como tengo por costumbre decir yo, a un tal Punto
Omega.
* La Evolución, al reflejarse sobre sí en el Hombre, no sólo se hace consciente de sí misma. Al mismo tiempo, y por añadidura, se hace capaz, en cierta medida, de dirigirse y de acelerarse a sí misma.
* En su génesis, el conocimiento cimienta inevitablemente no sólo los cerebros, sino los corazones. Y es cuanto hace falta para que, por el hecho tan señalado y tan manifiesto de la universalización moderna de la Investigación, podamos concluir a priori que, sin duda, se está desarrollando cierto calor afectivo, bajo las heladas cimas de la especulación, en las zonas profundas de la Noosfera. Por sí solo, el establecimiento de una Física, de una Química, de una Biología universales hace que aparezca inevitablemente el primer esbozo de una intersimpatía planetaria.
* ¿No deberá verse una
indicación que se justifican las pretensiones del Cristianismo de ligar
objetivamente las capas rápidamente convergentes de la onda humana con un centro
real y ya existente, centro de su implosión?
Si desde mi nacimiento no
estuviera convencido de ello, creo que éste sería el momento que me lo
preguntara.
10
CARTAS AL OCASO
a Pierre Lamare, diciembre 23 de 1952
Pero tal
vez no convenga ir demasiado aprisa... la Iglesia es un gran cuerpo
desigualmente desarrollado. El catolicismo americano, extraordinariamente vivo
en el momento presente, es todavía infantil, intelectualmente hablando. Tal vez
no pueda desarrollarse si no es lentamente.
a Bruno de Solages, enero 17 de 1954
El pecado de
Roma es el de no creer en un futuro y en un perfeccionamiento del hombre sobre
la tierra. Lo sé bien porque yo mismo he vivido asfixiado durante cincuenta años
en esta atmósfera infrahumana.
a la viuda de Edouard Le Roy, diciembre de 1954
Usted sabe qué profundamente influyó Edouard sobre mi, tanto apremiándome
a continuar "atreviéndome", como enseñándome a permanecer fiel precisamente en
el tiempo en que yo más lo necesitaba. Si yo he conservado la pasión de mi
vocación lo debo en muy gran parte a su magnífico amor a Dios y a la verdad.
Siempre he pensado que, en vez de buscar sus sujetos de canonización en el fondo
de los monasterios, es a santos como Edouard a los que debería proponernos en
estos tiempos; cristianos que cristianicen la totalidad de su humanidad.
al Padre Ravier, su Provincial y amigo, abril 8 de 1955
Lo que el mundo espera de la Iglesia de Dios es una generalización y una
profundización del significado de la Cruz... En un universo que está camino de
la unificación con Dios, la cruz se convierte cada vez más en el símbolo y
expresión de la evolución toda entera... Esto es lo que yo creo y lo que yo
deseo tanto confesar públicamente antes de morir.
Dos días después, el 10 de abril del 1955 el p. j. Pierre Teilhard de Chardin murió.
COMENTARIO
El final del mundo no puede ser
más que la Unidad real
de los seres en la diversidad de sus personas.
p. j. Pierre Teilhard de
Chardin
Terminado de copiar, desde libros que por varios años me han acompañado, los pensamientos del sabio inspirado pensador, quien, fiel y obediente a su credo que lo vio nacer y a su Iniciación sacerdotal que respetó, tuvo de joven crisis de conciencia al ver una Verdad más allá del credo y del dogma que se le imponía, Verdad que lo puso ante la decisión de colgar su hábito e irse al budismo, como lo pensó, o seguir con su hábito, como lo hizo con obediencia y humildad, velando las ideas transpersonales que fluían en él y que fue dejando escritas, intentando hacer libros que en vida no vio editados pues uno a uno eran rechazados. Murió en soledad (Cuando al fin pudo ser enterrado, junto a sus hermanos de la Compañía de Jesús, no había nadie presente. Pero su sepulcro no tardaría mucho en empezar a reunir gran número de gentes. Robert Speaight), y después de muerto creció cual gigante del humano pensar, que en realidad en vida fue. Destaqué una pretérita vez en estos libros del sacerdote Teilhard frases que ahora dejo en el computador, para que viajen por el CiberEspacio, tengo la extraña sensación que los velos que me rodean e impedían que me acercara al ideario de ese titán del pensamiento humano, comienzan a caer, y siento entonces que entiendo mejor lo que Teilhard nos quiso decir a pesar de tanta oficial oposición destinada a que su Mensaje fuera ignorado.
Teilhard nos hace comprender que el Mundo, su amada Tierra, está pre-adaptado a su natural fin sobrenatural. Es un mundo en gestación que vive dolores de parto planetario, dolores que son anticipo de lo fecundo. La Parusía apocalíptica deja de ser un hecho catastrófico y lo llamado Fin de mundo, o mejor dicho Fin de Tiempo, representa el Tiempo del Nacimiento de una Nueva Era o Ciclo en la evolución de la Humanidad: nuestra propio ascenso. La cosecha de lo sembrado en tantos ciclos de vida dará paso al nacimiento de la Súper Humanidad pues somos eje y flecha de la Evolución. Teilhard destaca que la Humanidad llegado a un punto crítico evolutivo de maduración colectiva, está preparada para, ahora sí, recibir la LUZ, recibir a Jesús su Cristo Cósmico. Tenemos que alcanzar el mítico cielo por el perfeccionamiento de la Tierra... por el repliegue en uno mismo, pues es en cada uno donde está el punto crítico del salto cuántico transdimensional, salto que nos corresponde dar al Despertar.
La Noosfera, esa capa pensante que rodea el planeta, resultado de la agregación de nuestros pensamientos y que Teilhard de manera tan magistral y premonitoria describió, da la NOTA pensante con cuya energía se trasciende el tiempo y el espacio, y pasa a ser parte de la Armonía en la Sinfonía Cósmica de nuestra Galaxia. Esa nota humana colectiva nos hermana con TODOS los seres pensantes de los innumerados planetas Escuelas de Vida habitados por seres pensantes, que por el pensamiento, somos parte del mismo proceso evolutivo que nos lleva hacia el Punto OMEGA. La Noosfera es un concepto sorprendentemente elaborado por Teilhard de Chardin hacia el año 1925, concepto que brotó en él durante la Primera Guerra Mundial y recién ahora cobra importancia y fundamentada realidad. Esta capa pensante con la que rodeamos el planeta sólo se entendió gracias a la concreción de la Red Mundial de InterNet como lo veremos más adelante.
C
He llegado a no poder
representarme el Mundo,
incluso físicamente, más que bajo la
forma
de un
inmenso movimiento de espíritu.
p. j. Pierre Teilhard de
Chardin
DECLARACIONES encontradas en la WWW
WWW representa la sigla que abrevia a la definición "World Wide Web" o "tela de araña mundial", por muchos definida como WEB y en el mundo hispano parlante como RED, la que agrupa, mediante computadores conectados vía modem, los millones de páginas de InterNet que se ha impuesto en el ámbito mundial con un crecimiento superior a los cálculos más optimistas. Pues bien, viajando por el CiberEspacio de la RED encontré abundante material que hace referencia al p. j. Pierre Teilhard de Chardin y de ellas decidí tomar, en forma textual, algunas opiniones que van a continuación:
1
José Biedma
Teilhard de Chardin demanda a la teología actual:
a) lealtad ante los resultados y las perspectivas de las ciencias naturales contemporáneas,
b) confrontación de los dogmas del cristianismo y de las nuevas perspectivas de la ciencia,
c) reflexión sobre el valor religioso del esfuerzo humano en el dominio temporal.
LA REVUE SPIRITE (Mars/Avril 1957) Sección Biográfica
Chardin sabio francés nos propone, en una obra sorprendente, una concepción del mundo que da testimonio de una gran independencia de espíritu. (Es jesuita y sus libros no han recibido el “Imprimatur”).Tiene una visión del mundo basada sobre el Evolucionismo, y esta evolución es dirigida desde la Consciencia, debiendo culminar esta Consciencia en una Consciencia Suprema. En la perspectiva propuesta, la materia queda reducida a lo “exterior de las cosas”; la verdadera estructura del mundo, lo “interior”, es psíquico.
En efecto, establecida la Unidad del Mundo, que las Ciencias han demostrado, la Consciencia no podría existir exabrupto en las formas elevadas de la vida, si esa Consciencia no hubiera preexistido en estado latente en las formas inferiores. Estas ideas las desarrolla con maestría el Padre Teilhard de Chardin.
Josef Pieper
Hace ahora 25 años, en la Pascua de 1951, durante las “Semaines des Intellectuels Catholiques” hablé sobre la esperanza de los mártires, “Sur l’espérance des Martyrs”, y tuve, sin saberlo, el honor que Teilhard de Chardin estuviera sentado entre el auditorio (lo supe únicamente diez años más tarde, leyendo su biografía que apareció tras su muerte). En aquella conferencia quería yo explicar que sería mejor no hablar en absoluto de la esperanza humana si no había esperanza para el mártir, es decir, para aquel que se deja matar por la verdad y la justicia, para el hombre (por consiguiente) en el campo de concentración, en el pabellón del hambre, en la celda de la muerte, que son abandonados, burlados y sobre todo enmudecidos. Teilhard de Chardin clasificó a esto de concepción “defaitiste” (en una carta escrita espontáneamente, y que es publicada en aquella biografía [de Claude Cuénot]); lo decisivo es, dice Teilhard, algo completamente distinto, a saber, la pregunta que él mismo responde naturalmente con un “sí” -la pregunta de si la humanidad, desde el punto de vista biocósmico, es decir, considerada desde su potencial evolutivo, es joven y por consiguiente está llena de esperanza en el futuro y, por tanto, con derecho a esperar-. Como ya he dicho, no creo que esto pueda ser considerado como un consuelo -puesto que ni la humanidad ni el cosmos les sobreviene la muerte-; esto sucede más bien a cada particular, al individuo, a la persona humana -del mismo modo que, en sentido estricto, sólo la persona humana individual puede ser el sujeto de la esperanza-.
René Maheu
director general de la UNESCO
La obra de Einstein y la de Teilhard constituyen sin duda alguna, cada uno a su manera y por su propio esfuerzo, los sistemas de conocimientos más extensos y densos a la vez que se hayan concebido. No basta con constatar que ningún afán de síntesis haya sido tan ambicioso en el campo de la ciencia: sobre todo hay que observar que la síntesis nunca se ha identificado tan consciente y voluntariamente como en la mente de estos dos sabios...
M. Crusafont Pairó
Como sucede con todos los genios, dejará durante un largo período una estela de disputas y de íncomprensiones, para luego imponerse definitivamente no sólo por lo que dijo, sino por la brecha abierta hacía nuevas concepciones filosóficas del fenómeno humano. El P. Teilhard de Chardin realizó una enorme proeza que seguramente no habrá sido valorada en lo que merece.
B. Delfgaauw
Cuatro son las tesis fundamentales de Teilhard de Chardin:
El cosmos en todos sus aspectos, inclusive la humanidad, debe entenderse única y exclusivamente como evolución permanente en la que cada fase tiene su propio tiempo.En principio, la materia es materia consciente, pero se requiere una existencia orgánica muy desarrollada para poder atravesar el umbral más allá del cual puede mostrarse como un consciente.
En la materia opera una doble energía: por una parte, una energía tangencial, que domina a la materia en las conocidas reacciones físico químicas de ésta, y, por otra, una energía radical (sic: es "radial"] mediante la cual la materia se constituye en unidades cada vez más y más desarrolladas.
Existe un paralelismo entre complejidad y conciencia.
F. Riaza
En primer lugar, sólo pueden leer comprensíblemente a Teilhard aquellos para quienes su calidad de hombres-sín-más despierta un sentido profundo de comunidad con la humanidad. Quienes se definen a sí mismos exclusivamente como obreros, o como españoles, o como católicos y vean en estos nombres ante todo etiquetas de separación y de aislamiento frente a los otros hombres, los que se juzguen a sí mismos separados de los demás por muros infranqueables de privilegios o por compartimentos estancos, éstos no verán en Teilhard más que un soñador iluso y falto de "realismo' un "intelectual' que no ha experimentado en carne propia la dureza y maldad de los hombres. Para poder escucharle hace falta un mínimo de confianza, de simpatía o de esperanza. A Teilhard le entenderán los hombres que se parecen a él en su confianza humana. Él ha reconocido que el deseo colectivo de superación 'quizá no está plenamente despierto todavía en el alma de nuestro tiempo', porque "ciertas evidencias, ciertas aspiraciones no aparecen sino con la edad, con una edad a la que la humanidad no ha llegado todavía".
M. León-Dufour
La obra del Padre Teilhard de Chardin es un rayo de luz proyectado sobre la historia universal, y merece que toda 'persona honrada' le dedique una lectura y una reflexión personales.
M. Crusafont Pairó
¿Que la Humanidad no está madura para saber 'interpretarlo'? Peor para ella. (... pero esto es precisamente lo que el mismo P. Teilhard reconoce. la Humanidad está aún 'verde' para determinados éxtasis).
Jorge Llambías
Que esta epifanía del Misterio, que significó la experiencia individual de Pierre Teilhard de Chardin, nos contagie y nos anime para transfigurar lentamente nuestra propia experiencia personal.
Dardo Maranzano
Siguiendo a Teilhard de Chardin, Soleri piensa que estamos asistiendo a una expansión sin precedentes de la conciencia humana, la cual se da a través de "un contacto en masa (''planetización'') de la humanidad: pueblos y civilizaciones llegados a un grado tal, sea de contacto periférico, sea de interdependencia económica, sea aun de comunión psíquica, que ya no pueden crecer mas que interpenetrándose" (El Fenómeno Humano, P. Teilhard de Chardin, pág. 302, Ed. Taurus, 1963).En la visión de Teilhard, el quid de la evolución biológica es la ascensión de la conciencia en grados cada vez más altos de complejidad y unión. La actual ocupación de todo el planeta por la humanidad en constante aumento y socialización no sería más que la fase preparatoria para la ascensión de un nuevo peldaño; la inmensa presión que la humanidad ejerce sobre el individuo prendera en éste fuegos largamente dormidos. Además, esa membrana pensante (la humanidad) que envuelve a la Tierra, no será según Teilhard una masa robotizada en las fábricas y en los ejércitos, pues la unión a la larga produce la diferenciación, ya que al confluir los granos de conciencia no tienden en modo alguno a perder sus contornos y mezclarse. Por el contrario, acentúan la profundidad y la incomunicabilidad de su propio ego. En su conjunto total, cuanto más llegan a ser el Otro, más se hallan ser ''ellos mismos" (Op. cit., pág. 314).
Estrella Cardona Gamio
Olaf Stapleton, psicólogo, escritor y filósofo inglés, llega a decir en una de sus novelas, Hacedor de estrellas, que los propios astros pueden ser inteligentes y de esta manera ponerse en comunicación con el hombre. Teilhard de Chardin, por su parte, llegó a mencionar a ‘unidades estelares pensantes‘, y el astrónomo V.A. Firsoff, escribe en su libro Vida, mente y galaxias: ‘Es de esperar que una estructura, relativamente complicada como es la Galaxia, que guarda semejanza con un organismo y posee una especie de metabolismo nuclear en vez de químico, tenga una especie de mente, tal vez de un orden superior.
Frei Betto
Ahora somos contemporáneos de un nuevo cambio de paradigmas cosmológicos. La mecánica celeste de la física de Newton, que explica muy bien lo infinitamente grande, deja su lugar a la teoría de la relatividad de Einstein y, sobre todo, a la física cuántica de Planck, Bohr y Heinseberg, para explicar mejor lo infinitamente pequeño. A Teilhard de Chardin le hubiera gustado presenciar la confirmación científica de sus intuiciones en cuanto al corazón del Universo y a la calidad de la materia. Universo, materia y espíritu son un solo tejido hecho de líneas atómicas, en las que los místicos descifran el dibujo del rostro de Dios. Es le milieu divin, o medio divino, centrado en el Punto Omega, el eje magnético que llena toda la Creación de energía divina. Todo lo dicho hasta ahora y todo lo que me gustaría expresar, me parece resumido en este texto que Teilhard de Chardin escribió en China entre noviembre de 1926 y marzo de 1927:“La manifestación de lo Divino no modifica el orden real y aparente de las cosas, del mismo modo que la consagración eucarística no modifica ante nuestros ojos las especies santas. Dado que el conocimiento psicológico en sus comienzos consiste únicamente en la aparición de una tensión interna o un deslumbramiento profundo, las relaciones entre criaturas permanecen exactamente las mismas. Sencillamente se encuentran más marcadas en su sentido. Como esas materias translúcidas que quedan iluminadas por un rayo de luz que en ella se encierra, el mundo, para el místico cristiano, aparece bañado de luz interna que le intensifica el relieve, la estructura y las profundidades. Esta luz no es el matiz superficial que puede ser captado por una grosera sensación. Tampoco es el brillo crudo que hace desaparecer los objetos y ciega la vista. Ella es el sereno y poderoso resplandor generado por la síntesis de todos los elementos del mundo en Jesús. Cuanto más acabados, según su naturaleza, son los seres en los cuales brilla, más próximo y sensible parece ese resplandor; y cuanto más sensible se vuelve, más distintos en sus contornos y distantes en su fondo se vuelven los objetos que él ilumina. Si nos es permitido modificar ligeramente una expresión sagrada, diremos que el gran misterio del cristianismo no es exactamente la Aparición sino la Transparencia de Dios en el Universo. ¡Oh! Sí, Señor, no sólo el rayo de luz que pasa rozando, sino el rayo que penetra. No tu Epifanía, Jesús, sino tu Diafanía”.
Dom Jayme Henrique Chemello
TEILHARD DE CHARDIN. No su pensamiento (que puede tener grietas) sino la persona. Su apuesta por la tierra, incubada ya en plena guerra europea cuando servía como camillero. Su doble fidelidad (a la fe cristiana y a su profesión científica) con los enormes sufrimientos que le cuesta: desde no ver publicadas sus obras, por la prohibición del Vaticano, hasta ser enviado a China (donde, ironías del destino, encontró el homo sinensis: el esqueleto que le faltaba para probar sus teorías evolucionistas). Le retratan bien estas palabras escritas en el frente, ya en 1918: "en la medida de mis fuerzas, porque soy sacerdote, quiero desde ahora ser el primero en tomar conciencia de lo que el mundo ama, busca y padece... Quiero, por un lado, sumergirme en las cosas, mezclarme a ellas para extraer hasta la última partícula de lo que contienen de vida eterna. Y quiero a la vez, por la práctica de los consejos evangélicos, recuperar en la renuncia toda la llama celestial que encierra la triple concupiscencia: santificar en la pobreza, la castidad y la obediencia, la potencia contenida en el amor, en el oro y en la independencia".
Gustavo Pérez Ramírez
Desde un punto de vista conceptual, la identificación del código genético, que revela el borrador del genoma humano, es el resultado de una introspección del hombre dentro de la mente del Creador, con el instrumento con el que nos dotó. Hito histórico. Quedamos en posesión del manual de instrucciones sobre nuestras funciones biológicas para mejorar la calidad de vida. Es un paso más en el proceso ascendente hacia el punto Omega que propone Teilhard de Chardin.Gracias a sus rigurosas investigaciones, este gran paleontólogo y hombre de fe logró desentrañar "el interior de las cosas", pareciéndose en cierto modo al profeta bíblico, como dice uno de sus expertos, al referirse al Fenómeno Humano emergente de la evolución biológica y a la ley de complejidad-conciencia, teorías fundamentales de este constructor de un puente entre ciencia y fe, quien enseñó a "contemplar, a comprender, a amar el mundo creado, para que la admiración de esplendores tan sublimes haga hincar de rodillas e invite a los espíritus a la adoración".
Ya el hombre se había enterado, gracias entre otros a Teilhard, de que no proviene de un artesano que laboraba con arcilla, sino de un Creador pirotécnico que produjo el gigantesco estallido inicial, originando el proceso evolutivo del que surge el hombre, con mente creadora y con el encargo de dominar la naturaleza.
Jaime Valdivieso
El hombre y la mujer son igualmente un animal de presa como lo veía Teilhard de Chardin, pero un animal de presa con imaginación, con tabúes y, por lo tanto, con instinto de transgresión: ojos que miran y se miran a sí mismos, conciencia y autoconciencia.
Alfonso Pérez de Laborda
¿Tiene esto las consecuencias que, por ejemplo, Pierre Teilhard de Chardin creía entrever? No lo sé, pero Teilhard vio muy bien que ahí estaba la clave de la singularidad del punto rojo. Se podría decir que todo punto final al que hoy ha llegado la evolución, todas y cada una de las especies, si no todos y cada uno de sus individuos, es también como un punto rojo; que él único punto rojo verdadero es el de los lindos geranios. Pero, nótese bien, siempre seríamos nosotros, los de la especie humana, los que lo dijéramos, es decir, lo diríamos siempre porque, de veras, somos nosotros el punto rojo del árbol de la evolución.
Seyyed Hossein Nasr
Los antecedentes geológicos demuestran repentinas explosiones de especies nuevas que algunos evolucionistas trataron de explicar a través de la teoría de los “cuantos de la evolución” (taquigénesis), o de la “supresión sistemática de los orígenes”, propuesta por Teilhard de Chardin. Pero, de estas teorías, ni una ni otra resiste la crítica científica, y subsiste la dificultad de que, contraria a la teoría de la evolución, cada nueva especie hace su entrada en el escenario de la vida muy repetidamente y sobre una extensa región. El hecho establecido que en los antecedentes geológicos hay una gradación de la fauna tampoco prueba la evolución de una forma en otra, puesto que cada fauna surge de improviso con todas sus características esenciales.
Gonzalo Gutiérrez
Wilber nos ofrece, por así decirlo, un mapa del curso de la evolución, como despliegue del Espíritu, que se acerca mucho a la visión de Teilhard de Chardin en un camino que desde la materia llega a la vida y a la mente, donde el Espíritu se torna consciente de sí mismo. En cada una de las fases de esta evolución existen patrones recurrentes que nos dan la posibilidad de mirar la situación del mundo y nuestra ubicación en un universo de sexo, alma y espíritu; y sobre las direcciones que podemos tomar si deseamos estar en la construcción de una transformación global.
Jesús López Sáez
En Salamanca conocí la obra de Teilhard de Chardin en un momento en que la vieja visión del mundo asumida por la filosofía escolástica, la llamada "filosofía perenne", daba señales inequívocas de caducidad. Sin embargo, ahí estaba Teilhard, sabio, profeta y místico, que -afrontando dificultades e incomprensiones- había ofrecido una nueva visión del mundo, evolutiva y dinámica.Omega es el futuro que espera a una evolución que ha llegado a ser consciente, pero que ha de afrontar el paso vertiginoso y oscuro de la muerte. Omega ha de ser, según Teilhard, una realidad trascendente y personal. Trascendente, porque está al otro lado de todos y de cada uno de los fenómenos. Personal, porque -desde el momento en que el mundo ha llegado a ser personal- ya nada puede tener sentido para él que no sea supremamente personal, ya ninguna realidad puede ser superior ni puede atraerle si no es sumamente relacional, ya ningún punto trascendente podría centrarle.
Juan Borrás
Si como dice Teilhard de Chardin "la única religión aceptable es la que enseña, ante todo, a conocer, amar y servir apasionadamente al universo" el error de Darwin es monumental, tanto como su teoría de que el hombre desciende del mono.
Felisa Pinto
Además de una industria que es orgullo del país, y parte importante de su gozoso consumo, esos franceses le dieron a San Rafael, Argentina, algo típico de la nación de Juana de Arco: una cierta amistad con la vida, un goce vital, la famosa joie de vivre, el gusto por la vida, cuyo ocaso y eventual desaparición en la sociedad contemporánea veía Pierre Teilhard de Chardin como la peor catástrofe que pudiera asolar al planeta.
En definitiva, lo que queremos significar con este artículo —aprovechando para desear a los lectores de Estrella Digital lo mejor para el año que va a comenzar la semana próxima— es que la globalización sigue. Eppur si muove, que habría dicho Galieo Galilei. Y no podía ser de otra forma, puesto que se trata de un movimiento que está en la propia naturaleza de las cosas, en un mundo que ineluctablemente ha de estar cada vez más integrado (Pierre Teilhard de Chardin dixit).
La postura de Hoyle es la de adscribir en último término la sabiduría y poder que se hacen evidentes en la Creación a la misma Creación, que se dirige al futuro a devenir <<Dios>>. Esto tiene una gran semejanza de fondo con la postura de Teilhard de Chardin y su Punto Omega, al que se dirigiría la humanidad, que en su proceso de cerebralización llegaría finalmente a la unidad mental espiritual, constituyendo un <<Cristo>> cósmico, y llegando así a su propia deificación. Se acepta la evidencia de designio, pero se niega la Revelación del Creador. Con esto se cae en la actitud de negar al Creador y adorar en cambio a la criatura, trágicamente expresada en la Epístola de Pablo a los Romanos, capítulo 1, versículos 18-25 y ss.
Carlos A. Fernández
El movimiento empresarial venezolano está llamado a convertirse en el catalizador del desarrollo económico; para ello las cámaras y demás organizaciones empresariales deben asumir un proceso de cambio y renovación institucional similar al que está sufriendo el país; hay que estar atentos a los signos de los tiempos de Teilhard de Chardin, so pena de ser arrastrados por las sombras. Las instituciones deben estar en permanente cambio y revisión para poder permanecer, y sobre todo para poder cumplir con la función social que de ellas se espera.
Esta obra se tradujo al español a fin de difundir entre toda la comunidad hispanohablante el proyecto de La nueva luz del milenio (Lightshift) y contribuir con un granito de arena en la formación de esta red planetaria de luz. Cuando todo esto pase, podremos decir, como Teilhard de Chardin: "Algún día, después que hayamos dominado los vientos, las olas, las mareas y la gravedad, aprovecharemos para Dios las energías del amor: entonces, por segunda vez en la historia del mundo, habremos descubierto el fuego"
Teilhard de Chardin hablaba de "educar la mirada" para ver así el fenómeno y todo el fenómeno, es decir, no sólo percibir su evolución externa, sino también su evolución interior, integral, y así comprender su enrollamiento: el sentido interno que explica todo el proceso ascendente de la Creación. Similarmente, hasta que no nos propongamos reeducarnos para descubrir un tiempo y un espacio más humanos -encuentro entre el hombre, el cosmos y lo sagrado- no podremos detener una contaminación creciente y seguiremos, como un Edipo incorregible, desencadenando consecuencias insospechadas sobre nuestro medio y sobre nosotros mismos.
Muchas personas occidentales de la Nueva Era consideran al controvertido sacerdote evolucionista, Teilhard de Chardin, como su padre espiritual. Dedicado apasionadamente a la Evolución, la consideraba "el postulado general al cual todo sistema debe someterse". El y otros líderes neo-Darwinianos, incluyendo a John Dewey (arquitecto de nuestro moderno sistema de educación pública), consideraban que el proceso evolutivo había "venido a la conciencia del hombre", quien ahora podía guiarlo hacia el desarrollo del orden mundial ideal. La Evolución ahora es vista por estos modernos panteístas como la "mente cósmica" quien ha orquestado el progreso evolutivo del universo y sus numerosos sistemas a través de eras interminables.
Carlos Alberto Montaner
Me alegro. Cuando era un adolescente, y, como todos, tuve mi primera crisis religiosa basada en el choque entre la racionalidad y las creencias, leí a un jesuita francés que me resultó tremendamente persuasivo, y que, de alguna manera, resultaba capaz de tender un puente entre la razón y la fe. Se llamaba Teilhard de Chardin y se trataba de un sabio paleontólogo a quien sus inmensos conocimientos de historia y antropología --fue uno de los descubridores del "hombre de Pekín''-- lo llevaron a desarrollar la hipótesis de que la especie humana evolucionaba no sólo físicamente, sino también espiritual y socialmente en dirección de lo que él llamaba "el punto Omega''. Un lugar de reunión situado más en el tiempo que en el espacio, en el que nos uniríamos al Creador, esa fuerza primigenia generadora de todo lo que existe, y en la que la noción del bien cobraba su sentido cabal.Inexplicablemente, la Iglesia Católica, en lugar de asumir los escritos de Chardin, los desautorizó, y éste, jesuita disciplinado al fin y al cabo, acató humildemente las decisiones de la institución a la que pertenecía, y se calló la boca para siempre. Poco después, inmerso todo Occidente en una atmósfera dominada por el materialismo dialéctico postulado por los marxistas, dejó de ser de buen gusto defender teorías generales sobre la naturaleza del hombre, especialmente si incluían una perspectiva trascendente en las que el concepto de Dios tuviera cabida. Eso es exactamente lo que hoy renace. El siglo XXI se inicia redescubriendo a Dios. O al menos debatiendo su existencia. Buen síntoma.
Flavio César Tijerino Fajardo (Saguatepe)
Para mí el cielo y el infierno no son un lugar. No hay un lugar cielo o infierno. Yo pienso que esos dos términos constituyen más un modo de ser que un modo de estar. Son dimensiones dentro de la creencia, de la fe, que suele estar más allá de la razón. Yo creo en la posibilidad de ese otro modo de existir. “No sólo el hombre, sino las criaturas, todas gimen y aún están llorando esperando la hora de su glorificación”, dijo San Pablo. “Hay una especie de transfiguración del Universo entero”, dijo después Teilhard de Chardin, que él llamaba “la cristificación del universo”, pero San Pablo lo dice temprano: “Las criaturas todas gimen y aún están de parto esperando la hora de su glorificación...”. Yo tengo esa fe.
Andrés Recasens Salvo
Teilhard considera que la historia humana, y aún de la Tierra, es sólo un segmento modesto de un proceso cósmico glorioso que comenzó con la aparición de la vida y que continuará durante billones y billones de años, hasta que en la más lejana de las galaxias se proclame a Cristo como Logos. En verdad, Teilhard, que era teólogo y paleontólogo de gran reconocimiento, transmite fe y confianza en la vida y en el hombre. Es desde ese análisis que declara que el hombre es "materia hominizada''. Desde una perspectiva distinta pero no menos hermosa, Einstein hace converger la vida humana con todo lo Viviente en un sólo y cálido abrazo. En una oportunidad en que cayó gravemente enfermo, la esposa de Marx Born le preguntó si tenía miedo a la muerte. Este respondió: "No. Me siento tan solidario con todo lo viviente, que me es indiferente donde empieza y acaba cada individuo".
Juan Hernández Pico, S.J.
Era muy honda la experiencia de Dios que vivíamos en la historia del Concilio Vaticano II. Para nosotros , que habíamos recibido la misión del apostolado social, era un gran aliento leer en la “Gaudium et Spes” estas palabras: “La fe todo lo ilumina con nueva luz y manifiesta el plan divino sobre la entera vocación del hombre. Por ello orienta la mente hacia soluciones plenamente humanas (n. 11).” Es decir, estábamos de verdad en la fidelidad católica cuando nos íbamos a poner a buscar, a través del análisis, de la investigación, de la crítica, de la denuncia y de la propuesta, “soluciones plenamente humanas” para una realidad tan injusta como la que sufríamos en Centroamérica. Eran también los tiempos en que leíamos con honda experiencia espiritual las obras del jesuita Pierre Teilhard de Chardin, y nos sentíamos identificados con ese caminar de la humanidad, del planeta y del universo hacia el Punto Omega, hacia el Cristo Resucitado y hacia la plenitud de la creación en El. Una vez más el Concilio nos decía unas palabras muy pertinentes en la “Gaudium et Spes”: “La espera de una tierra nueva no debe amortiguar, sino más bien avivar, la preocupación de perfeccionar esta tierra, donde crece el cuerpo de la nueva familia humana, el cual puede de alguna manera anticipar un vislumbre del siglo nuevo. Por ello, aunque hay que distinguir cuidadosamente progreso temporal y crecimiento del reino de Cristo, sin embargo, el primero, en cuanto puede contribuir a ordenar mejor la sociedad humana, interesa en gran medida al reino de Dios (n. 39)”. Habíamos dado un paso muy grande, desde la religión espiritualista, de la ley y de los miedos a la religión de la encarnación, de la fe y la justicia y de los grandes deseos y la libertad de los hijos de Dios. Claro, teníamos el peligro de agudizar la contraposición entre el principio de donde habíamos partido y el extremo al que estábamos llegando. Creo honradamente, sin embargo, que siempre supimos que en aquel “principio” estaban algunas de nuestras raíces más auténticas. No había habido ruptura sino novedad y renovación en la continuidad: “vino nuevo en odres nuevos”.
'Ali González
Cuando Asín Palacios compara la mística musulmana con la experiencia cristiana de San Juan de la Cruz, está amputándola de todo lo que hay más allá de ese momento en que nuestros místicos expresan el fanâ’. Pero el místico musulmán sigue adelante en su proceso espiritual: resucita en vida y llega al baqâ (el estar). Si se quiere establecer una comparación entre ambas místicas, debería usarse -mejor que a un San Juan de la Cruz- a un Teilhard de Chardin, porque es la mística positiva y vital de este jesuita la que mejor puede reflejar el paso del fanâ’ al baqâ que es el culmen de nuestra experiencia espiritual. Quedarse en el fanâ’ es quedarse en el fracaso de lo humano, en el místico extraño a su sociedad, en el loco de Dios. El Islam no es un camino para que te escapes de la realidad.
P: Eva de Vitray.
R: Insha
allah.
P: Nos dijo un día que había un paralelismo entre el pensamiento de Iqbal y el de Teilhard de Chardin. ¿Podríamos insistir un poco sobre esta idea?R: Iqbal conoció personalmente al Padre Teilhard. No podían más que entenderse puesto que la gran idea de Iqbal es que todo lo se sube converge. Esto les debe recordar otra cosa. Si todo converge, eso quiere decir que si Uds. van hasta la cima de su budismo, de su cristianismo o de su Islam, solo pueden reencontrarse en la sumisión a Dios.
P: ¿Y Ud. misma, conoció personalmente al padre Teilhard?
R: Si, y tuve el privilegio de hacer la primera emisión de radio que le fue consagrada y de escribir los primeros artículos que se habían escrito sobre él. La Iglesia católica le había despreciado en público, le había prohibido hablar en el Collège de France. Mi primer artículo, lo había escrito para una revista italiana y, por escrúpulo, antes de enviarlo, fui a ver al Padre d’Oince que había sido su director espiritual. Recuerdo haberle dicho: “Ud. comprenderá, no soy católica y sobretodo no soy teóloga. No desearía dar armas al enemigo para atacar al Padre Teilhard, por quien siento gran estima.” Leyó mi artículo y recordaré siempre la conversación que tuve seguidamente con él. Hay que decir que había sido educada como una joven sabia en apariencia, pero en absoluto convencional. Tenía 12 años cuando se me ocurrió preguntar a mi confesor si estaba mal creer en la reencarnación. Imaginarán su respuesta. Hacía siempre preguntas que no había que hacer. Pregunté entonces al Padre d’Oince: ¿Cómo explicaría Ud. que el Padre Teilhard no hable nunca del infierno? - Ud. ¿cree en él? me respondió.
P: Una palabra más sobre Teilhard. Para nosotros, es un gran personaje.
R: Para mí también. En todos los prefacios que he escrito, cito con amor a Teilhard de Chardin y esta frase esencial según la cual todo lo que sube converge.
P: ¿Diría Ud. que es un buen musulmán?
R: Un muy buen musulmán. Nada ha estado más sometido que él a la voluntad de Dios.
Pedro Martínez Sancho
Hace algunos años leí, emocionado, algunas páginas de Teilhard de Chardin sobre la cristificación del Universo. Para él, la materia toda tiene un fondo de Dios que va despertando, en evolución progresiva, a la plena deificación, cuando "Dios recapitule todas las cosas en Cristo". La creación entera se dirige, en trance doloroso, a un punto Omega en el que, no sólo el ser humano, sino todas las cosas serán lo que están llamadas a ser. Una corriente de amor llevará (está llevando) las cosas a un polo supremo de atracción que, "no sólo en forma de algún calor o perfume añadidos, sino como una esencia de fondo, está destinado a metamorfosear todo, a asimilar todo, a reemplazar todo". (El corazón de la materia). Se pudiera hablar en Teilhard de una mística de la materia: "En virtud de la creación, y más todavía, de la Encarnación, nada es profano, aquí en la Tierra, para quien sabe ver" (El medio divino).Teilhard era consciente de que esta manera de plantear las cosas chocaba con la mentalidad cristiana dominante, todavía apegada, en materia de espiritualidad, a libros piadosos del estilo de la Imitación de Cristo, que ofrece sentencias tales como: "Cada vez que estuve con los hombres, volví menos hombre". Recordemos que Teilhard escribe antes del Concilio Vaticano II. Tanta claridad tenía de lo nuevo y escandaloso del asunto que había dicho: "Lo que nos falta a todos, más o menos, en este momento, es una nueva formulación de la santidad", cuyo contenido él mismo definía así: "Alcanzar el Cielo por el perfeccionamiento de la Tierra… Cristificar la Materia" (Obsérvese "Tierra" y "Materia" en mayúsculas).
Susana López Guerra
Teilhard de Chardin, antropólogo cristiano, ofrece la visión de una constitución humana creada y recreada en perfeccionamientos ascendentes, productos de ensayos cada vez más elaborados de la vida. Afirma que el hombre tuvo su origen en la materia prima básica con que está construido el universo, el magma estelar, origen de todo, su destino es llegar a la espiritualidad suprema; siempre en ascenso, siempre hacia arriba, más y más complejidad, primero inorganicidad, después organización vital, organización humana, desarrollo y expansión espiritual. En la visión de Teilhard de Chardin no hay lugar para una explicación de la caída, sólo el vector del ascenso, hasta llegar a lo que él llama “planetarización del espíritu”.
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Andrés Yurjevic Ph.D.
El concepto "biosfera" fue acuñado por Teilhard de Chardin, sacerdote jesuita y paleontólogo (11). La biosfera es una película de tierra, agua y aire que recubre al planeta Tierra. Su rasgo más significativo es la relativa pequeñez de sus dimensiones y lo exiguo de los recursos que ofrece. Es el único hábitat actual de todas las especies de seres vivos. Está rígidamente limitada en su volumen y por eso contiene sólo un stock limitado de recursos de los cuales dependen las diversas especies de seres vivos para sobrevivir. Algunos de estos recursos son renovables y otros no renovables en la escala de tiempo humana y, por lo tanto, toda especie que apele en exceso a sus recursos renovables o que agote los no renovables se condena a su extinción.ACLARACIÓN PERSONAL(11) TEILHARD DE CHARDIN. 1965. El Fenómeno Humano. Taurus. Madrid.
* Aludo a la formación, a partir de y por encima de la Biosfera, término creado por Suess para la propia capa de sustancia vitalizante que envuelve la Tierra, de una envoltura planetaria más, la envoltura de sustancia pensante a la que, por comodidad y simetría he dado el nombre de Noosfera, de Noos, espíritu: esfera terrestre de la sustancia pensante.Dado que, sin querer queriendo surge el nombre Suess, veamos someramente, por sentido de justicia, personal interés y cultura general quién fue Eduard Suess:
(El porvenir del hombre, Teilhard de Chardin, pág. 195, Ed. Taurus, 1973)
1
Red InterNet
La biosfera está constituida por un mosaico de ecosistemas en donde cada uno puede ser parte de otro más amplio. El concepto de biosfera fue introducido hace casi un siglo por el geólogo austríaco Eduard Suess, quien la define como aquella parte de la Tierra en donde existe vida.Diccionario soviético de filosofíaCuriosamente, el término biosfera -que Vernadsky no fue el primero en utilizar: lo tomó prestado del geólogo austriaco Eduard Suess- ha hecho más fortuna que el propio libro homónimo.
Biosfera (del griego bío: vida, y sfaira: esfera). Envoltura terrestre en que se manifiesta la vida y que posee, consiguientemente, una estructura geológica y físico-química peculiar. El concepto fue introducido en la ciencia por Eduard Suess y desarrollado por Vernadski. Éste no concebía el surgimiento de la vida en la Tierra, –y, por ende, la formación de la biosfera– como la aparición de determinados gérmenes en ciertos puntos aislados, sino como un gran proceso único gracias al que se formó el «monolito» de la vida en toda la zona del planeta en que se daban las condiciones apropiadas. Con la aparición de la sociedad humana, con el desarrollo de la ciencia y la técnica, la biosfera se va convirtiendo, con todo el rigor de un proceso sujeto a ley, en Noosfera.Victoriano Garza Almanza
El término biosfera fue introducido por el austriaco Eduard Suess en 1875, aunque la idea fue planteada antes por Cuvier y Lamarck. Sin embargo, Vernadsky asumía que por bella que fuera esa idea para la ciencia, no era ciencia, hasta que no fuera científicamente puesta a prueba y validada. Esto fue lo que él hizo con sus estudios sobre la rotación biogeoquímica de las sustancias de la Tierra: "demostrar que la vida es un fenómeno planetario''.
SUESS (Eduard). Geólogo y palentólogo austríaco, n. en Londres y m. en Viena (1831 - 1914). Profesor en la universidad de Viena, desde 1857 de Paleontología y desde 1862 de Geología... Ya en 1855, el geólogo austríaco Eduard Suess, estudiando la similitud entre las rocas sedimentarias de India, Madagascar, Nueva Zelanda América del sur y Sudáfrica, sugirió que quizá en alguna edad remota todas estas tierras emergidas hubieran formado parte de un único supercontinente, al que llamó Gondwana; hipótesis que los fósiles hallados en la Antártida como el helecho Glossopteris, encontrado también en Africa, Sudamérica e India, han corroborado.MORALEJA:
Tras la paletada, nadie dijo nada, nadie dijo nada.
Era un pobre diablo que siempre
venía
cerca de un gran pueblo donde yo
vivía;
joven, rubio y flaco, sucio y mal
vestido,
siempre cabizbajo.¿Tal vez un
perdido?
Un día de invierno lo encontraron
muerto
dentro de un arroyo próximo a mi
huerto,
varios cazadores que con sus lebreles cantando
marchaban.
Entre sus papeles no encontraron
nada.
Los jueces de turno hicieron preguntas al guardían
nocturno;
éste no sabía nada del extinto,
ni el vecino
Pérez, ni el vecino Pinto.
Una chica dijo que sería
un loco
o algún vagabundo que comía poco,
y un chusco
que oía las conversaciones
se tentó de risa. ¡Vaya
unos simplones!
Una paletada le echó el panteonero;
luego lió un
cigarro, se caló el sombrero
y emprendió la vuelta.Tras
la paletada,
nadie dijo nada, nadie dijo nada.
38
Mariano García Cartagena
La obra el Padre Teilhard de Chardin representa una gran síntesis, un verdadero sistema ideológico. Gira muy especialmente en torno al Hombre, y sobre todo en torno a su futuro, dando así una esperanza que no existe en los sistemas marxistas, materialistas o existencialistas: La de un porvenir de Amor. Si Jesús de Nazaret difundió una doctrina Moral ensalzando el Amor, Teilhard lo ensalza con una teoría Científica. ¿Podemos añadir a Teilhard a la lista de grandes pensadores? Teilhard introduce en su obra conceptos totalmente nuevos. Muchos de ellos van siendo tenidos en cuenta por los intelectuales de todas las ramas. He creído conveniente este pequeño apartado, para facilitar la comprensión de su pensamiento:NOTACOSMOGENESIS.- Fenómeno global de la Evolución del Universo. Presenta al Mundo en constante transformación.
ENTROPIA.- A semejanza el concepto físico, Teilhard llama Entropía a la 'resistencia' de los seres a la Evolución; a la tendencia a lo múltiple, en vez de a lo uno.
BIOSFERA (de Bios, vida).- Teilhard lo entiende como 'la capa de sustancia vitalizada que envuelve la Tierra'. (Recordemos que unos años antes Eduard Suess, creador del concepto, definió la Biosfera como aquella parte de la Tierra en donde existe vida).
CEFALIZACION.- Tendencia del sistema nervioso a evolucionar, concentrándose en la cabeza. En los mamíferos superiores se observa además la CEREBRACION, que es el enrollamiento del cerebro sobre sí mismo.
NOOSFERA (de Noos, espíritu).- Envoltura pensante de la Tierra. Se hace progresivamente más densa a causa del aumento e hombres, de la calidad de su espíritu y de las relaciones entre ellos.
ANTROPOGÉNESIS. La ciencia del desarrollo del hombre considerado como un todo y no dividido en esferas separadas de estudio.COMPLEJIDAD-CONCIENCIA.- La correlación de la energía psíquica con una concentración proporcionalmente mayor de materia.
ENERGÍA, RADIAL. La energía cósmica que produce cuerpos cada vez más complejos y más centrados sobre sí mismos.
ENERGÍA, TANGENCIAL. La energía que establece relaciones externas entre los cuerpos materiales del universo.
HOMINIZACIÓN. El proceso que lleva a la vida reflexiva en el género humano.
HOMO SAPIENS. Única especie superviviente del género Homo. Camina en posición erecta y tiene manos capaces de configurar y usar instrumentos.
MÓNADA. Un centro de conciencia Individual.
OMEGA. Punto en el que el universo se centrará al final sobre sí mismo y clímax de la evolución.
PHYLUM. Una de las doce subdivisiones mayores del reino animal. El hombre pertenece al Phylum Chordata, que incluye organismos con un esqueleto interno y espinazo segmentado, o -en casos más raros- solamente una cuerda espinal.
TRANSFORMISMO. Tiene que ser distinguido de la evolución. Se aplica solamente a la transformación de una especie viva en otra.
Karlos Santamaría
En medios científicos y religiosos se ha conmemorado estas últimas semanas el centenario del nacimiento del paleontólogo P. Teilhard de Chardin, a quien se debe, entre otras cosas, el descubrimiento del hombre chino del paleolítico pekinense, o «Sinantropus».Nadie pone en duda los méritos científicos de Teilhard. Lo que ocurre es que este sabio jesuita, como tantos otros científicos de nuestro tiempo —Einstein, por ejemplo, también lo hizo— expuso en un conjunto de obras importantes, pero de carácter extra-científico, sus ideas sobre el mundo y el hombre. Ideas sumamente originales y ambiciosas que despertaron no pocas discusiones y dificultades. Favorable al evolucionismo o —para ser más exactos— a una gran visión evolucionista del Cosmos, que él mismo había creado, Pierre Teilhard fue tenido en los años cincuenta, en determinados medios integristas, por una especie de «hereje en potencia». Con gusto lo hubieran visto condenado a la hoguera —por lo menos simbólicas— del Santo Oficio. En aquel entonces los escritos científico-teológicos del P. Teilhard circulaban «sous le manteau» por seminarios y medios católicos avanzados, con gran disgusto de la superioridad eclesiástica del propio Chardin. Todo esto ocurría, por decirlo así, en el mayor secreto.
Pero en 1955, apenas fallecido el P. Teilhard, un alto patronato que presidía la reina madre de Bélgica y del que formaban parte importantes pensadores y hombres de ciencia —como Toynbee, Huxley, Bachelard, de Broglie, entre otros— además de algunos familiares del propio autor, dio comienzo a la publicación de sus obras. La primera obra publicada fue la más discutida de ellas: «Le phenomene humain», texto que Teilhard, obediente a las indicaciones de sus maestros espirituales, nunca había querido ni permitido imprimir.
El revuelo producido en los medios eclesiásticos por esta publicación, fue grande, y motivó, entre otras reacciones, un artículo muy duro de la conservadora revista jesuítica italiana: «La Civiltá Catolica», reproducida poco por el oficioso, y a menudo confuso, «Observatore Romano», lo que hacía pensar en «una especie de condenación».
Pero felizmente la tal condenación nunca llegó a producirse. Y digo felizmente porque ello permitió que ahora, veinticinco años después, la figura de Teilhard haya merecido dos cartas discretamente laudatorias, una de ellas del cardenal Casaroli y la otra del prepósito general de la Compañía de Jesús, P. Arrupe, las cuales cartas han sido publicadas en «La Documentation Catholique» de julio pasado.
El problema que Teilhard se había planteado era nada más y nada menos que el de construir una interpretación total de la evolución del Universo —materia, energía, espíritu, vida, hombre— que abarcase el conjunto del proceso, desde la materia física y biológica hasta las más altas realizaciones del espíritu y de la creencias religiosa.
Es evidente que esto no era un problema estrictamente científico pero tampoco un problema teológico. ¿En qué terreno se movía pues la exposición de Teilhard sobre el fenómeno humano? A mi modesto juicio en un terreno esencial —y a menudo despreciado tanto por los científicos como por los teólogos— que es el de la creación poético-filosófica, un poco a la manera de los grandes filósofos presocráticos.
Este aspecto poético de la obra de Teilhard ya lo apunta en su carta el cardenal Casaroli cuando la caracteriza como «una potente intuición poética del valor profundo de la naturaleza, una vasta visión del porvenir del mundo, unida a un evidente fervor religioso».
Tanto Casaroli como Arrupe subrayan el inmenso bien que la creación teilhardiana ha podido hacer para superar un espiritualismo que tendía a encerrarse en el fijismo y para abrir, de ese modo, a muchos hombres, nuevos caminos de esperanza.
Uno se pregunta si en la situación actual del mundo, de la ciencia y del pensamiento, la Filosofía no va a tener que ir a un nuevo presocratismo que encarne en forma poética profunda las grandes intuiciones del vivir contemporáneo. Algo que dentro de diez mil años podrá quizás ser apreciado como la postura más fecunda y creadora de futuro de esta gran crisis. Un nuevo Anaximandro, un nuevo Heráclito, un nuevo Parménides surgiendo de la decantación genesíaca de una ciencia un billón de veces más potente que la de aquellos dorados siglos.
M. León-Dufour
La obra del Padre Teilhard de Chardin es un rayo de luz proyectado sobre la historia universal, y merece que toda 'persona honrada' le dedique una lectura y una reflexión personales.
Agustín de la Herrán Gascón
Poquísimos profesores y pedagogos se han percatado de la capacidad educativa de la obra de Teilhard de Chardin. Esto es lógico, al menos a causa de dos haces de razones: de una parte las personales, que aludirían al hecho de que los más veteranos y cultos le ignoren, y que a casi nadie de la última generación le suene siquiera; en segundo término, las razones pistemológicas, relativas a que a Teilhard de Chardin no se le incluya tradicionalmente dentro del haz de los teóricos de la educación. Sin embargo, como decía sir A. J. Toynbee, Teilhard fue "Un gran hombre de ciencia y una gran alma. Su trabajo da a nuestra generación la amplia visión que necesita perentoriamente". Y es cierto que alcanzó de pleno a su generación. Quizá, por ello, pueda ser válido suponer que lo que fue increíblemente positivo para una, lo pueda ser, mutatis mutandis, para sus descendientes, sobre todo, cuando se trata de cuestiones relativas a la humanidad. Probablemente sea susceptible de transferencia al momento presente la mayor parte de su obra, porque, como sucede con las producciones místicas, no está determinada por la circunstancia, ni condicionada por la temporalidad. Pero hay algo más. Teilhard de Chardin fue un meditador de la maduración interior de la condición del ser humano, individual y colectivamente entendido. Y confió expresamente en la educación como el único procedimiento social de evolución humana. Por conjugar educación y evolución, fue algo más que un filósofo de la educación.Una escuela motivada por la necesidad de promover la capacidad de evolución de cada ser humano desde que es pequeño, podría ser la inyección de estimulante orientación que el ser humano necesita hoy, para poder acceder a una bondad abierta y a una mentalidad y un sentir verdaderamente universales. La veta, el crisol de conocimientos podría partir de Teilhard de Chardin.
En el campo cósmico se pueden encontrar también dos polos. Así pues, inspirándose en el libro de los Proverbios, Teilhard de Chardin en su tratado El eterno femenino describe a éste como la energía que se haya realmente animando todas las cosas en el interior del cosmos (H. De Lubac y Quiles han considerado de importancia este trabajo).
P. Jorge Loring. S.I.
La evolución misma que hoy se estudia en distintos campos de la ciencia, responde a unas leyes que rigen ese proceso evolutivo, y que armonizan todas las evoluciones del Universo. La razón suficiente de las leyes que rigen esta evolución es la inteligencia de Dios. Antes se consideraba la Naturaleza actual como obra directa e inmediata de Dios. Hoy la consideramos más bien como el resultado de unas leyes que Dios ha puesto en la misma Naturaleza, y que han regido la evolución que nos ha llevado a lo que hoy contemplamos. No puede haber leyes si alguien no las hace. La ley supone un legislador inteligente, distinto de ella. Todo el mérito de la ley es de quien la ha puesto. El Dr. Bermudo Meléndez , presidente de la Real Sociedad Española de Historia Natural y Catedrático de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid, dice en la Revista IBÉRICA, en un artículo titulado Estado actual de la teoría de la evolución: Cuanto más investigamos el mecanismo del proceso de la evolución, tanto más comprendemos la realidad de la existencia de una inteligencia infinita capaz de haberlo programado todo . El Padre Teilhard de Chardin , que es actualmente el jesuita de más fama internacional en el terreno de la evolución, dice que <<la evolución, como todos los procesos naturales, es un proceso sujeto a una ley que señala una dirección>>. Newton, hablando del cosmos dijo: <<Hay que reconocer la voluntad y el dominio de un Ser Inteligente y poderoso>>. Y en otro sitio: <<De donde proviene todo ese orden y belleza que vemos en el mundo? Fue el ojo ideado sin ingenio en materia de óptica? No parece claro que existe un Ser Inteligente?>>. Einstein escribió en <<The World as I see it>>: La ley del cosmos revela una inteligencia de tal superioridad que comparada con ella todo pensar humano es insignificante . El Premio Nobel de Física Alfredo Kastler declaraba en agosto de 1968: La idea de que el mundo, el Universo material, se ha creado él mismo, me parece absurda. Yo no concibo el mundo sino con un Creador, por consiguiente, Dios. Para un físico, un solo átomo es tan complicado, supone tal inteligencia, que un Universo materialista carece de sentido . Toda organización supone un organizador. Si en la Naturaleza hay seres organizados, es inevitable reconocer la existencia de una inteligencia organizadora.
Entrevista a Michel Camdessus
MN. P: Permítame relacionar su fe con una declaración que usted ha hecho en reiteradas oportunidades. Ha dicho reiteradamente que la globalización es la mejor forma de mejorar la condición humana en todo el mundo.
MC. R: Sí, lo he dicho.MN. P: Y esto se relaciona con la religiosidad y el cristianismo. Usted llamó a Pierre Teilhard de Chardin, el científico y pensador jesuita, uno de sus maestros, uno de sus líderes intelectuales.
MC. R: (risas ahogadas) Sí, sí.MN. P: Y él escribió que el mismo Dios atrae a las personas y llega a ellas por medio de un proceso unificador del universo. Ud. ha asociado esa observación con esta tendencia de globalización, de unificación de los seres humanos en todo el mundo.
MC. R: Sí. Pero muchos cristianos tienen dudas sobre eso y, para mi sorpresa, se muestran muy poco motivados con respecto a esta idea.MN. P: Entonces, ¿Ud. cree que la globalización es el destino de la humanidad?
MC. R: La globalización no es el destino de la humanidad. Pero sí creo que el destino de la humanidad se desarrolla en sí mismo en el marco de esta prolongada tendencia de unificación del mundo. La globalización sólo es una aceleración de este proceso. Esto no es un artículo de mi fe religiosa; es una observación histórica que nos conduce a tomar muy en serio el fenómeno, con sus oportunidades y sus riesgos. Pero no ver en la globalización oportunidades formidables para unir más a la raza humana, trabajando unidos por la prosperidad común, es como boxear con una mano detrás de la espalda. Se hará el trabajo, pero se ejecutará sin una perspectiva directriz.MN. P: Sin embargo, muchas denuncias mordaces sobre la globalización provienen de grupos religiosos. Hace algunos años, hubo una reunión de los Jesuitas Superiores Provinciales en México. Firmaron un documento en el que enunciaron que el neoliberalismo, el ajuste estructural y todas esas cosas que usted siente que son importantes y buenas y que benefician a la humanidad no sólo son anticristianas, sino también antihumanas ¿Cómo reconcilia Ud. este tipo de denuncias con su propia perspectiva?
MC. R: La forma en que Ud. lo plantea revela la extraordinaria confusión de los conceptos detrás de estas denuncias. Ud. pone en el mismo saco al neoliberalismo, la globalización y el ajuste estructural como si tuvieran el mismo origen. Pero debemos ser muy cuidadosos con esta mezcla. El ajuste estructural es adaptación al nuevo mundo. No se puede denunciar al ajuste estructural y estar, tal como lo están los cristiano, en contra de las estructuras del pecado, citando las palabras del Santo Padre. Si se está en contra de las estructuras del pecado que plagan nuestro mundo, tales como la corrupción, el nepotismo, la colusión, el proteccionismo y rigideces de ese tipo, hay que estar a favor del ajuste estructural, nos guste o no. Si se desea combatir la pobreza, hay que estar a favor del ajuste estructural, nos guste o no. El neoliberalismo no es mi religión. El neoliberalismo sólo ve la mano invisible del mercado. Mi concepción de la economía incluye a la mano invisible del mercado, pero también a la mano de la solidaridad, lo que llamamos en francés "la main de la justice" (la mano de la justicia), que es el símbolo del estado como regulador, suministrando una estructura de mercado que maximiza el potencial de la sociedad para el bien y la prosperidad. De modo que, con el debido respeto a los jesuitas, los invitaría a ejercer sobre este campo el sentido de discernimiento que es una de sus virtudes claves en otros campos.
Llamadas al Director
Fasano, ¿usted es
ateo?
Responde Fasano el Director:
Fui educado por los jesuitas y quienes pasaron por el magisterio inteligente de los seguidores de Iñigo de Loyola, léase entre otros don Fidel Castro Ruz, llevan una marca imborrable de idealismo y entrega al prójimo que los acompaña hasta la muerte. En cuanto al ateísmo le recomiendo leer a uno de mis libros de cabecera, "El fenómeno humano" del jesuita Teilhard de Chardin, creador de la teología de los sin Dios, y cuyas tesis no fueron sepultadas por el Vaticano. Teilhard vivió y murió dentro de su Iglesia Católica, y no fue expulsado de su seno. Como verá, entonces, se puede ser ateo y religioso al mismo tiempo. Todo depende qué entiende usted por dios o Dios. Yo creo ser un ateo por la gracia de Dios.
F. Riaza
A Teilhard le entenderán los hombres que se parecen a él en su confianza humana. Él ha reconocido que el deseo colectivo de superación "quizá no está plenamente despierto todavía en el alma de nuestro tiempo", porque "ciertas evidencias, ciertas aspiraciones no aparecen sino con la edad", con una edad a la que la humanidad no ha llegado todavía.
SOBRE LA NOOSFERA
En la escala de lo cósmico, sólo
lo fantástico
tiene probabilidades de ser verdadero.
p. j Pierre Teilhard de Chardin
a. De lo escrito en "ANTIAPOCALIPSIS "
Chardin, santo varón sabio e incomprendido, temido por su iglesia que lo silenció, en el año 1925 desarrolló su teoría de la NOOSFERA ya visualizada por él durante la guerra. La Noosfera o envoltura cósmica del planeta sería una onda estacionaria creada por la reflexión de la mente, en la que se consumaban perpetuamente las energías espirituales del mundo. Señaló:
En cada instante la energía humana total está formada por la suma de todas las energías elementales acumuladas en la superficie de la Tierra. Vivimos sin tomar consciencia de lo que debe representar, vista en su conjunto, la masa de consciencia de la que formamos parte. Flotando por encima de la Biosfera, cuyas capas fluyen gradualmente por él, el mundo del Pensamiento, la Noosfera irradia su corona. La Noosfera es una película casi imperceptible si se la compara con las magnitudes astrales. Esta delgada superficie es nada menos que la forma más progresiva bajo la que nos es dado comprender y contemplar la Energía Universal. El amor, tanto como el pensamiento, está siempre en pleno crecimiento en la Noosfera. Los planetas con Noosfera, lejos de ser una excentricidad en la Naturaleza, representarían sencillamente el producto normal y último de una evolución de la Materia llevada hasta el final. Lo cual no es sino decir que nosotros los hombres tenemos grandes posibilidades de no ser ya, como pensábamos, los únicos corpúsculos pensantes que vamos derivando por el firmamento. Con lo que hoy sabemos sobre relaciones esenciales existentes entre Cosmo, Bio y Noogénesis, debe haber, en realidad, otros mundos habitados. Veamos, pues, un poco si no podríamos escapar a la ansiedad que nos produce en este momento el peligroso poder de pensar, sencillamente pensando mejor. No estamos perdidos en el Universo, sino todo lo contrario, puesto que por espesa que sea la bruma en el horizonte, la ley cósmica de convergencia de lo Reflexivo está ahí para señalarnos, con la certeza de un radar, la presencia de una cima hacia adelante.Esta "aura sumatoria mental" en constante crecimiento que rodea el planeta, resulta de la acumulación energética de nuestros pensamientos. La realidad es que crece con muy poco amor y mucha carga negativa. La moderna psicología acepta que el 70% de los pensamientos a diario emitidos, son basura. Es decir, la Noosfera está formada por la energía de los pensamientos y esa energía que rodea el planeta es en un 70% negativa, actualmente representa una densa energía apocalíptica.
Cada ser humano posee un potencial mental enorme, superior a la humana imaginación. Ese potencial se expresa en los pensamientos elaborados en el nivel consciente de la mente. Cada pensamiento es una energía afín con su contenido, y queda registrado en los dos computadores personales, el biológico o cerebro y el sutil o mental, además de ser archivado en la Noosfera.
Cada pensamiento negativo es apocalíptico.
Cada pensamiento positivo es
antiapocalíptico.
Es tan grande el poder mental, más aún cuando se aúna con el de otros pensadores afines potenciándose, que la masa humana de manera inconsciente nos guía hacia ese Apocalipsis. Apocalipsis creado por nosotros mismos sobre la base de elementos dejados para que el hombre así pensara en este período. La misma fuerza negativa la podemos revertir hacia su polo positivo, lo que, aunque no se crea, se está logrando pues el pensamiento positivo induce un efecto de imantación mental sumatorio:
Cada pensamiento negativo es una gota de veneno agregado al vaso de la
humanidad.
Cada pensamiento positivo es un antídoto destinado a
salvar a la humanidad envenenada.
Antiapocalipsis es una nueva palabra en mi diccionario
mental. Su contenido cambió en 180° mi pasivo concepto sobre lo
inevitable
del caos de ciertas profecías, señales y advertencias. Nada sería predeterminado
como catastrófico si nuestra mente
no lo acepta así y así lo induce mediante
los pensamientos. La palabra es una filosofía de esperanza y fe, llena de
optimismo
sobre un mundo mejor.
Tengamos fe, esperanza y valor. Tomemos la decisión de dejar el fango de la
trinchera de la vida y hacia la cima de la montaña
de la existencia, iniciar
por el personal camino individual el ascenso, sabiendo ahora que la cumbre vamos
a conquistar y que
con perseverancia lo podremos lograr.
b. De lo encontrado en la WWW de InterNet:
1
Gaceta de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales
Volumen I, No. 3
de Marzo de 1997
La Noosfera de Teilhard de Chardin y la WWW
Pierre Teilhard de Chardin (Sarcenat, 1881-Nueva York, 1955), especialmente en su libro El fenómeno humano, propuso una Noosfera (zona de la vida reflexiva, de la cultura humana), que incluía la geosfera (zona geográfica) y la biosfera (zona de la vida no reflexiva), en un proceso de noogénesis (génesis espiritual, reflexiva), muy parecido a las transiciones de fase de una red neuronal. Este proceso que, según él, debía empezar en este siglo, culminaría en cerca de 500 años en un evento terminal evolucionario: el punto Omega. El mecanismo similineuronal propuesto por Teilhard de Chardin predecía el incremento gradual del número y fuerza de los enlaces entre las mentes humanas individuales, a las cuales llama átomos, anotando que el número real de átomos en unidades complejas es de menor importancia comparativa que el número y calidad de los enlaces establecidos entre los átomos.Aunque para Teilhard de Chardin, en su pensamiento científico-religioso, el punto Omega es Cristo, una comparación con la red mundial de computadoras llamada hasta ahora Internet, parece cumplir en nuestros días, en un amplio sentido analógico, la predicción del sabio jesuita. A esta red de computadoras están conectadas no solamente universidades, grandes instituciones académicas y empresas comerciales (unidades complejas de átomos), sino también personas naturales (mentes humanas, átomos), y de todos es conocido que esta red tiene, en verdad, una estructura similineuronal, que cada día aumenta el número de sus átomos y mejora la calidad de sus enlaces para transmitir información entre ellos. Esta mejora de la calidad dio un salto descomunal en 1989 con la introducción y popularización de la WWW (World-Wide Web, "un invento simple, pero una innovación gigantesca") en la red de Internet, con su propio lenguaje de escritura -el HTML (Hypertext Mark Up Language)- y sus modos de transmisión que recogen los ya existentes anteriormente en la red de Internet.
El análogo, en esta red, de la geosfera de Teilhard de Chardin es el hiperespacio de la WWW.
Por otro lado, la dinámica de la red parece obedecer a una "noogénesis" muy particular, que según Peter Russell conducirá finalmente a un cerebro global, el punto Omega de la red WWW.
Uno de los resultados previstos más importantes, en las áreas científicas y culturales -si no se establecen en el futuro cortapisas en su uso- es la posibilidad de reducir dramáticamente, en los próximos años, la brecha tecnológica existente entre países desarrollados y en vía de desarrollo, si los gobiernos de estos últimos producen las condiciones propicias para que el mayor número de sus habitantes tengan acceso a la red.
En Colombia este acceso se limita hoy a una pequeña elite en las universidades, principalmente, y algo debe hacerse para ampliar esta cobertura y así participar interactivamente en la construcción del punto Omega de la red.
El avance del mundo de las redes
Nuestra época está dominada por el Internet, mediante el cual ha sido posible hacer disponibles informaciones y hacerlas llegar hasta el rincón más apartado de nuestro planeta. El Internet simboliza una sociedad de network, de redes y el mundo de las redes del cual pretendemos que ha transformado nuestro entorno en un pueblo. Durante mis estudios en la Universidad católica de Lovena leímos un libro que había sido rechazado por la iglesia católica. El título del libro era "Le Phénomène Humain" y su autor el jesuita y filósofo francés Teilhard de Chardin. Peter Max Wildiers tradujo este libro con el título "Het Verschijnsel Mens" al holandés. Teilhard de Chardin intentaba compaginar más o menos la fe con los hallazgos de la ciencia moderna. El libro como tal está completamente anticuado en vista de los progresos de las ciencias; un concepto importante, sin embargo, contenido en dicho libro conserva hoy en día toda su relevancia y demuestra la enorme perspicacia del autor.Teilhard de Chardin comprobó que la tierra está rodeada de una atmósfera y de una estratosfera y que dentro de 50 años, esto significa antes del final del siglo veinte, vendrá una Noosfera. La Noosfera es la esfera de Noos, lo que en griego significa "el espíritu". De Chardin ha previsto una especie de cerebro humano que abarca con una arquitectura de redes la tierra. Esto no se ha realizado todavía, pero va en avance. Nosotros lo llamamos sociedad informativa, evolución de la información, sociedad de redes y sociedad de conocimientos. Este desarrollo nos confronta con la revolución espiritual más grande de todos los tiempos. Es más importante que la caída del Ancien Régime y la revolución francesa que también han causado un gran cambio en el pensamiento de la sociedad. Es también más importante que el Renacimiento así como la primera y segunda revolución industrial. La revolución postindustrial de hoy es de una naturaleza muy diferente.
Seminario sobre LaRouche y Vernadsky en Rusia
En el Museo Estatal Geológico Vernadsky de la
Academia de Ciencias Rusas
Una conferencia de dos días, titulada "La Realización del Concepto de la Noosfera en el Siglo 21; La Misión de Rusia en el Mundo Actual", se inauguró el 27 de noviembre en Moscú, en el Museo Estatal Geológico Vernadsky de la Academia de Ciencias Rusas.La última presentación de la sesión de la mañana, estuvo a cargo del Dr. Jonathan Tennenbaum, quien habló sobre el concepto del Puente Terrestre Eurasiático de LaRouche, y de la necesidad de reformar el sistema monetario internacional, todo desde la perspectiva de la Noosfera.
El Dr. G. V. Naumov, del Museo Verdnasky, presentó la primera ponencia en la sesión de la tarde, sobre "Los Axiomas del Concepto de la Noosfera".
Uno de los momentos más interesantes de la sesión fue cuando el físico Leo Golubchikov, director del programa de Investigaciones de Fusión Nuclear del Ministerio de Energía Atómica, atacó el maltusianismo, y dijo que la definición más precisa de lo qué es la Noosfera, se encuentra en el reciente libro de Lyndon LaRouche, "The Economics of the Noosphere".
Claudio Gutiérrez
Dos aspectos de esa inteligencia artificial, la transmisión y el almacenamiento de la información, se han hecho en los últimos años, y se hacen cada día más, eficaces y baratos, hasta el punto de poder decir que estamos al borde de lo que constituirá una segunda revolución industrial, la revolución cibernética. La memoria electrónica, nos dicen las revistas tecnológicas, ha llegado al nivel molecular, y una información prácticamente ilimitada podrá pronto almacenarse en microburbujas de silicio, el material de que están hechas todas las playas del mundo. La telefonía por satélite, y la transmisión por medio de rayos de luz curvilíneos, hará pronto de la comunicación instantánea algo parecido a un bien libre de la naturaleza. Los Estados subvencionarán la telefonía internacional y las grandes compañías regalarán materia gris sintética (lógica y memoria electrónica) con el fin de potenciar la vida de los negocios. Parece que se acerca el momento en que se volverá realidad la profecía de Teilhard de Chardin: el mundo se convertirá en una Noosfera, es decir, una esfera recubierta de una sola gran capa de inteligencia, sin solución alguna de continuidad: la inteligencia se derramará, literalmente, por toda la tierra. El mundo será uno, por la circulación de información que conectará entre sí a todos los hombres y a todas las obras del hombre que habrán recibido de él el don supremo de la inteligencia. Escasez de energía y abundancia de inteligencia artificial: ¡Qué enorme reto para los administradores! ¡Qué magnificación del principio económico de la optimización, y qué posibilidades de operar maravillas con el medio espectacular de los procesadores de información!
Javier Candeira
Si el mundo está, como vislumbraba Teilhard de Chardin, recubierto de una Noosfera, una capa de materia pensante con una conciencia propia, la Internet es el sistema nervioso artificial que nos permite pensar como una comunidad, con facultades que superan a la de cada una de sus partes, sea cualitativa o cuantitativamente. Esas partes que integran la Noosfera somos nosotros, y la Web es nuestro hipocampo colectivo, la sede de nuestra común memoria y capacidad de asociación, navegación y filtrado. Teilhard de Chardin habría dicho que la evolución humana culmina en una evolución cultural y tecnológica, que se encarna en un órgano cerebral externo.
Abraxas
Según Chardin, la Noosfera -jungianamente "inconsciente colectivo"- es una esfera en crecimiento constante hasta alcanzar los límites materiales que la sustentan, quizá más allá.
Luis Jair Gómez
Así, mientras Teilhard de Chardin señala la capacidad tecnológica del hombre para poner a su servicio, casi sin ninguna restricción, el resto de la biosfera, apoyada en el apacible convencimiento de "el efecto tranquilizador de un misterioso metabolismo noosférico. Hardin, dos décadas después, sacude a la comunidad científica, desde las columnas de Science, en la peligrosa "Tragedy of the commons", causada por el deterioro de la atmósfera, los suelos, el agua, los bosques, etc, mediante la actividad de una población humana que ha desbordado, con su crecimiento incontrolado, las posibilidades del planeta.
Eric S. Raymond
La Noosfera del título de éste ensayo es el territorio de ideas, el espacio de todos los posibles pensamientos. Lo que vemos implicado en la costumbre de propiedad de los hackers es la teoría Lockeana de los derechos de la propiedad en un subconjunto de la Noosfera, el espacio de todos los programas. Por lo tanto "Cultivando la Noosfera", que es lo que cada fundador de un nuevo proyecto de código abierto hace.Faré Rideau correctamente señala que los hackers no operan exactamente en el territorio de las ideas puras. Él afirma que lo que los hackers poseen son los proyectos de programación; focos intencionales de labor material (desarrollo, servicios, etc.), a los que son asociadas cosas como la reputación, confianza, etc. Por lo tanto afirma que el espacio sobre el que se extienden los proyectos hacker, no es el de la Noosfera sino algún tipo doble de ella, el espacio de los proyectos de programa. (sería etimológicamente correcto llamar a éste doble espacio la ergosfera o esfera de trabajo.)
En la práctica, la distinción entre Noosfera y ergosfera no es importante para el propósito de éste ensayo. Es dudoso si la Noosfera en el puro sentido en el que insiste Faré pueda decirse que exista en cualquier sentido significativo; uno tendría que ser un filósofo de Platón para creer en ello. Y la distinción entre Noosfera y ergosfera es sólo de práctica importancia si uno desea afirmar que esas ideas (los elementos de la Noosfera) no pueden ser poseídas, pero los proyectos sí. Esta pregunta nos conduce a puntos en cuestión en la teoría de propiedad intelectual la cual está más allá del campo de éste ensayo.
Para evitar la confusión, sin embargo, es importante notar que ni la Noosfera ni la ergosfera son lo mismo que la totalidad de locaciones virtuales en el medio electrónico llamado a veces (para disgusto de muchos hackers*) ciberespacio. La propiedad en el ciberespacio es regulada completamente por reglas diferentes. Esencialmente, quien es propietario de los medios y las máquinas en el cual parte del ciberespacio es hospedado, es propietario de esa pieza del ciberespacio como resultado.
* Hachers: Alguien que disfruta explorando los sistemas y programas y sabe cómo sacarles el máximo provecho, al contrario que la mayoría de los usuarios que prefieren conocer sólo lo imprescindible. Cracker es un término acuñado por los hackers hacia 1985 para defenderse contra la mala utilización que hacían los periodistas de la palabra hacker y que se refiere al que rompe la seguridad de un sistema. Los crackers forman pequeños grupos, secretos y privados (se adentran en el terreno de lo ilegal), que tienen muy poco que ver con la cultura abierta que se describe en el mundo hacker.
Juan Chamero
La Noosfera es la parte del mundo vivo que es creada por el pensamiento y la cultura del hombre. Pierre Teilhard De Chardin, Vladimir Ivanovich Verdansky y Edouard Le Roy distinguieron la Noosfera de la geoesfera, el mundo inanimado, y de la biosfera, el mundo vivo. Si Usted busca por "Noosfera" [ Nota 1 ] al día Martes 12 de Abril, a las 2:22 PM Tiempo del Este para Estados Unidos y el Canadá del presente año en el buscador Altavista, encontrará 30.136 páginas que tratan sobre ese concepto. Es ésta una extraña palabra que aún no merece una entrada en la versión en línea del Diccionario Merriam Webster. Sin embargo, conocemos y usamos el Ciberespacio, neologismo que tiene 777.290 entradas en el mismo Altavista, pero que por el contrario, tiene una entrada en el mencionado diccionario desde el año 1986, con el siguiente significado: el mundo en línea de las redes computacionales. Espacio Web es otro neologismo aún no incluido en ese diccionario pero que merece 485.805 entradas en Altavista.
Jorge Carvajal
La Sintergética, que ya no es medicina americana o tradicional, o moderna. Ni oriental, ni occidental, ni nueva, ni antigua, la sintergética médica es el producto de la irrevocable tendencia hacia la síntesis de nuestra cultura postmoderna. En el seno de esa nueva cultura, ajena tanto al materialismo reduccionista como al idealismo sin sustrato, empezamos a descubrir la conectividad de la naturaleza en la naturaleza humana; a sentir en el cuerpo la piel sensible de un Cosmos pleno, más que de casualidades o de causalidades, de convergencias significativas.La sintergética no pretende ser una ciencia condicionada por los mecanismos o los organismos -fisiosfera y biosfera- sino una actitud hacia la vida, flexible como una conciencia inclusiva, que se percibe implícita en la indisoluble y dinámica continuidad de la Noosfera. Su herramienta es la conciencia: la del átomo, la de la célula, la de una técnica de técnicas orientada a restaurar la integridad.
Marcal Moliné
Esa nueva tecnología, según Teilhard (Noosfera), que murió en 1955, "sería la radio, la televisión, el teléfono y "esos asombrosos ordenadores electrónicos". Es decir que ahí vemos aparecer la palabra "convergencia" y los medios que en estos momentos convergen en nuestros hogares. Esa semejanza entre la telaraña electrónica y la telaraña biológica de neuronas, entre Internet y cerebro, ¿hasta que punto debemos tomarla como una metáfora?Se discute sobre ello y predominan las voces que la miran con escepticismo, cuando no la demonizan, pero también está despertando la curiosidad científica en el sentido de que "las teorías acertadas en informática pueden añadir justificación a anteriores especulaciones acerca de las bases materiales y neurológicas del pensamiento" Es decir, el rebote: la Web nacida como imagen del cerebro, nos ayuda a conocer el cerebro.
Berners-Lee previene acerca del los posibles errores de pensar en la Web como un cerebro global literalmente real y vivo, aunque espera que "de señales de propiedades emergentes". Reconoce haber creado una forma de substituto de la memoria de las personas porque permite confeccionar un documento con palabras que, al clicarlas, te lleven a otros documentos: y esto es el hipertexto. "Aunque el objetivo inicial de la Web fue permitir que unos puedan trabajar juntos con otros, es de esperar que éste sea una herramienta creativa, una herramienta de expresión" La WWW la apoyó en el esquema de los tres elementos que la caracterizan, según él mismo explica:
- un lenguaje para codificar documentos (HTML, hipertext markup language)
- un sistema para enlazar documentos (HTTP, hipertext transfer protocol)
- y lo que describe como www.loquesea el sistema para poner la dirección a los documentos (URL, universal resource locator)Ese británico formado de Oxford tiene su oficina en el World Wide Web Consortium, una entidad sin ánimo de lucro que ayuda a establecer estándares técnicos para la Web: este site es un santuario donde peregrinar, en el que convergen links de hipertexto como para coger un empacho inacabable sobre Internet: desde sofisticados aspectos tecnológicos hasta asuntos de diseño, desde puntos de vista "de arquitectura y filosóficos" explicados por el propio Berners-Lee.
José Manuel Marcano
Por la Red circula una ingente cantidad de información (de autoría muchas veces sospechosa o poco fiable), pero, cantidad, como todos sabemos, no es sinónimo de calidad. El "gran cerebro mundial" que aventuraba Teilhard de Chardin en su concepto de "Noosfera", está lleno de información-basura, es una mina donde el mineral que nos interesa se encuentra mezclado con una enorme cantidad de ganga. Y nuestros alumnos se encontrarán todo eso sin unos criterios claros que les sirvan para filtrar la pertinencia de las informaciones encontradas a lo largo de su periplo en el proceloso océano de la Red.La Noosfera resulta de la transformación de la biosfera por la inteligencia humana. Es un concepto de la biología teórica.
Pedro Gómez García
Ante nuestros ojos y alterando para siempre nuestro modo de vida y nuestra identidad, se instaura un nuevo modo de desarrollo: la sociedad global informacional. Su clave de bóveda es ese sistema digital de millones de redes, palpable materialización de la Noosfera terrestre, que está tejiéndose a ritmo acelerado sobre todo el planeta, acumulando y gestionando la información, la ciencia y la cultura de todas las poblaciones de la humanidad. Cada día más se pondrá ubicuamente a disposición de cada comunidad y cada individuo. Su incoercible potencial está ahí y crece sin cesar. La incógnita es si los humanos, cuyas conocidas propensiones canallescas encuentran también nuevas armas, acertaremos a utilizar las nuevas virtualidades sabiamente.
Michel Bauwens
Internet puede ser visto como una herramienta que amplía nuestra información aún más y, por primera vez, permite a la humanidad materializar la "Noosfera", es decir, el espacio mental colectivo donde todos nuestros intercambios culturales tienen lugar. Internet evolucionará finalmente a ser el Cerebro Mundial, que contenga a todos los cerebros conectados. Esta es al menos la interpretación de la Escuela Positiva. A esta escuela pertenecen filósofos como Hegel, y espiritualista como Teilhard de Chardin, y hoy en día Ken Wilber.
Académico Dr. Carlos León Saltos
Teilhard de Chardin, por su parte, concibió una entidad análoga y acuñó el término "Noosfera" para designar la suma total del pensamiento y sus productos, asimilando su naturaleza a la de una nueva capa geológica superpuesta a la biosfera: "el estrato pensante que desde su gestación al final del período terciario, se ha extendido por encima del mundo de las plantas y los animales". Al comentar sobre las implicaciones de esta visión, el biólogo Julian Huxley sugiere que de acuerdo con ella "deberíamos considerar a la humanidad inter-pensante como un nuevo tipo de organismo cuyo destino es realizar nuevas posibilidades para la evolución de la vida en este planeta". Bajo el influjo de tales imágenes, resulta atractivo ver en la red informática actual de la Internet una materialización de las entelequias concebidas por Popper y Teilhard de Chardin, con una ubicación virtual en la inmensidad del ciberespacio, pero con medios de acceso reales al alcance de millones de seres humanos. En gracia a la brevedad, no es posible ahondar en las potencialidades del vasto repositorio del conocimiento, de la información y de todos los aspectos (tanto positivos como negativos) de la transmisión cultural que representan la Internet y su evolución futura. Por el momento, sólo cabe resaltar su poder como un revolucionario sistema de información al alcance tanto de profesionales como del público general. Por lo cual se sugiere la necesidad por parte de los psiquiatras de familiarizarse con su uso, producir información y ayudar a interpretarla de manera correcta, máxime cuando empieza a esbozarse la posibilidad del empleo del correo electrónico (E-mail) con fines terapéuticos. También vale la pena enfocar un aspecto de la conducta colectiva referente a la salud y a los estilos de vida con implicaciones para la psiquiatría y sus cambios de paradigma.
Enrique Pérez
Lo que se deduce es que: (i) a las escalas más pequeñas tiene dimensión del orden de la unidad (las galaxias se distribuyen en estructuras lineales), (ii) a las intermedias es bidimensional (las galaxias se distribuyen en superficies), (iii) mientras que a las mayores escalas la dimensión fractal del Universo es 3 con una incertidumbre muy pequeña. Esto indicaría que vivimos en un Universo multifractal; siendo uniforme a las escalas más grandes, pero muy estructurado en todas las demás escalas. Una reflexión final. No deja de ser interesante el notar que la Complejidad sea el nuevo paradigma científico, en un momento en el que se está desarrollando de manera revolucionaria la Noosfera como un metasistema complejo basado en la información y la globalización.
Artemio Baigorri
Una figura clave es sin duda la del sociólogo Marshall McLuhan, cuya obra data de los años '60, y cuya tesis central es que la tecnología constituye una extensión, o prolongación, del cuerpo del hombre. Y en el caso de las tecnologías de la información, "con la prolongación del sistema nervioso como nuevo medio de información electrónica, ha sido posible alcanzar un nuevo grado de conciencia" (McLuhan, 1985 [1968]). Una imagen directamente inspirada en la obra del jesuita y científico Teilhard de Chardin (a quien la jerarquía vaticana había prohibido en vida sus trabajos filosóficos).Su concepto básico es el de Noosfera, con el que hace referencia a una especie de superconexión nerviosa de carácter orgánico que se superpone a la biosfera, que posibilitaría al hombre alcanzar sus máximos niveles de pensamiento y reflexión, tomando conciencia de sí mismo. Cuando expresaba cómo los investigadores están distribuidos aleatoriamente en la superficie del globo terráqueo, pero están funcionalmente interconectados en un vasto sistema orgánico que habría de convertirse en el futuro en indispensable para la vida de la comunidad, nos está describiendo avant le lettre la red telemática mundial que hoy conocemos. Hoy la WWW se parece cada vez más a ese cerebro super-orgánico desplegado sobre la superficie del planeta. Los hombres con sus ordenadores (computadores) son las unidades de esta red de consciencia, y ya no están aislados sino que son como las neuronas de un gigantesco cerebro en formación.
Floriano Martins
Teilhard de Chardin dijo: "Y habrá un espíritu de la tierra"… La Noosfera, la atmósfera espiritual que llenará la tierra. Y creo que hay (existe) una atmósfera de la poesía que envuelve y llena la tierra; y en esas atmósferas de Bien, Verdad y Belleza viven, respiran, "se llaman y responden" los poetas del mundo. Y hacen posible la obra única (Ars Magna Universal) que está llenando la tierra. Expansión de la conciencia… La atmósfera física se hizo, en un tiempo de siglos y siglos, atmósfera de la Vida (Biósfera), que a su vez se hizo, otro día de siglos, atmósfera del hombre (Antropósfera). Y hoy se expande, pese al mal, desde la antropósfera, la atmósfera del Espíritu la (Noosfera) que está llenando la tierra (P.T. De Chardin)… Esta atmósfera superior del hombre y de la tierra se expande con la Gran Poesía de todos los tiempos.
Manuel Figueroa
Si toda la biosfera ha evolucionado como un único sistema vivo en el que sus numerosos subsistemas desempeñan papeles diversos y mutuamente interdependientes, entonces la humanidad, un subsistema de este sistema planetario mayor, no puede ser separada de aquélla, ni tratada de modo aislado. ¿Cuál será, pues, nuestra función en el todo que representa Gaia, la Gaia de James Lovelock? Una respuesta posible sugiere que la humanidad misma con su sistema de comunicaciones -el correo entre otros- es como un vasto sistema nervioso, un cerebro global en el que cada uno de nosotros es una célula nerviosa individual. La sociedad humana puede ser vista como un sistema enorme de recolección, transferencia y almacenamiento de datos. Nos hemos agrupado en cúmulos de ciudades y de pueblos, como lo hacen las neuronas que conforman los ganglios de un vasto sistema nervioso. Los sistemas de comunicación más lentos de la sociedad, tales como el servicio postal, vendrían a ser como los sistemas de comunicación químicos del cuerpo, como, por ejemplo, el sistema hormonal. Nuestras redes de telecomunicaciones electrónicas (teléfonos, radio, redes de ordenadores) serían como las miles de millones de pequeñas fibras que conectan a las células nerviosas. Aunque pueda parecer una metáfora excesiva y descarriada, uno puede preguntarse si esto no es un poco como si a la Tierra le estuviera creciendo un sistema nervioso planetario.Teilhard de Chardin estaba piadosamente seguro de que todos los cambios, todas las bifurcaciones en nuestro planeta ocurren en la dirección de una mayor espiritualidad. Pero eso es tan sólo un deseo. En realidad, ante una situación tan crítica como aquella en la que hemos caído -que, cual kaleidoscopio, un pequeño giro basta para que adopte un nuevo patrón cristalino de formas y energías- puede ocurrir cualquier alternativa: la de una nueva sublime espiritualidad en la que la Red encarne, en efecto, al Rey del Mundo, o la de la encarnación del tenebroso Superego Mundial Electrónico del Dominio del Individuo, es decir, del Dueño del Mundo. Al fin y al cabo, esto sólo sería una pesadilla más allá de la que alucinó Aldous Huxley con su Gran Hermano, que pretendía sólo funciones de vigilancia. La Noogénesis: El Punto Omega y la Supermente. Según algunos, la evolución en nuestro planeta ha pasado primero por la geogénesis (la génesis de la Tierra), luego por la biogénesis (la génesis de la Vida) y ahora está pasando por la noogénesis (la génesis de la Mente), entendiendo por ésta la mente de la humanidad integrada en un superorganismo, lo que algunos llaman la Mente Planetaria. Según Teilhard de Chardin, esto último no es más que la planetarización de la humanidad para formar una unidad orgánica mayor única, el Punto Omega, y que calificó como la culminación del proceso evolutivo, el punto final hacia el que todos estamos convergiendo. Aurobindo, de forma más espiritualista vio este proceso como la transformación de la conciencia hacia lo que él llamaba la Supermente. Otros, como Peter Russell, autor del The Global Brain Awakens, ven este proceso como la formación a nivel planetario de un campo - el gaiafield- en el mismo sentido del campo magnético o el electromagnético, que será un nuevo nivel de la evolución en la Tierra que probablemente poseerá características totalmente nuevas que nuestra conciencia no puede imaginar.
Leonardo Boff
Caminamos rumbo a una sociedad mundial, la primera de la humanidad unificada. Todos venimos de un gran exilio, aislados en las culturas regionales y en los límites de estados-naciones. Lentamente estamos regresando a la casa común, la Tierra, y nos descubrimos como familia humana. Pero este fenómeno, acuñado por Pierre Teilhard de Chardin como la emergencia de la Noosfera -una única mente y un solo corazón, unidos en la diversidad- no ha entrado todavía en la conciencia colectiva.Para llegar a este estadio precisamos ultrapasar el paradigma civilizatorio vigente, que atomiza, divide y contrapone, y entrar en el nuevo horizonte de la física cuántica, de la nueva biología, de la cosmología, de la ecología. En una palabra, entrar en las ciencias de la Tierra, que relacionan, incluyen y componen todo con todo. Esta conciencia sólo será hegemónica a partir del desmontaje de lo viejo y de las instituciones que lo sustentan. Entonces podrá surgir, por primera vez, el gestionamiento colectivo de la Tierra y la administración social de las demandas de los pueblos de la Tierra.
Nora Bär
El sacerdote jesuita Pierre Teilhard de Chardin teorizó a comienzos del último siglo que la humanidad se uniría a través de las venas electrónicas de la radio, la televisión y las computadoras. El universo digital sería también el de la convergencia espiritual, profetizó. En sus obras, Teilhard plantea que la especie del Homo sapiens, que había estado desperdigada, empezaba a unirse en un sistema nervioso único, una conciencia unificada, vaga anticipación de Internet a la que llamó Noosfera. Teilhard murió en 1955, cuando la televisión daba sus primeros pasos y no existía nada semejante a la computadora personal.
Matilde Sánchez
¿La Red es un libre mercado o una biblioteca universal gratuita? Por el momento, es ambas cosas. Es la biblioteca gratuita porque la atracción de la Red es que da acceso instantáneo al cerebro global, lo que el filósofo Teilhard de Chardin describía como la "Noosfera" electrónica dentro de la cual transcurre el fluir del pensamiento y las palabras, la música, las ideas y las imágenes. Pero es un mercado libre porque se encuentra en un punto decisivo que establecerá la relación del capitalismo con Internet. En la era de lo que yo llamaría el "capitalismo Napster" (por el sitio y sistema que permite el intercambio gratuito de archivos musicales), el viejo modelo de capitalismo basado en monopolios de conocimiento e información de autor obviamente ha explotado debido a las mp3.com (formato de archivos musicales) y sus muchos imitadores. Si la Red logrará cumplir con su utopía de la comunicación o si será encerrada en sucesivos cerrojos de uso por el capitalismo, es su pregunta de vida o muerte.
Gabriel Vilallonga
¿Hacia dónde conduce esta convergencia de tecnología y (verdadero) deseo espiritual? Algunos dicen que lleva directamente hacia la Noosfera, la conciencia universal unitaria, el punto Omega de llegada de la evolución transbiológica (idea tomada del teólogo católico Teilhard de Chardin). El punto Omega sería el estadio final de salvación colectiva. En nuestro caso, una salvación tecnológicamente mediada.Otros, en cambio, piensan que este mix de espiritualidad y tecnología debería llamarse tecnopaganismo (término, un tanto despectivo, acuñado por Erik Davis en un artículo de Wired Magazine). Davis habla de paganismo y no de ateísmo, porque en la red hay un mundo de creencias propiamente religiosas, aunque estas sean muy diversas y tengan por objeto divinidades menores. Tecnopagano sería, en este sentido, quien piensa que la salvación del mundo no tendrá la forma de una recapitulación (Omega, Cristo), sino de una diversificación cada vez mayor (idea difícilmente compatible con la fe cristiana).
En este sentido, la red proporcionaría una experiencia de lo sagrado de características inéditas. Por una parte, como bien dice Lebkowsky, cuando uno navega descubre que no hay presencias absolutas: nada es completamente verdad y todo está permitido. Y sin embargo, también se tiene la impresión de habitar en el interior de un "Gran misterio", una presencia inmanente a la multiplicidad de experiencias. Pero una presencia que no impone ningún contenido concreto. Y esto se compagina muy bien con la espiritualidad postmoderna: libertad para hacerse un menú personal a partir del "Gran misterio". La unidad de la experiencia de la red como "Gran misterio" es puramente funcional, y no presupone la idea metafísica de una verdad única (y mucho menos cognoscible). Permite sumisión religiosa al mundo sin exigencias de conocimiento sobre sus causas.
Digo "sumisión religiosa al mundo" porque nadie niega que las creaciones ciborgánicas sean creaciones naturales. Pero en ciertos ambientes se les da el valor simbólico de representación de lo divino, y por lo tanto, de lugares sagrados. El espíritu del mundo habita en la red.
Machado
Zapper es un navegante de la Noosfera, el reino de los signos. Su unidad de control remoto le permite atravesar espacios y tiempos distintos y niveles diferentes de realidad, hilvanando los hilos de onda, barajando géneros y formatos, redefiniendo las categorías del conocimiento".
Guillermina Waldegg Casanova
El funcionamiento global de un hecho didáctico no puede ser explicado por el estudio separado de cada uno de sus componentes, de la misma manera que ocurre con otros fenómenos sociales. Chevallard y Johsua (1982) describen el "sistema didáctico" en sentido estricto, formado esencialmente por tres subsistemas: "profesor", "alumno" y "saber enseñado". Además está el mundo exterior a la escuela, en el que se haya la sociedad en general, los padres, los matemáticos, etc. Pero entre los dos debe considerarse una zona intermedia, la "Noosfera" que, integrada al anterior, constituye el sistema didáctico en sentido amplio y que es lugar, a la vez, de conflictos y transacciones por las que se realiza la articulación entre el sistema y su entorno. La Noosfera es, por tanto, "la capa exterior que contiene todas las personas que en la sociedad piensan los contenidos y métodos de la enseñanza". Brousseau (1986) considera, además, como componente al "medio" que está formado por el subsistema sobre el cual actúa el alumno (materiales, juegos, situaciones didácticas, etc.).
Arq. Luis Alberto López
No, el hombre no es una nueva familia de animales, sino un ser nuevo, con el que empieza una nueva era. El "paso de la reflexión", como dijera el jesuita del "punto Omega", inaugura una vida de otra clase, fabrica un mundo de otra clase, superpone a la "biósfera" eso que llama la "Noosfera": la capa pensante: abstracción, lógica, matemáticas, invención, arte, poesía... vida interior...Algo nuevo, algo distinto hay sobre la tierra. Eso que Dios Padre construyó con tiempo–paciencia y con energía–amor, para que compartiera, capaz, consciente, meritorio, la infinitud de su gloria.
Miguel Angel Rendón Rojas
Pero si se trabaja con documentos, creados específicamente para transportarnos al mundo de la información, con un lenguaje lógico y articulado, entonces, tenemos la Ciencia de la información, la Archivología, y la Bibliotecología. La primera se centra en el análisis de documentos que nos conducen a una parte del mundo de la información: una información obtenida con ayuda de métodos rigurosos de análisis, y gracias a que en el mundo de la información existen relaciones entre sus elementos, puede proporcionar información que no estaba presente en los documentos iniciales, pero que es posible deducir y explicitar. La Archivología trata con ciertos documentos, producidos por un sujeto (persona u organización), que nos conducen a otra parte del mundo de la información con un carácter histórico. La Bibliotecología se ocupa de estudiar cómo ciertos documentos (libros) pueden accesar al mundo de la información a los lectores. Precisamente conocer las leyes que rigen esa comunicación de los lectores con la "Noosfera" a través del fondo bibliotecario y las actividades que deben realizarse para que se dé esa relación es tarea de la Bibliotecología.
Patricia M. Rexach
Si "uno aprende lo que vive", ¿cómo podemos esperar que los "maestros" así evaluados puedan llevar a su práctica una propuesta diferente para con sus alumnos?... Digamos que resulta muy difícil pensar en prácticas emancipatorias si la transformación no contempla cambios estructurales y formalizados de las practicas docentes, quiero decir: ¿se amplían las atribuciones en algún aspecto sustantivo de la política educativa para los docentes?¿Cómo pensar prácticas reflexivas y críticas en escuelas que son interpretadas como instancias de aplicación y ejecución de políticas definidas centralmente y donde el "maestro" continúa llevando una función de ejecutante de lo elaborado por otros? Como expresa irónicamente Chevallard la "Noosfera" es decir la esfera de las ideas que producen las personas que reflexionan sobre la práctica pedagógica, sin ejercerla, realizando programas, avances didácticos pretendiendo entregar a los maestros modelos eficaces de enseñanza.
A esta "moda" se añade la actitud de los maestros, producto de su propia historia, de no plantearse la cuestión de la responsabilidad de sus prácticas en cuanto al impacto sobre las generaciones jóvenes, sumamente plásticas, en formación.
Dr. Ángel Acosta Romero
En efecto, debemos considerar que las ideas tienen su propio modo de existencia y de organización y transformación, como apuntara Popper al considerar los tres mundos en que puede dividirse el universo humano: el mundo de las cosas materiales externas, el mundo de las experiencias vividas, y, por fin, el mundo de las cosas del espíritu (productos culturales, lenguajes, nociones, teorías, ciencias, etc.). Este tercer mundo es una creación humana pero al mismo tiempo hace al hombre que lo produce. Se trata, por tanto, de una verdadera Noosfera, término propuesto por Teilhard de Chardin en los años 20, y que puede conectarse lógicamente con el de semiosfera lotmaniano, puesto que nuestro mundo humano es un mundo de signos, símbolos, mensajes, configuraciones, imágenes, ideas, que nos designan el mundo haciendo de mediadores. No es extraño, por ello, que la semiótica, entendida de forma flexible y no dogmática, haya adquirido en nuestro tiempo un desarrollo y una importancia radicales, por mucho que a algunos, más por ignorancia que por convencimiento, lo de la semiótica les siga pareciendo extraño o demencial.
Pablo Huneeus
Fue cuando enchufaron mi computador a la línea telefónica y el abrelatas al despertador. Se empezaron a enredar uno con otro los inventos. La Noosfera de pensamiento, que según Teilhard de Chardin envuelve la Tierra, comenzaba a tejer su telaraña.Lo que más costó si es Teilhard de Chardin. Explicar toda esa visión cósmica en veinte páginas y de modo que un joven lo entienda, uf! Ahí aprendí que es más fácil escribir sus propias entelequias que explicar las de otros. Es lo duro de ser profesor.
Ignacio Darnaude
Las chispas divinas personalizadas se desempeñan cual órganos periféricos de la fisiología empírea. Trepan por la de Jacob mediante una simbiótica interacción pedagógica con otras entidades y eventos que compiten asimismo en la pausada carrera hacia la Noosfera. En el proceso de ir tomando cuerpo en una concatenación de sucesivos y cambiantes estamentos y centros de vida , las criaturas pulen los defectos y templan el carácter , gracias a la experiencia adquirida.
Ernesto A. Selva Sutter
Es un hecho que la tecnología actual nos ayuda a prevenir muchas de las muertes, enfermedades, lesiones, daños medioambientales y disrupciones económicas que resultan directamente de los desastres. Aunque esa oportunidad se ha perdido en el presente caso en El Salvador, y es justo reconocer que poco conocemos de prevención primaria de terremotos, es necesario señalar que actualmente la ciencia tiende a retomar que para prevenir es necesario conocer tanto como sea posible sobre la causa de aquello que se pretende prevenir y además, dentro de este proceso, aceptar lo que ya desde el siglo pasado se estableció claramente: que la biosfera se convierte irremediablemente y progresivamente en Noosfera; es decir, en la parte del planeta influenciada por la actividad material y racional del humano de manera evidente o sutil. También es necesario señalar que la ciencia tiende a retomar que las causas de los fenómenos son más bien complejas y ricas en interacciones (muchas de las cuales aún nos son desconocidas), más que unidireccionales y simples, como tantos “expertos” que han surgido en nuestro escenario quieren hacer parecer.
Eduardo Vega López
Podríamos continuar enumerando fenómenos y eventos, que nos conducen a tener una visión catastrofista y apocalíptica del futuro de la humanidad y del planeta. Esto nos lleva a ubicarnos ante la gran bifurcación: Barbarie o Noosfera.
Robert Browning
Pierre Teilhard de Chardin fue la primera persona en discutir el concepto de "La Sociedad Moral" bajo el concepto más limitado de "La Noosfera". Expresó este concepto en forma lúcida y detallada. Su percepción general de la evolución permanece como un exquisito monumento al intelecto humano. Es análogo a como Mendeleyev produjo orden del caos mediante la Tabla Periódica de los elementos. Teilhard deja en claro que la expansión de la conciencia no es solo el fin necesario del hombre, sino es su significado total. La gran obra de Teilhard es perjudicada solamente por su intento de hacer su percepción bellamente clara de la evolución compatible con el pensamiento tradicional en general y con el Cristianismo en particular. Al hacer esto, desechó el peligro de que la entropía pueda destruir a la humanidad. Teilhard consideró el proceso de la conciencia en perpetua expansión como determinístico e irreversible. Tuvo un concepto parroquial de la Noosfera y no considera la necesidad de participar en el Juego de la Vida deliberadamente. No tomó en cuenta el peligro del aniquilamiento nuclear y el peligro más insidioso de la descomposición genétóica y cultural de toda la humanidad.Aceptando por el momento que la obra de Teilhard de Chardin, a pesar de sus errores, demuestra lo deseable, de hecho lo necesario, de considerar la "expansión de la conciencia total" como el único fin de la humanidad, queda la interrogante de la felicidad.
Ismael Quiles S. J.
Por supuesto, esta filosofía que refleja la esencia del hombre, y por ello aparece en alguna forma en todas las épocas y culturas, es apta para iluminar los problemas de cada época, antigua o moderna, según su etapa de desarrollo. Así ha resultado la filosofía apropiada para la interpretación de los problemas del hombre moderno en esta era de la supertecnología, de los medios de comunicación que han penetrado la mentalidad del mundo, realizando una especie de conciencia planetaria al estilo de la "Noosfera" de Teilhard de Chardin. Han relacionado más al mundo, pero dando mayor resonancia a todos los problemas humanos que unen y, a la vez, aturden a todos y cada uno de nosotros, incapaces de asimilar tantos problemas y tanta información fragmentaria, proveniente de las direcciones más diversas. Esto ha creado el alto grado de tensión de la conciencia del hombre actual, que perdida la perspectiva total, y por ello el equilibrio interior psicológico y aun biológico, lo patentiza como estando fuera de sí mismo.
José Ramón Solano
Teilhard de Chardin, sacerdote católico, teólogo y científico, en la década de los 50 y a partir del análisis de las implicaciones del Renacimiento en la futura evolución de la especie humana, destacó que la acumulación del conocimiento con el paso del tiempo estaba cambiando y que algo que hoy llamaríamos “la inteligencia global” y él denominó “Tecnosfera” estaba empezando a emerger. Anticipó el fenómeno de difusión planetaria de la información y participación gradualmente mayor de toda la humanidad en una especie de sabiduría compartida y lo llamó “Noosfera”.
Dave Hunt
Según el paleontólogo y místico jesuita Teilhard de Chardin [conocido como <<el padre de la Nueva Era>>] ... primero vino la esfera de la evolución mineral, la geosfera; luego la esfera de los seres vivientes, la biosfera; y por último la esfera de la mente humana, la Noosfera. ... La mente humana es tan potente ... que nadie sabe lo que puede suceder a continuación. La evolución está acelerándose ... Teilhard pidió una nueva teología ... una religión nueva y sin precedentes ... ¿Hay alguna evidencia de que las mentes se están desarrollando hacia espíritus y almas incluso más milagrosos ...? Al ir perdiendo las formas religiosas del judaísmo y cristianismo tradicionales su capacidad para informar a la mente contemporánea, el mundo occidental necesita desesperadamente genios religiosos que puedan crear nuevas e imaginativas formas. ... Los teólogos ... deben comenzar a explorar las vastas e invisibles dimensiones de nuestro universo en evolución.
Mark D. Pesce
McLuhan pronosticó que llegaría un día en que la conciencia sería suministrada a los hogares de la misma manera que el gas y la electricidad. A medida que articulamos distintas estrategias para la realización de un cuerpo físico de la Noosfera, va resultando cada vez más conveniente estudiar esta conciencia conectora, continuamente suministrada con creciente eficacia. Esta concentración en el otro exosomático es intrínsecamente una amputación de los procesos innatos de concienciación.
Javier Castañeda
Sólo un confeso hiperactivo se le puede osar relacionar la World Wibe Web con la neurocirugía, con Claudia Schiffer, con la Noosfera de Chardin, con las teorías tomistas de las potencias del alma y con Peter Me y salir indemne al describir brillantemente cómo la Red es una especie de lugar donde se aloja en común la memoria del colectivo internauta como un todo. Sublime.Una de las principales aportaciones de Hiperactivo! fue la distinción entre información y conocimiento. Para Javier Candeira, "la inteligencia en Internet es, en muchos casos, el hardware sobre el cual los humanos estamos desarrollando una inteligencia colectiva, si por inteligencia entendemos la capacidad de relacionar unos datos con otros para llegar a conclusiones, de discriminar entre conceptos u objetos aparentemente iguales, de elaborar teorías o modelos".
Hernán Sorhuet Gelós
"UN PROYECTO CON SENTIDO". Así como nadie es el único responsable de los problemas que nuestros países enfrentan a diario, tampoco las soluciones provendrán de acciones individuales. Las palabras claves son comunicación, cooperación y coordinación. Sin una fluida transferencia de información y conocimientos resulta impensable llevar adelante con éxito cualquier programa de desarrollo. Pero aún disponiendo de esos recursos, resulta vital acordar los grados de cooperación intersectorial, que permitan ubicar las acciones previstas en niveles de eficacia y coherencia, según lo impone el carácter holístico de la biosfera y globalizador de la Noosfera.No puede haber desarrollo sostenido sin equidad social ni progresos en ese sentido sin cooperación regional; las soluciones individuales no son posibles.
Raúl D. Motta
¿Cuál será la imagen estructurante de la organización de los conocimientos si abandonamos la visión mecanicista del árbol de los conocimientos y no nos bastan la imagen de los archipiélagos de saberes y experiencias? Si la enciclopedia era el modelo de organización de los conocimientos para la sociedad moderna de los estados nacionales, ¿cuál será la forma organizacional de los flujos de conocimiento de la inteligencia colectiva inserta en la Noosfera? Para Michel Authier y Pierre Lévy el nuevo modelo requerido es el de la cosmopedia. Frente a la imagen fija del texto enciclopédico, la cosmopedia ofrece una variedad de formas de expresión como las imágenes fijas y las animadas, sonido, simulación interactiva, sistemas de expertos, ideografías dinámicas, realidades virtuales, etc. En fin la cosmopedia es la multiplicación de las enunciaciones discursivas abiertas al universo de la interactividad, siendo un soporte poderoso para el ensayo y la imaginación. El sentido de la existencia de los saberes emerge del resultado de la creatividad y realización de la colectividad humana. La aparición y conformación de la Noosfera provocadas por la aplicación de la informática al gerenciamiento y organización del conocimiento, exigen una actitud capaz de articular los saberes a través de los esfuerzos inter y transdisciplinarios.
José Luis Solana Ruiz
Con los conceptos de «espíritu» y de «Noosfera» Morin se refiere a un conjunto de actividades psíquicas y cogitantes que incluyen el pensamiento, las ideas, el lenguaje, la conciencia y la inteligencia. Las formas noológicas antiguas persisten: Las grandes religiones permanecen, en las grandes ciudades proliferan los curanderos y los adivinos. Los mitos y la visión mágica del mundo se desarrollan en la «Noosfera estética»: las analogías antropo-socio-cosmológicas perviven en la poesía y los esquemas míticos operan en los fenómenos estéticos.
Francisco Vidarte
Hoy en día, en la nomenclatura moderna se utiliza la Noosfera como la región virtual del mundo en la cual se ha dado la noogénesis, la génesis de lo psíquico, el más elevado desarrollo de la vida en la tierra, espacio en el que acontecen los fenómenos normales y patológicos de la mente.Pero recordemos que a mediados del siglo XX, el paleontólogo francés Pierre Teilhard de Chardin S.J., en sus trabajos de índole filosófico al describir la envoltura pensante de la Tierra definía el término Noosfera, como el territorio de la ideas puras, con el que hace referencia a una especie de superconexión nerviosa de carácter orgánico que se superpone a la biosfera (región del planeta Tierra en los que ocurren los procesos de la vida), que posibilitarían al hombre alcanzar sus máximos niveles de pensamiento y reflexión, tomando conciencia de si mismo. Veía la Tierra como una esfera enredada de canales intercambiando inmediatamente pensamientos, información y actos intelectuales. En la obra de Teilhard las posibilidades de conexión entre los seres humanos todavía aparecen en gestación.
Actualmente, luego que el hombre logró proporcionarse una tecnología autosinergética (auto acción de conjunto) y el desarrollo de las telecomunicaciones, empezó a utilizar un nuevo talento: obtener, conservar y elaborar información, empleada para después manipular el entorno, su biosfera, de modo intencional y previsoriamente. Podríamos decir que Teilhard fue el gran visionario de lo que ya se parece, cada vez más, a ese cerebro súper orgánico desplegado sobre la superficie del planeta. Los hombres con sus computadoras en Interne son las unidades de esta red de conciencia que son las neuronas de un gigantesco cerebro en formación.
Emilio Roger Ciurana
No hay duda de que la consciencia se sitúa en el nivel del individuo pero tampoco podemos dudar de que el individuo vive dentro de una esfera social y de una esfera noológica que constituyen su ecosistema mental. La Noosfera, esto es, el mundo de las ideas, mitos, ideologías, productos culturales, emerge a partir de la interrelación de los individuos dentro de una sociedad. Pero esta misma Noosfera retroactúa sobre los individuos. Y es que sin esa ecología del espíritu, (Bateson) el espíritu no podría realizarse (Morin). La esfera individual, la social y la noológica se nutren recursivamente entre ellas (son producto y productoras de la relación). Se co-producen. Pero lo importante es que por sí mismas ninguna de estas esferas tiene una realidad ontológica absoluta. No son reducibles unas a otras porque son productos emergentes.Es cuando comprendemos que nuestra autonomía está en la dependencia intelectual de una determinada sociedad y cultura con su o, sus paradigmas y, en nuestra capacidad consciente de detectar sus influencias sobre nosotros, cuando como individuos podemos comenzar a afirmarnos y a escapar a la enorme fuerza de sojuzgamiento y enajenación que tiene toda la Noosfera que, como aire, respiramos. Cuándo puedo estar seguro de que soy yo quien pienso por mí mismo y no es la sociedad la que por medio de su Noosfera piensa por mi. La respuesta es bien sencilla: nunca. Es en el espacio de lo programado donde el individuo queda anulado por la sociedad como entidad que cae sobre él como una losa y, le gobierna en todos los sentidos. Saber que pensemos en profundidad lo siguiente: Bajo el pesado manto de la doctrina, de la ideología o del paradigma que en un momento dado rige, lo empírico no prueba nada. Es hora de que hagamos emerger una teoría de la sociedad no clásica.
Jesús Javier Marcotegui Ros
Tenemos que distinguir muy bien entre el mundo material, ya sea físico (Fisiosfera) o biológico (Biosfera), y el mundo inmaterial, el del pensamiento (Noosfera), donde anida la teología, la filosofía, la cultura, la ética, la estética, la ciencia, el desarrollo, la libertad, el bien, el mal, … características todas exclusivas de la especie humana y por las que se distingue y separa de las estructuras biológicas (Biosfera) y físicas (Fisiosfera), de rango y complejidad inferior, más determinadas por el instinto y las leyes naturales.No se deben proteger la Fisiosfera y la Biosfera por sí mismas, sino en la medida que constituyen el sustrato material de la Noosfera (del hombre). Por eso nadie puede temer que las necesidades de conservación del entorno físico o biológico puedan condicionar el desarrollo en todas sus facetas (económica, social y cultural). Es justo al revés, este desarrollo sólo será posible en la medida que cuidemos el de las partes que lo constituyen, como en el ejemplo de las piezas y el puzzle. Se deben superar viejas ideas conservacionistas, que confunden Biosfera y Noosfera, que reducen el mundo del pensamiento al mero plano biológico material y que han inspirado la legislación medioambiental en las últimas décadas. Es necesario sustituirlas por concepciones más modernas y elevadas que hacen del hombre el elemento principal que debe ser conservado. Las viejas normas rígidas, protectoras sólo del territorio y de la actividad biológica que encierran, tienen que ser sustituidas por normas que protejan al hombre y a su actividad. Asimismo, la actividad humana depende inevitablemente de un territorio bien estructurado y conservado, y de una función biológica adecuada. Sólo así estaremos plenamente convencidos y comprometidos para proteger el medio natural y hacer todos los esfuerzos necesarios para mantenerlo. Nos va la vida en ello.
Teilhard de Chardin dijo en su teoría sobre el origen de la vida: "el Hombre entró sin ruido … sin causar ningún quebranto en la Naturaleza". Sin embargo, en las últimas décadas, el hombre está haciendo demasiado ruido ecológico. Sin conocimientos suficientes, está alterando de modo importante los sutiles mecanismos biológicos de la biosfera, de la cual necesariamente depende.
José Argüelles
La activación del Puente Arco iris Circumpolar va de la mano con la Telepatía Universal. Sin el uso correcto de la telepatía universal en el momento preciso del tiempo, la especie humana puede no saber o no ser capaz de experimentar el hecho que su siguiente ascenso evolutivo está en sus propias manos. Este es el sentido de la culminación exitosa de la transición biosfera-noosfera. La humanidad dirige su próxima evolución a través de la experiencia de total paz mundial.Ya que el Proyecto Rinri es una función de la información biológica del tiempo verdadero, satisface en todos sus aspectos a la diversa gama de especies que existen en este momento de la transición biosfera-noosfera. De la misma manera, el Proyecto Rinri es sólo la expresión de una sabiduría que recuerda la unidad original. Como especie, la humanidad ha creado para si misma y para la biosfera una situación crítica de combustión biogeoquímica. Esta combustión, es la función del impacto creciente del pensamiento auto reflexivo sobre la biosfera, en la forma de una civilización dirigida por las necesidades de consumo de los recursos por parte de la tecnología de las máquinas. La suma de esta culminación biogeoquímica produce la condición irreversible conocida como la transición biosfera-noosfera.
El clímax de la transición biosfera-noosfera dará como resultado la creación de una nueva época geológica, la era Psicozoica. Dentro de la biosfera, no hay individuos que sobrevivan, sino la especie como un todo, La entrada exitosa a la era Psicozoica depende totalmente de que toda la especie generadora de máquinas inicie por sí misma y completamente consciente la transición biosfera-noosfera. Esta importante empresa inducirá a la manifestación positiva del banco psi: el mecanismo fundamental que gobierna la evolución de la vida y el pensamiento dentro de la biosfera. La manifestación del banco psi, señalará el advenimiento de la Noosfera, el campo mental del planeta unificado telepáticamente, que es el primer requerimiento para la creación de la nueva época geológica, la era Psicozoica.
Alberto Christin
El conjunto de los sistemas didácticos se los define como sistema de enseñanza, y existe una instancia esencial para el funcionamiento didáctico, donde se opera la interacción de ese sistema con el entorno societal, una esfera a la que se llama "Noosfera", que es el lugar donde se piensa, y participan en ella los padres de los alumnos, los matemáticos, los didáctas, algunos docentes, autoridades del establecimiento educacional, las distintas instancias políticas, obviamente toda una estructuración sumamente compleja y luego el propio Chevallard indicará alguna de sus funciones.En cuanto a la "Noosfera", es el lugar donde se llevan a cabo las negociaciones, y considerando que toda terna didáctica tiene fundamentada su existencia al compatibilizarse con un proyecto social, es en ella donde se proporcionan soluciones provisorias a los problemas que se presentan. A partir de esto, quedan abiertas las puertas para la investigación sobre la influencia de los distintos factores que intervienen.
El saber debe mantener una sutil distancia entre el saber de los matemáticos, y el saber de los "padres", o sea el saber banalizado de la sociedad. Chevallard advierte un proceso de envejecimiento del saber; con el tiempo, hay ciertos saberes que son conocidos por los "padres", y estos llegan a pensar que no les enseñan a sus hijos solamente por falta de tiempo, que ellos podrían hacerlo mejor que los docentes, quedando estos socialmente desprestigiados, es entonces función de la "Noosfera" producir un acercamiento al saber de los matemáticos, y un alejamiento del saber banalizado, dejando de esta manera descolocados a los padres, como por ejemplo cuando se cambió la noción de "suma", que ya era conocida por todos, por la de "operador matemático". Pero no es esta la única función de la "Noosfera", su función más importante es la de legitimar la enseñanza misma de la matemática.
Para Chevallard, los integrantes de la Noosfera no son concientes de su tarea de equilibrar distancias entre el saber de los matemáticos y el banalizado, y hace notar que el trabajo que se produce dentro de ella es muy vasto, que actúan sobre los métodos y sobre los saberes. El trabajo sobre los primeros ofrece múltiples opciones, y como en la Noosfera actúan profesionales, y otros comerciantes, muchas de sus propuestas son utópicas, otras son simples variaciones de formas, para hacer creer que se está cambiando, pero dejando las cosas como están, por lo tanto las modificaciones operadas sobre el saber son más efectivas, resultado la relación costo-beneficio, más apropiada.
Es evidente, que en la actualidad, las aguas de la Noosfera se encuentran sumamente agitadas. La normatividad de la globalización se impone como "divina", numerosos grupos sociales descreen de la escuela como medio de progreso social, la escuela ha perdido el monopolio como "lugar donde se aprende", compite con los medios masivos de comunicación, con la red Internet, con un ejército de "soft" etc., que ha cambiado la forma de aprender, ya que resulta poco exigente ver televisión, en cambio requiere mayores esfuerzos leer un libro. En síntesis, si partimos de la base que la escuela puede otorgar esa "igualdad de oportunidades", nos encontraremos con malabares en la Noosfera, que en el mejor de los casos obtendría éxitos parciales, o de otra manera, desde los intereses de los grupos dominantes, se obtiene el éxito: que todo quede igual. Todo esto se agrava en un contexto de retroceso de las clases populares, que caracterizó la década de los 90, en especial en las ahora llamadas "economías emergentes".
John David Garcia
Biósfera es la capa de vida que rodea la tierra. Incluye todas las formas de vida en el agua, tierra o aire. Según Teilhard de Chardin, la biósfera es precursora de la Noosfera. La Biósfera incluye la biomasa de la tierra. Noosfera (del griego: Noos = mente y sphaira, un cuerpo cuya superficie siempre tiene todos sus puntos equidistantes de un solo punto) la capa de mente humana colectiva que rodea la Tierra. Esta palabra fue usada primero, por Pierre Teilhard de Chardin, para describir algunos aspectos de la Sociedad Moral.
José Vicente Rubio
Llamamos también logosfera (o Noosfera) a todo ese conjunto de realidades simbólicas producto de la aparición y desarrollo del pensamiento, como analogía a la biósfera creada por los organismos vivos en su intercambio de energía con el medio.
Horacio Bojorge S.J.
De la analogía que establece Teilhard de Chardin entre las diversas esferas de la realidad, a partir de la materia, pasando por la biosfera hasta la Noosfera, parece venirle a Juan Luis Segundo S. J. la idea de la aplicabilidad de categorías provenientes de la ciencia física a las ciencias del hombre y aún a la teología, como vimos que hace Juan Luis Segundo con el concepto de entropía, tomado de la ciencia física y aplicado a la definición de las conductas masivas o a la teología de gracia o de la caridad. El mismo concepto de entropía reaparece en El Dogma que libera, aplicado a la aceleración de la historia y bautizado como neguentropía. Y en ¿Qué mundo? ¿Qué hombre? ¿Qué Dios? se inspira profusamente en teorías científicas como el Big Bang y el principio antrópico.
Luis Angel Fernández Hermana
La idea de un superorganismo basado en la inteligencia colectiva de la sociedad efectivamente no es nueva. La encontramos ya en Herbert Spencer (1876-96), quien la plasmó en sus "The Principles of Sociology" al explicar la evolución de la sociedad como un organismo. H. G. Wells, el autor de "La máquina del tiempo" entre otros libros de ficción, también reflexionó sobre la emergencia de una Mente Mundial. El filósofo francés Pierre Teilhard de Chardin, jesuita y paleontólogo, cuyos escritos fueron rigurosamente vigilados por la iglesia católica, propuso la "Noosfera" (la esfera de la mente), una red de pensamientos, información y comunicación que cubriría el planeta. Recientemente, Francis Heylighen, un joven investigador belga, co-director del Centro de Investigación transdiciplinar "Leo Apostel" (CLEA) y editor de Principia Cybernetica Project, ha puesto manos a la obra para desarrollar una filosofía sistémica evolutiva de la mente global. Su ventaja con respecto a sus predecesores en la historia de este pensamiento es evidente: Heylighen tiene a su disposición la Web, un sistema de inteligencia distribuida de carácter global.
José Guillermo Ros-Zanet
La naturaleza (inmersa en la historia) nos permite ir desde la nada al ser y, desde el ser, al más-ser. La deshumanización de la cultura (fetichismo de la mercancía) y la tecnología descarnada van llevando al mundo (ámbito de la vida) a una como degradación. La biosfera (naturaleza) sufre la influencia negativa de la tecnología deshumanizante. La tecnosfera parece tomar el lugar de la biosfera y rompe el crecimiento normal de la vida y del ser. El hombre no debe ser lo que no es, y no debe dejar de ser lo que es. Solo así habitará su destino. Hoy la técnica y la tecnología descarnadas dejan de ser solo exterioridad y se hacen, también, oscura interioridad.Aquí, y en este ahora, recordamos a Teilhard de Chardin: pese al mal (tecnología deshumanizada y deshumanizante, búsqueda del tener, de poseer y del poder, en lugar de búsqueda y encuentro del ser), el espíritu llenará y cubrirá la tierra: la “Noosfera”.
Del caos de la tierra creció (apareció) un día de la atmósfera física; en medio de la cual, un instante de siglos y siglos más tarde, advino la vida... La vida nuclear (central) que lentamente fue envolviendo la tierra: así se conformó la biosfera.
Y en esa atmósfera de la vida, en esa biosfera, un día nació el hombre, creció el hombre y pobló la tierra, y el hombre puso nombre a los seres y a las cosas.
Criatura y creatura del lenguaje y de la historia. Así se conformó la antroposfera, la atmósfera del hombre.
Y es esta atmósfera humana (del hombre) nació (y está creciendo, pese al mal) la “Noosfera”, la atmósfera del espíritu.
Luis Alejandro Hernández Ríos
Y como el grueso de la población está repartida entre los estados kama-manásico y mental (70% = 40% + 30%) las instituciones sociales encargadas de mantener su visión propia del mundo (civilización) a través de su cultura son mayoría también (80% = 30% + 50%). Entonces, una solución real al problema de las minorías raciales estriba en un proceso múltiple de educación, encaminado a transformar la conciencia masiva de la humanidad conduciéndola a dar ese salto del pensamiento de primer grado al de segundo grado.Esto no es sencillo pues los únicos capaces de organizar este proceso son minoría (menos del 2%), pero tampoco imposible. Seguramente lento, pero inevitable. Implica la utilización inteligente tanto del Principio de Buena Voluntad como de la Ley de Correctas Relaciones Humanas. Sin embargo hay indicios claros de que esto ya está sucediendo a través de los exponente del NGSM en todo el mundo. Y desde la concepción de la Noosfera de Teilhard de Chardin hasta la emergencia y expansión de la psicología transpersonal, las teorías del caos y la complejidad, el pensamiento sistémico integral-holístico, etc. se pone de manifiesto con toda claridad que se halla en marcha un proceso de actualización de los estados superiores, lo cual conllevará a la solución real de los problemas planteados.
Gustavo Wilches-Chaux
Cada ser humano, cada uno de los seis mil millones de seres humanos que hoy poblamos el planeta, somos un universo único, irrepetible y particular. Cada uno de nosotros ha recorrido en nueve meses, dentro del vientre materno, la historia de la vida en la Tierra, desde cuando comenzó a existir hace cerca de cuatro mil millones de años en un medio acuoso similar al líquido amniótico dentro del cual se desarrolla nuestra gestación, hasta la aparición de los primeros seres humanos sobre la superficie terrestre. Timothy Ferris afirma que no se conoce en el universo una estructura más compleja que el cerebro humano, quizás con excepción de lo que el ruso Vladimir Ivanovich Vernadsky, y los franceses Edouard Le Roy y Teilhard de Chardin, denominaron la Noosfera, es decir, el encadenamiento de todos nuestros cerebros a través de la biosfera.
Jesús Ferrero
Al igual que en Francia, pero de una manera más retorcida y más asentada en la tradición, la última implosión de España, que estamos viviendo ahora y que tiene algo de eco desafinado del 98, ha provocado, además de un tibio redescubrimiento de lo presuntamente español, una cadena de implosiones periféricas que se perciben hasta en Andalucía. Ya casi nadie emigra de ninguna parte: cesó la expansión, incluso la expansión forzosa. Comienza la implosión: las sociedades estallan hacia adentro, resurgen odios tribales y el efecto se extiende miméticamente...Pero no nos pongamos pesimistas. Puede que la creciente cibernetización del planeta sea de momento el resultado más positivo de la implosión, ya que la cibernética está creando, por primera vez en la historia, algo que recuerda vagamente lo que Teilhard de Chardin se atrevió a llamar Noosfera y que, en términos planetarios, ocuparía el mismo lugar que la fina película de la conciencia en nuestro cerebro.
A través de esa Noosfera (o esfera de la conciencia y por lo tanto de todo lo que se puede ver, de todo lo que ha aflorado hasta esa esfera, malo o bueno, residual o sustancial) el hombre podría llegar alguna vez a adueñarse un poco más de su propio abismo. Para Teilhard de Chardin, la humanidad alcanzaría su punto óptimo a través de un hondo proceso de implosión y no de explosión: de concentración en sí misma y no de dispersión. Es decir: a través de una inmersión completa en el proyecto humano y de una gran concentración de conciencia.
Por descontado que en esos textos de iluminado superlativo Chardin está hablando del punto más álgido del proceso, y basta con mirar a nuestro alrededor para saber que estamos lejos de un momento tan definitivo. Pero sí que empezamos a notar por todas partes la implosión: la concentración de conciencias y de cuerpos, la concentración de todo. La explosión de la especie se dirige ahora hacia su interior, como una gran molécula que, desde su superficie, proyectase átomos sutilísimos hacia su núcleo.
Al concentrarnos cada vez más, estamos obligados a crear sistemas de comunicación más sutiles, más complejos y a la vez más directos: la concentración-implosión genera la necesidad de una especie de cerebro común. Las redes informáticas suponen ya el embrión, tosco e indeciso, de algo parecido a una Noosfera que quizá no hubiese aparecido de no haber llegado a un primer estadio de clara implosión, de clara concentración humana, y supone la primera manifestación, tan caótica como banal, tan contradictoria como engañosa (pero por algo se empieza) de una especie de "espíritu de la colmena". Y qué duda cabe que habrá grandes luchas por conquistar espacios en la Noosfera cibernética; ya las está habiendo. Y es que debido al efecto implosión ya estamos viviendo los días en que cierta política virtual está determinando lo que ocurre en áreas bien complejas de la política manifiesta. Lo virtual se anticipa a lo real: lo virtual determina lo real. Es un claro efecto de la implosión, de la concentración de carne y conciencia.
Ojalá las guerras futuras fueran exclusivamente hipotéticas y sólo se desarrollasen en el espacio virtual. Todo esto es soñar, naturalmente. La intuición nos dice que esta gran implosión, que en el fondo acaba de empezar, va a crear remolinos humanos bastante abismales, así como nuevas formas de ferocidad. Pero qué duda cabe que la naciente Noosfera puede ser determinante en el desarrollo de las nuevas sociedades, cada vez más hijas de la implosión.
Abrirse a esa Noosfera y conocerla a fondo puede ser una forma de hacer más comprensible y menos dolorosa esa ya iniciada y vasta explosión interior de la especie humana, que si ha de enfrentarse a algún abismo debiera de ser solamente al provocado por el paroxismo de su propia conciencia planetaria. Una conciencia que está muy lejos de crearse, a pesar de los siglos de humanismo, de las religiones y de las teorías más o menos unitarias sobre el hombre.
Entrevista de Antonio Cambril a Leonardo Boff
Pregunta:
¿Ve algún aspecto positivo en la globalización?
Respuesta:
La veo muy positiva, independientemente del proceso económico. Es una etapa de la evolución de la humanidad, de los que habitamos la misma casa común, que es la Tierra. Somos una sola especie y tenemos que hacer posible la convivencia de las diversas culturas. Llegará un momento (en eso sigo a De Chardin) en que entraremos en una etapa nueva llamada Noosfera, la esfera de una mente y un corazón colectivo, de una globalización del proyecto humano. Estamos inaugurando esa ilusión. La globalización es un proceso irrefrenable, se va a producir, queramos o no queramos. Pero al mismo tiempo, hay que decir que ha ganado la globalización material y se ha olvidado para qué sirve, que es la base para una globalización ética, espiritual, política, con la que se inaugurará de verdad el nuevo milenio.
REPORTAJES
Sovetskaia Rossiia
Vladimir Ivanovich Vernadskii (1863-1945), científico y filósofo comunista, uno de los fundadores de los estudios sobre la Biosfera y la Noosfera, fundador de numerosas ramas de la investigación científica (mineralogía, genética, bioquímica geológica, radiogeología, estudios sobre la biosfera, etc.), fue un gran innovador que se caracterizó por la naturaleza interdisciplinaria de sus investigaciones y por su gran capacidad de síntesis. Paralelamente a su actividad científica Vernadskii llevó una activa vida política. Fue miembro del Comité Central del partido Cadete y miembro del Gobierno Provisional. Durante la Guerra Civil, en Ucrania, organizó la Academia de Ciencias de Ucrania. Al finalizar la Guerra civil marchó al exilio, volviendo a los poco años y dedicándose a labores de reorganización de la Academia de Ciencias de Rusia (URSS).
José Manuel Méndez Sierra
Internet y las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación no son el futuro, son el presente de nuestros alumnos y de nuestros hijos. Internet es una herramienta poderosísima a nuestro alcance, como lugar de encuentro virtual, como medio de comunicación y como fuente de informaciones diversas, pero, también, como lugar donde publicar nuevos contenidos. Uno de los grandes inconvenientes que tiene Internet como recurso pedagógico se deriva precisamente de la dificultad para encontrar la información deseada. Es tal el cúmulo de información a nuestra disposición, que encontrar aquello que realmente nos interesa puede ser, en muchos casos, una tarea llena de sinsabores, sorpresas desagradables y una carrera de obstáculos. Tras una orden de búsqueda realizada hoy podemos encontrar una enorme cantidad de información; pero puede ser que mañana la misma orden de búsqueda (en el mismo o distinto buscador) nos de un resultado total o parcialmente distinto, debido entre otras cosas, a la tremenda volatilidad de la información que circula por la Red.Otro inconveniente si cabe más grave aún que el anterior es la dificultad para distinguir la "buena" de la "mala" información, es decir, cómo distinguir o discriminar entre la información de calidad y la "acientífica" o poco seria. Por la Red circula una ingente cantidad de información (de autoría muchas veces sospechosa o poco fiable), pero, cantidad, como todos sabemos, no es sinónimo de calidad. El "gran cerebro mundial" que aventuraba Teilhard de Chardin en su concepto de "Noosfera", está lleno de información-basura, es una mina donde el mineral que nos interesa se encuentra mezclado con una enorme cantidad de ganga. Y nuestros alumnos se encontrarán todo eso sin unos criterios claros que les sirvan para filtrar la pertinencia de las informaciones encontradas a lo largo de su periplo en el proceloso océano de la Red.
Boris Koval
Antes las crisis amenazaban a la seguridad nacional. Las crisis de hoy ponen en tela de juicio a la seguridad de todo el mundo, el destino de la humanidad y hasta de la vida misma en la Tierra que corre el riesgo de repetir la triste suerte de Marte y perder su atmósfera en próximo futuro o convertirse en la segunda edición de Venus. Antes las crisis civilizatorias afectaban solo a algunas partes de la Tierra. Ahora esta crisis por vez primera ejerce influencia sobre los destinos del sistema Solar, porque coincide con la salida del ser humano al cosmos y la formación de Noosfera.
Enric Tello
En la sociedad, también podemos encontrar cierta réplica del mecanismo neguentrópico que permite a los sistemas naturales recuperar como información la energía disipada, y aprovecharla para sacar el máximo partido del flujo de materiales. Ello se produce principalmente en el ámbito social del conocimiento --la Noosfera--, que siempre ha sido la base del desarrollo humano. El conocimiento nos capacita para incorporar información al complejo tecnológico y social, aumentando su eficiencia metabólica. Tal como ha afirmado el economista ecológico Georgescu-Roegen, citando a Justus von Liebig: "la civilización es la economía de la energía".
Ken Kalb
Durante treinta años, un Sacerdote Jesuita francés llamado Teilhard de Chardin escribió una serie de obras que fueron la inspiración de la hipótesis de James Lovelock, GAIA: El ecosistema global como un superorganismo viviente, cuyo todo es mucho más grande que la suma de sus partes. El imaginó una etapa de la evolución en la cual una compleja membrana de información alimentada por la consciencia humana envolvía nuestro planeta y lo cristalizaba hasta formar una "Noosfera" (del griego noo, mente). Esta membrana del sistema nervioso global que es biológica, espiritual y tecnológica, en los humanos ha aumentado el número de neuronas y expandido su percepción espiritual, mientras que en la tecnología ha generado una electrónica avanzada, ha dado nacimiento a un sistema planetario de pensamiento, a una red global de autoconocimiento, a la retroalimentación instantánea y a la comunicación planetaria. De Chardin pinta este proceso como "un resplandor que se va extendiendo en ondulaciones hacia afuera a partir de la primera chispa de reflexión consciente; el punto de ignición se hace más grande y el fuego se extiende en círculos cada vez más amplios, hasta que finalmente todo el planeta se cubre con esta incandescencia". La humanidad se dirige hacia un "Punto Omega", una fascinante convergencia en donde la fusión espiritual y tecnológica de la Tierra y los humanos está dando nacimiento a una consciencia vibrante que nos conduce a un nuevo estado de paz, de pasión y de unión planetaria.De Chardin, aunque vivió antes de Internet, sin duda imaginó el ciberespacio como el componente tecnológico de la membrana: un vasto sistema nervioso electrónico que rodea la Tierra mediante una constelación de conexiones de líneas telefónicas, satélites y circuitos de computadora que se funden en "la unidad viviente hecha de un solo tejido", de pensamientos colectivos. O como lo resumió John Perry Barlow: "El punto de toda evolución hasta esta etapa es la creación de un organismo colectivo de Mentes". Pero De Chardin ferviente y astutamente insistió: "no se trata solamente de unir nuestras inteligencias o nuestros cuerpos, lo que tenemos que unir son nuestros corazones. La humanidad está construyendo su cerebro compuesto ante nuestros ojos, [ ha de crear ] su Corazón - sin el cual no puede alcanzarse la integridad definitiva de su poder de unificación".
Una nueva y fulgurante esperanza ilumina el mañana. En "La Tierra en Equilibrio", inspirado por De Chardin, Al Gore escribió, "armados con tal fe que nos parezca posible resantificar la Tierra, identificarla como la creación de Dios, y asumir nuestra responsabilidad de protegerla y defenderla".
Y por primerísima vez en la historia del hombre, la familia humana entera está uniendo sus corazones en una serie de momentos resplandecientes de sintonía colectiva, cambiando para siempre el sentido interior y la visión que tenemos de los demás -ya no extranjeros desconectados y diferentes llegados de distantes tradiciones o tierras lejanas- sino verdaderos hermanos y hermanas, con un propósito común, en un Circulo de Vida universal: Una Red Planetaria de Luz.
Dr. Antonio M. Battro
Hace varias décadas Teilhard de Chardin imaginó la Noosfera como la gran novedad del cosmos, producto de la inteligencia humana. La Biosfera ya había generado una inteligencia animal en muchas especies, pero Teilhard jamás imaginó la aparición de una genuina "inteligencia artificial" en la Tierra por obra del hombre. Ahora convivimos con una de sus máximas expresiones, Internet, la red de redes de computadoras, que cada día es más amigable e "inteligente". Internet se ha convertido, definitivamente, en uno de los soportes de la Noosfera en el siglo XXI. La mayor novedad tecnológica es la globalización digital. Ha provocado un cambio profundo en las relaciones humanas, que afecta a todos los niveles de la sociedad.
Antonio Valderrama
Desde el nivel de los genes de cuya información depende la supervivencia de las especies, y con el desarrollo de un sistema nervioso central hasta la aparición de un cerebro, determinado también por el genoma de la especie, es posible que se pueda desarrollar otra esfera que podemos llamar, como lo hizo Teilhar de Chardin, Noosfera: todo el mundo de las ideas y las creaciones simbólicas pensadas imaginadas y sentidas. Pero la Noosfera no podemos entenderla como un dominio autónomo en sí. La razón no existe en la noosfera, responde a las funciones simbólicas del cerebro humano. La Noosfera sólo existe en el cerebro y el cerebro sólo existe en un ser viviente.
Fernando Sáez Vacas
Hablemos de la Noosfera, a la que subdividiré a efectos didácticos en tres estructuras. Podemos asumir como una metáfora útil que todas las ideas, obras de arte, lenguas, ideologías, músicas, poemas, ecuaciones matemáticas, fórmulas químicas, teorías, datos registrados sobre la Naturaleza, diseños, textos, fotografías, religiones, ritos, mitos, ..., constituyen la primera estructura noosférica: es el reservorio del conocimiento, el territorio universal de los productos de la inteligencia humana. Hagamos la hipótesis de que es aproximadamente factible contar con registros de todos los ítems de dicho reservorio.En una primera aproximación, concebimos la Noosfera como un gigantesco reservorio distribuido, donde el ser humano registra una parte de su creación, sus ideas, sus obras artísticas, sus pensamientos, sus conocimientos en general. Ahí es donde accede también como usuario para alimentarse de esos conocimientos. Desde la invención de la imprenta de tipos móviles, una buena proporción de ellos está registrada en los libros y en sus múltiples derivados. Actualmente, los registros electrónicos y magnéticos están tomando el relevo de los papeles o los complementan como soporte del reservorio.
Bien mirado, el entorno artificial en el que viven los humanos es otra estructura de la Noosfera, ya que sus elementos tangibles, siempre renovables, sean viviendas, muebles, iglesias, puentes, aviones, fábricas, redes eléctricas, carreteras, ordenadores, lentes de contacto, instrumentos musicales, sean procesos u organizaciones sociales, proceden de la aplicación del conocimiento. En particular, el instrumental técnico, científico e industrial forma la tecnosfera, un mundo de “paquetes” de conocimiento integrado, que es algo así como una proyección material de la Noosfera.
Por último, unas cuantas copias sueltas y personalizadas de algunas pequeñas parcelas de la noosfera-reservorio habitan en cada momento en la mente de cada ser humano, de modo que podría decirse que asintóticamente existe una copia completa de la Noosfera en la humanidad viva, sólo que fragmentada irregularmente en miles de millones de mentes. Es la tercera estructura. Armados con esos fragmentos, los humanos se organizan para acomodarse a su entorno social y ambiental o para transformarlo, contribuyendo en muchos casos a enriquecer la Noosfera, cada día más frecuentemente, todo hay que decirlo, con fines lucrativos.
De lo expuesto hasta aquí podemos resumir que la Noosfera, esto es, los conocimientos en sentido amplio, constituye un conjunto dinámico formado por tres estructuras: a) los registros del conocimiento (noosfera-reservorio); b) el entorno artificial producido por la aplicación del conocimiento (a destacar la noosfera-tecnosfera); y c) las copias vivas, fragmentarias, especializadas y diminutas, que bullen activas en las mentes de los humanos, con las que éstos difícilmente pueden afrontar, solos, el crecimiento exponencial de los dos primeros, por lo demás en gran medida debido paradójicamente a la fragmentación sistemática del saber humano en currículos o especialidades. Dicho crecimiento, tanto en cuanto a su diversidad –llamémosla noodiversidad-, como en cuanto al número increíble de sus componentes y a la complejidad de muchos de ellos, lleva a la Humanidad actual a una era de complejidad y a nosotros a preguntarnos si los humanos sabrán compatibilizar su aportación continuada al desarrollo de la Noosfera con una gestión adecuada de la complejidad resultante. Cabe subrayar a este respecto que los cambios potenciales secundarios a la explosión y aplicación sistemática del conocimiento desbordan largamente la capacidad humana individual de comprensión y asimilación.
Hipotéticamente, la noosfera-reservorio está siempre más o menos disponible, prácticamente en régimen de autoservicio universal, para todos los seres humanos, pero lo cierto es que hay comunidades que, por libre elección de sus componentes, se han desarrollado más nootrópicamente que otras y hoy ostentan posiciones de liderazgo, cultivando además parcelas reservadas de la Noosfera en provecho propio, cuyos productos venden a otras comunidades deficitarias. Han implementado resortes sociales, instrumentos políticos y materiales, recursos y sistemas “atractores” para incentivar y facilitar los procesos relacionados con el conocimiento, bien sea acceso a él, almacenaje, difusión, creación, debate, utilización: Bibliotecas, museos, infraestructuras técnicas, conservatorios musicales, teatros, campos deportivos, universidades, centros de saber, academias eruditas, laboratorios y centros de I + D, instituciones culturales, colegios profesionales, fundaciones, publicaciones, leyes, iniciativas institucionales, partidas presupuestarias, empresas que transforman conocimiento en valor, etcétera. Han comprendido que la Noosfera es no sólo la fuente del desarrollo intelectual y cultural, sino que podía convertirse también en la principal fuente de riqueza individual y colectiva.
El centro, ya no único pero sí último, de producción y explotación de la Noosfera son las mentes humanas. La mente, al momento de nacer, no contiene nada de la Noosfera, pero, si se conecta vital o socialmente a ésta, irá guardando algo de ella, copias personalizadas sin duda, mejores o peores. Los seres humanos aprenden de otros seres humanos por imitación o repitiendo acciones ya probadas hasta conseguir ciertas destrezas. Sin embargo, los genuinos canales multiplicadores del conocimiento han sido los contenedores portables de información, especialmente el libro impreso. Las medidas de instrucción pública para difundir entre la población las artes de leer y escribir, y, luego, sucesivas disposiciones para aumentar una y otra vez sus niveles educativos, han hecho el resto. Ahora, cuando hemos estabilizado la noción de aprendizaje permanente, nos cuesta trabajo creer que en pleno siglo XV eran pocos los reyes y nobles que supieran leer y escribir.
Así pues, en las sociedades desarrolladas actuales adquirir copias mentales de la Noosfera se ha convertido en una necesidad individual permanente, y perentoria, al margen de que para muchos pueda ser circunstancialmente también un placer. Bajo muy diversos grados, formas y categorías, las sociedades actuales son todas sociedades de conocimiento y sociedades de información, simplemente por una cuestión de evolución. Dado que sólo es operativo el conocimiento que se construye en la mente (o en alguno de sus derivados), el proceso individual –y por extensión el grupal o societario– de extraer conocimiento de la información noosférica deviene en dispositivo social básico.
La Noosfera como se ha dicho, se alimenta continuamente registrando en ella la obra creadora del hombre. Las operaciones de registro son mucho menos frecuentes que las de acceso, aunque la proporción va a cambiar con la popularización de la infotecnología. Puede afirmarse, en todo caso, que, en lo que concierne a los registros más solventes, el español no es la lengua de referencia.
El panorama de la Noosfera cambia radicalmente al transferirse sus funciones operativas a Internet y a la infotecnología actual. Internet puede ser vista en teoría como la red nerviosa que comunica potencialmente y de forma fulgurante y en principio eficaz todos los reservorios de saber, lo que a la postre podría producir en sus usuarios la ilusión operativa de que todos los reservorios fueran un solo reservorio, un continuo. Desde esta perspectiva, se trataría, pues, de tejer o adensar una red en español dentro de la Red, para promover y al tiempo dar la máxima visibilidad y accesibilidad a los mejores reservorios de conocimiento en nuestra lengua.
COMENTARIO
Algún día, después que hayamos
dominado los vientos, las olas, las mareas y la gravedad,
aprovecharemos para Dios las
energías del amor.
Entonces, por segunda vez en la historia del mundo, habremos descubierto
el fuego.
p. j.
Pierre Teilhard de Chardin
Teilhard de Chardin nos dejó una amplia Enseñanza hoy en día propia de análisis multidisciplinario, en especial con su visión de la Noosfera planetaria. Su Enseñanza en general nos la legó velada en extenso complejo lenguaje que la Luz del Tercer Milenio está haciendo entendible. Es sorprendente la globalización de la palabra NOOSFERA en una serie de disciplinas del saber humano. En 1954, un año antes de morir Teilhard, IBM lanzó al mercado su modelo 650. El IBM 650 irradiaba tanto calor que en la amplia sala necesaria para alojar la enorme máquina se necesitaba un especial sistema de aire acondicionado para evitar la deshidratación del usuario. Su trabajo producía ruido y vibración, pero fue un éxito al permitir efectuar 1,300 sumas o restas y aproximadamente 100 multiplicaciones de números de 10 dígitos cada uno y además tomar 2,300 decisiones lógicas por segundo. El primer aparato se instaló en diciembre de 1954 en una compañía de seguros de Boston, hasta el año 1962 se colocaron unas 2.000 unidades diseñadas para trabajos científicos y de ingeniería, siendo después adaptado para el uso en el ámbito empresarial. Para lograr tamaña hazaña, tan electrónicamente primitiva en nuestros días, el computador usaba memoria de tambor magnético, con cinta magnética de almacenamiento y tarjetas perforadas para introducir datos. Esta Primera Generación de computadores enormes y caros, estaban formados por válvulas o tubos al vacío similares a las ampolletas. Es decir, por lo apreciado en la sección precedente, para la Ciencia Informática, sin ciencia informática conocida por Teilhard de Chardin, él es considerado, ahora en el apogeo de InterNet, como un visionario del CiberEspacio al haber intuido la Noosfera, o capa mental que rodea el planeta con la energía de nuestros pensamientos, y que hace apuntar a esta RED mundial fruto del acelerado desarrollo del materialismo científico, hacia una convergencia espiritual dada por la activación humana propia del despertar mental que nos corresponde vivir. No será la RED de InterNet la que dominará al hombre, será el hombre unido a la Noosfera el que dominará la RED de InterNet...
Al iniciar este escrito ignoraba si el mismo una realidad. Mientras daba los primeros toques que armarían la estructura de la realización de la obra, decidí buscar referencias en InterNet, para ello utilicé en el computador el buscador "GOOGLE" (http://www.google.com/intl/es/) donde ante las dos preguntas puntuales: Teilhard de Chardin y Noosfera se me destacó variados sitios, entre ellos estaban las referencias de algunos de mis libros. En la sección "A" puse lo escrito en "La Respuesta es:", en esta sección "C" quedó lo mostrado en "Antiapocalipsis". Surge entonces en la amplia lista de portales mi escrito # 22 "La Misión", donde sin yo saber la connotación informática de la NOOSFERA, expuse hace dos años, de manera intuitiva, una idea que hoy, en mi línea de pensamiento, cobra vigencia en relación a lo expuesto en las cuartillas precedentes. Decía en aquel entonces:
Llegó la hora de reprogramar las metas y los objetivos, y asumir la responsabilidad de lo hecho con la propia vida. Somos los únicos programadores de nuestra mente y cerebro, estamos capacitados para ser los más eficientes. Con la fuerza de los pensamientos positivos, hagamos y demos forma a nuevos programas altamente eficientes para nuestros computadores mente y cerebro y, además, enviémoslos al mundo, a la RED INTERNET MENTAL del planeta, la NOOSFERA, con el fin de descontaminarla, limpiarla, mejorarla y ayudar de esa manera a tanta gente que lo necesita, y no tiene acceso a este tipo de información.Lo pensaré y ojalá logre entender qué quise decir el año 1999 al plantear, sin pensarlo ni analizarlo, el concepto personal RED INTERNET MENTAL del planeta, la NOOSFERA. Veamos, lo importante del concepto que expuse estaría en que existiría una ligazón entre la RED Mundial de InterNet y la RED Mental Planetaria humana. No olvidemos que nuestra mente subconsciente viaja constantemente más allá del tiempo y del espacio y se relaciona con las mentes afines que encuentra en la RED Mental Planetaria, administra la Fuerza que nos llega desde el alma y permite que los pensamientos, mediante salto cuántico pasen al cerebro y allí, si así uno se lo propone pensando positivo, hagamos el milagro de la personal Reingeniería Cerebral donde, desde la aparente nada se crea nueva materia, se transmuta otra y se permite que fluya la Fuerza hacia cada célula manteniéndola viva. Pues bien, si logramos revertir en parte la media diaria de 70% de pensamientos basura que nos caracteriza, de manera cuántica, por intermedio del cerebro y por inducción mental positiva, generaremos en la WWW mundial de InterNet una predisposición a mejorar la calidad de las páginas WEB que se ofrecen... y, mejorando a su vez la calidad vibratoria de la NOOSFERA reforzada por la renovada calidad vibratoria de la WEB, lo que, en conjunto, refuerza, una nueva capa de puntual energía mental positiva, a lo que bauticé como nuestro ESCUDO PROTECTOR PLANETARIO.
D
La apariencia de mi
error,
¿no
podría venir del hecho de trasponer indebidamente
mi fenomenología al orden de la
Teología?
p. j.
Pierre Teilhard de Chardin
ACTA SS.
CONGREGATIONUM
SUPREMA SACRA CONGREGATIO S. OFFICII
MONITUM
Quaedam vulgantur opera, etiam post auctoris obitum edita, Patris Petri Teilhard de Chardin, quae non parvum favorem consequuntur. Praetermisso iudicio de his quae ad scientias positivas pertinent, in materia philosophica ac theologica satis patet praefata opera talibus scatere ambiguitatibus, immo etiam gravibus erroribus, ut catholicam doctrinam offendant.Quapropter Eminentissimi ac Reverendissimi Patres Supremae Sacrae Congregationis S.Officii Ordinarios omnes necnon Superiores Institutorum Religiosorum, Rectores Seminariorum atque Universitatum Praesides exhortantur ut animos, praesertim iuvenum, contra operurn Patris Teilhard de Chardin eiusque asseclarum pericula efficaciter tutentur.
Datum Romae, ex Aedibus S. Officii, die 30 Iunii 1962.
Sebastianus Masala, Notarius
Algunos divulgan las obras del P. Pedro Teilhard de Chardin, incluso editadas después de la muerte del autor, las cuales obtienen un no pequeño provecho. Dejando de lado el juicio de lo perteneciente a las ciencias positivas, en materia filosófica y teológica se ve suficientemente que dichas obras abundan en tales ambigüedades, incluso también en graves errores, que ofenden la doctrina católica.ap. : Este Monitum no ha sido anulado, sino confirmado por la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe (cfr. L'Osservatore Romano, 12 de Julio de 1981)Por lo cual los Eminentísimos y Reverendísimos Padres de la Suprema y Sagrada Congregación del Santo Oficio exhortan a los ordinarios y superiores de los institutos religiosos, a los rectores de Seminarios y Presidentes de Universidades, para que protejan, especialmente a los jóvenes, contra las obras del P. Teilhard de Chardin y los errores que de ellas se siguen, de manera eficaz..
Fechado en Roma, Santo Oficio, día 30 de junio de 1962.
Sebastianus Masala, Notario
COMENTARIO
¿Qué puede dar lugar a una reacción así?
TEMOR al derrumbe de algún dogma. Un ancestral
temor humano a que la caída del Paradigma arrastre al dogma de la ciencia, la
filosofía y la religión... El humano despertar hace caer paradigmas pues la
Verdad que nos es dada libera a quien la recibe. Esa es la razón de una
sinrazón
Esta respuesta a la personal pregunta me nace al recordar a una persona relacionada con un grupo oficial que oculta la realidad satelital de unos focos planetarios emisores de luz. Le pregunté por qué lo hacían y me señaló: Por temor Iván, temor a lo desconocido...
Tras haber escrito las precedentes cuartillas tengo aún más argumentos para entender y aceptar las Sagradas Leyes de Evolución, Karma y Reencarnación... Leyes todas destinas a mostrar un Norte seguro al hombre, indicando una meta lógica de alcanzar, sino en esta, en otras vidas, con un justo plazo sin el temor de extraviar el camino hacia llamas febriles.
EPÍLOGO
El hombre descubre que no es más
que la evolución
que se ha vuelto consciente de sí misma.
p. j. Pierre Teilhard de
Chardin
Vimos aspectos que años ha destaqué en libros de Teilhard de Chardin, subimos a la CiberNave del Buscador que nos movilizó por el CiberEspacio permitiendo acceder a tantos y disímiles CiberLugares. Ello me permitió apreciar que pocos son los que habiendo transitado por el siglo XX lograron la universalidad y reconocimiento alcanzado por el p. j. Pierre Teilhard de Chardin, en especial a partir del conocimiento y análisis de sus libros editados post-morten. Por ejemplo Charles d'Almaghanc dice:
Atrapado en China durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45) escribió "El Fenómeno Humano",Leer "il S. Officii Monitum" de 1962 más esta referencia, me retrotrae al año 1600 y una vez más pienso en Giordano Bruno, el Nolano mártir. Siento que, entre las armonías del Canto Gregariano que escucho, vienen ideas para el Epílogo. Abro la casilla electrónica y, hoy 4 de febrero, llegó desde Europa un correo electrónico (causalidad) de una CiberLectora quien motivada al parecer por la lectura de mi escrito "El Nolano Mártir" señala:
que no pudo publicar porque las autoridades eclesiásticas pensaban que contradecía la interpretación ortodoxa del pecado original y la gratuidad de la vida sobrenatural. En medio de esas dificultades los Superiores le mandaron abandonar París donde ejercía altos cargos académicos; una decisión que Teilhard aceptó con profundo espíritu de obediencia. Afincado en Nueva York, donde vivió el resto de su vida.Reconocido científico (geología y paleontología), pensador original (sintentizó la evolución cósmica y humana), y jesuita de profunda espiritualidad (activa y mística a la vez), Teilhard de Chardin fue objeto de viva controversia. En 1958 el Padre General Janssens tuvo que comunicar a la Compañía de Jesús que un decreto del Santo Oficio mandaba a las congregaciones religiosas retirar las obras de Teilhard de las bibliotecas. Reivindicado después de su muerte, sus obras han sido traducidas a multitud de lenguas, y su pensamiento ha ayudado a muchos a encontrar la fe cristiana.
Date: Mon, 4 Feb 2002 20:17:29 +0100La foto nocturna que recibí del monumento de Bruno es realmente espectacular en cuanto arte fotográfico y novedoso contenido, al mirarla también pude ver!!!! Me tomo la libertad de dejar esta foto inserta y que cada CiberLector vea en ella lo que sus ojos le permitan ver y su entendimiento comprender. Para mi la foto es un honor de página de alguien cuya sombra majestuosa rodeada de energía de Luz es proyectada hacia el cosmos que él tanto defendió al decirnos, hace algo más de 400 años:
En Roma fui a Buscar la Plaza de las Flores, lugar donde irracionalmente murió Giordano Bruno. Hoy hay una estatua en su honor, a la cual le tome una foto para ti. Era de noche, por lo que salió solo su sombra... pero también hay miles de detalles que hasta ahora que bajé las fotos al computador los vi!!!!
Existe un universo infinito con mundos infinitos, en el que las estrellas fijas no lo son en absoluto. Hay innumerables soles con un sinnúmero de tierras que giran alrededor de dichos soles. Estos planetas no son visibles porque las estrellas se hallan a enormes distancias de nosotros, y deben haber en nuestro sistema solar otros planetas no visibles. Si se acepta el punto de vista de que el universo es infinito, lo que resulta inevitable, en tal caso suponer que está habitado por una limitada e imperfecta población de seres inteligentes, es incompatible con la infinita bondad y perfección de Dios y Sus Obras. Debe haber un infinito número de seres moralmente imperfectos y otros más perfectos, habitando la infinitud de mundos.
A Giordano Bruno; el siglo que él
anticipó.
En Roma,
donde fue quemado en la pira.
Mientras estaba hace un rato bajo la ducha, no cantando, sino pensando, de repente tomé conciencia que de mis 82 escritos, con este son tres los que he dedicado a una persona en especial y los tres corresponde a connotados sacerdotes cuestionados por sus pares. En junio de 2001 el escrito # 65 estuvo motivado por el sacerdote jesuita chileno padre Manuel Lacunza para quien, en 1941, el Santo Oficio declaró que un milenarismo mitigado -como el de Lacunza- no podía ser enseñado. Lacunza es el único que visionó lo que es la Bestia al advertirnos hace más de 200 años:
Tengo propuesto un nuevo Anticristo... este cuerpo moral, cuerpo de pecado cargado de ellos, cuando se vea crecido, y en perfecta madurez; cuando ya no tenga impedimento alguno para salir al público; cuando ciertos cuernos, que le han de nacer, hayan crecido hasta la perfección; cuando en fin haya ganado y puesto de su parte una bestia terrible de dos cuernos con todo su talento de hacer milagros, etc. entonces este hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone, y se levanta sobre todo lo que se llama Dios, se sentará en la Iglesia de Cristo, que es el templo del verdadero Dios, y vosotros sois el templo de Dios... Según todas las señas y contraseñas que nos dan las santas Escrituras, y otras nada equívocas que nos ofrece el tiempo, que suele ser el mejor intérprete de las profecías, el Anticristo o el contra-Cristo, de que estamos tan amenazados para los tiempos inmediatos a la venida del Señor, no es otra cosa que un cuerpo moral, compuesto de innumerables individuos, diversos y distantes entre sí, pero todos unidos moralmente, y animados de un mismo espíritu, contra el Señor, y contra su Cristo. Este cuerpo moral, después que haya crecido cuanto debe crecer por la agregación de innumerables individuos; después que se vea fuerte, robusto y provisto con abundancia de todas las armas necesarias; después que se vea en estado de no temer las potencias de la tierra, por ser ya éstas sus partes principales, este cuerpo, digo, en este estado será el verdadero y único Anticristo que nos anuncian las Escrituras.En noviembre de 2001, mediante el escrito # 76 me referí a Giordano Bruno y hoy os presento un título dedicado a Teilhard de Chardin. Los tres sacerdotes tuvieron problemas con la Inquisición o Santo Oficio, uno terminó sus días en la hoguera, otro exiliado con su congregación en Italia sin poder editar en vida su único magistral libro premonitorio y Teilhard de Chardin vivió en un auto exilio en China con sanciones a sus libros no científicos. Siento como una red mental entre ellos, red sustentada en Bruno, reforzada por Lacunza y consolidada por Teilhard de Chardin.
De los tres sacerdotes, el dominico Bruno nos contempla desde su imponente monumento que tan bien lo representa y que se eleva en el lugar donde las llamas de la santa intolerancia; temor a lo desconocido; dogma; sectarismo; ignorancia y soberbia lo sacrificaron por DECIR LA VERDAD. De los dos jesuitas que hacen esta trilogía, ignoro si Lacunza es representado en algún lugar aunque sea por una modesta lápida, pues Teilhard de Chardin nos muestra una humilde entre sus hermanos de fe:
Al cierre de la última cuartilla me pareciera escuchar al visionario Nolano sacerdote dominico Giordano Bruno (1548 - 1600) aplaudir y animar entre las llamas de la Santa hoguera, al visionario jesuita chileno Manuel Lacunza (1731 - 1801) mientras encontraba, a la luz de la vela, lo que está más allá de la palabra del Sagrado Libro, y felicitar a viva voz al otro sacerdote jesuita de su futuro, que tuvo en suerte vivir más años que él, por estar encarnado en una época sin Santa hoguera, como lo fue el padre jesuita Pierre Teilhard de Chardin (1881 - 1955). Fueron tres gigantes del pensamiento, separados en lo físico en los últimos 400 años, un dominico y dos jesuitas, quienes tensan, gracias a nuestro Despertar con la comprensión mental de su Mensaje, el arco que disparará la flecha humana, el eje de la evolución, hacia más allá de las estrellas...Por algo el padre jesuita Pierre Teilhard de Chardin dejó velado su Mensaje, y en carta a Valensin del año 1920, manifestó:
No todo se puede decir de una manera inmediata e indiscriminada a todos los miembros de una clase de teología
La última página del diario de Teilhard está fechada el día 7 de abril de 1955, tres días antes de su muerte, en ella destaca:
Jueves
Santo Lo que creo
1) San Pablo los tres
versículos
En
pâsi pnata Theos
(ellos son: "El último enemigo reducido a la nada es la Muerte;
pues Cristo ha puesto todas las cosas bajo sus pies. Y cuando le queden
sometidas todas las cosas, entonces el todo mismo se someterá a quien todo lo
sometió a Él, para que sea Dios en todo" 1 Cor., 26, 27 y
28)
2) Kosmos =
Kosmogénesis -> Biogénesis -> Noogénesis ->
Cristogénesis.
Los dos artículos de mi credo:
a. El Universo está centrado Evolutivamente
hacia {lo Alto
{Adelante
b.
Cristo es el Centro { Fenómeno cristiano.
{ Noogénesis = Cristogénesis.
Escucho el Canto Gregoriano y aprecio entre las armonías de su inspirada melodía, que llega a su fin esta aventura iniciada al pensar hace unos días atrás un título relacionado con Teilhard de Chardin. En torno al título se aglutinaron ideas que fueron dando estructura natural al conjunto. Un conjunto que hace unos años no pensé sería capaz de lograr: Y lo logré. Siento expandirse mi entendimiento y apreciar, con Fe, con Esperanza y con Convicción, que lo logré de manera novedosa e integrativa entre las dispares y diversas disciplinas y creencias del hombre que converge por la Noosfera a un centro común u Omega, centro que nos dará el paso, en forma igualitaria, hacia más allá de las estrellas.
Algo sucede NOOSFÉRICAMENTE que hace gradual justicia. En la XXIII Reunión de Delegados de Educación Jesuita de América Latina, al inicio del trabajo ¿Los educamos para los desafíos de la justicia, el diálogo y la cultura? se lee:
Retomando y actualizando la profética pregunta que el P. Arrupe lanzara a los educadores hace ya 20 años, nos encontramos en nuestra "XXIII Reunión de Delegados de Educación", iniciando el Tercer Milenio Cristiano, desde la Histórica ciudad de Santo Domingo. Esta pregunta símbolo, en el marco del gran Jubileo del 2000, nos interroga respecto de nuestra misión a través del examen de conciencia personal y comunitario que nos enseñara San Ignacio. Siguen cuestionándonos las orientaciones y prioridades apostólicas de la ultima Congregación General, en especial las referidas al dialogo, la cultura, la justicia, los laicos y la mujer. Todos estos temas están presentes en nuestro Apostolado Educativo, espacio integral de la Nueva Evangelización. Por eso y ante la certeza de que la verdadera prueba esta en las obras, tomamos como tema central la reflexión sobre el Contexto, entendido como paso de la Pedagogía Ignaciana y como parte de nuestra acción educativa. Esta reflexión tuvo como telón de fondo el Contexto del Medio Divino, al decir de T. de Chardin, que nos brinda la indispensable mirada de Fe y Esperanza.Teilhard de Chardin genera en las mentes despejadas Fe y Esperanza, él pasa a ser símbolo de unión aglutinante de lo disperso en el humano pensar, símbolo del Nuevo Pensamiento que emerge en la alborada del Tercer Milenio, ofreciendo por sobre intocables paradigmas el respeto del sentido transpersonal de Libertad del Hombre que sabe que sabe que retorna a Dios...
Santo Domingo, Abril de 2000.
EPÍLOGO
Miro el conjunto que ha dado lugar al nuevo titulo # 82, y me asombro al comprobar que la audaz idea de pretender dedicar un título para MUNDO MEJOR, título dedicado al p. j. Pierre Teilhard de Chardin es ya una realidad. Enciendo el televisor de la sala de estar del hogar y la imagen con los acordes de la parte Coral de la Novena Sinfonía de Beethoven remecen cada fibra de mi ser, activando la zona de los recuerdos de un pasado que es presente en un presente que será futuro pues, más se ahora que se que como transitorio ser humano soy un continuo en la línea espacio temporal transdimensional relativa, línea que escapa a nuestros sentidos en su magnitud que indica que somos dioses de paso por cursos evolutivos en la forma física.
Siento, sin tener palabras para explicarlo de manera adecuada, que los intensos dolores de parto planetario que vivimos son Guiados por la Noosfera, nuestra Noosfera, hacia una Esfera superior de Pensamiento propia del Hombre despierto y que algo además tiene que ver en el cambio, o humano despertar, el CiberEspacio. Me parece contemplar a Bruno, Lacunza y Teilhard satisfechos del aporte que ellos, en vida, hicieron a esta presente maduración del humano despertar.
Lo que diré es una idea personal que a lo menos destaqué en dos escritos precedentes, idea surgida de manera natural y que me permite explicar en forma positiva la violenta globalizada manifestación negativa humana que caracteriza este tiempo. Es una señal previa recordatoria del Ascenso del Hombre al plano evolutivo de la Súper Humanidad. Señalé y señalo que la razón del sorprendente brote mundial de violencia, drogadicción, pérdida del sentido de vida, corrupción, maldad, injusticia, ansia del poder material... tiene una connotación de depuración genética. Llegamos a la vida humana hace más de 30.000 años, lo hicimos dotados de un 50% de genes negativos o humanoides y un 50% de genes positivos o divinos, genes en perfecto balance y natural equilibrio. Previo al salto evolutivo se requiere "quemar" la mayor cantidad posible de genes negativos. Ocurre, en cada uno de nosotros, una "mutación" por consumisión sustitutiva de genes negativos que pasan a ser, por alquimia mental, transmutados en positivos lo que libera la densa energía con un actuar negativo disipativo de lo que ya no es. Sin nosotros notarlo lo negativo transitorio está dando paso a lo positivo permanente del humano genoma... paso al Hombre-Dios.
En alguna medida la línea de pensamiento de Teilhard me ayuda a esbozar el concepto de "Línea evolutiva". Cada ser humano es una transitoria realidad física cuánticamente unido a la mente por medio del cerebro y mediante la menta al alma que a su vez está conectada con el espíritu. Por tanto podemos definir al ser humano pensando que es un espíritu caminando evolutivamente por la forma física. Cada espíritu proyecta una haz de energía, la "Línea" directriz que en forma cuántica va saltando a dimensiones menos sutiles hasta llegar a nuestra tercera dimensión al momento en que el alma se posesiona de un embrión-feto. La "Línea" es un continuum transdimensional, la fuente vital que, en lo físico nos permite ser dando la chispa de vida a cada célula del organismo, a su vez nos liga con el pasado y el futuro. La "Línea" nos señala:
Fuiste, Eres, Serás lo que siempre has sido; un espíritu emanado de Dios para crecer manifestando los atributos y potencialidades recibidas al momento de emerger a lo Manifestado en Dios desde lo Inmanifestado en ÉL.Con razón Beethoven gritó al mundo:
¡OH Hombre!
Aún no se han levantado vallas que digan al
entendimiento humano:
¡De aquí no pasaréis!
Dr. Iván Seperiza
Pasquali
Quilpué,
Chile
Febrero 13 de
2002
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